UNA TARDE REIVINDICATIVA Y UN MENSAJE CLARO: LIBERTAD

La manifestación de Feministas 8M congrega a más de 1.500 personas

09 mar 2020 / 12:02 H.

Igualdad de oportunidades y libertad para las mujeres. Esa fue la principal consigna con la que las más de 1.500 personas —según indicaron fuentes de la Policía Nacional—, acudieron ayer a la plaza de San Ildefonso, el punto de partida de la manifestación convocada por Feministas 8M Jaén después de que durante la mañana celebraran numerosas actividades como un taller de lenguaje de signos, una actuación musical o la representación teatral infantil “El mundo es violeta”, todo ello en la céntrica plaza de San Francisco. Unas actividades que contaron con una notoria participación.

La misma con la que por la tarde comenzó a andar la movilización por el Día Internacional de la Mujer. Las jóvenes tuvieron una importante participación en esta marcha, ya que representaron a gran parte de los convocados, sobre todo del ámbito universitario. El ritmo lo ponían ellas mismas a través de sus lemas: “Jaén será el final del machismo”, “Aquí está el fin del patriarcado”, “Qué casualidad que el violador era militar”, “Hermana, aquí está tu manada” o uno de los lemas principales de este 8M: “Sola, borracha, quiero llegar a casa”.

Unas canciones breves pero cargadas de potentes mensajes que vienen a terminar con la violencia de género o los abusos tanto en el ámbito laboral como en el educativo. “Es una guerra continua la que debemos afrontar cada día, pues siempre nos levantamos con un nuevo caso de violencia”, señaló Teresa Ábalos, del comité organizador de Feministas 8M.

A medida que avanzaba la marcha, más evidente era el volumen de participación que había adquirido esta concentración. La avenida de Madrid era un río morado en el que numerosos hombres también quisieron poner su granito de arena a la causa feminista. Este fue el caso de la asociación “Espacio de Hombres por la Igualdad”. Su portavoz, que quiso mantener su nombre en el anonimato, expresó: “Hoy es un día para que estemos callados, las escuchemos a ellas y reflexionemos sobre los privilegios que todavía seguimos teniendo actualmente”. Ellos también entonaron los cánticos de unas mujeres que querían decir basta al patriarcado: “Hay mucho camino que recorrer; necesitamos una estructuración, unas leyes que corten de raíz con esta situación”, recalcó Libertad Sagrario.

Esta movilización dejó claro que la planta del feminismo tiene unas sólidas raíces entre las generaciones más jóvenes, conscientes que desde su temprana edad deben hacer frente a los problemas y las taras que sufren cada día. “Aunque democráticamente tengamos los mismo derechos que los hombres, todavía hay leyes que no se han puesto en marcha como la Ley de Violencia de Género efectiva desde 2007; estamos luchando porque haya una igualdad real, una mujer no puede ir por la calle sin que alguien le haga un comentario”, aseguró Paula Soberino, quien acudió a la marcha acompañada con varias compañeras.

En esa misma línea quiso expresarse Paula Jiménez, de Equo Jaén: “Hoy en día hay muchos juicios en los que se mira cómo la mujer iba vestida u otros casos en los que cuando un hombre llega borracho a su casa, nadie le dice nada y si es el caso de una mujer, siempre le cae un comentario o sufre una violación en grupo”.

Uno de los muros que siempre ha denunciado es el techo de cristal: “Hay muchos casos en los que todavía las mujeres no pueden acceder a los puestos directivos que tienen los hombres, también tienen su derecho si están capacitadas para ello”, recalcó Soberino.

La calle Baeza y el Paseo de la Estación volvieron a ser, tras la manifestación de la mañana, escenario de la fiesta reivindicativa del feminismo, que todavía debe recordar que deben hacer frente a la violencia y otros tipos de problemas en pleno siglo XXI. Esta movilización cerró otra jornada histórica llena de reivindicaciones en Jaén que, a partir de hoy, calarán hondo en la sociedad jiennense para reflexionar sobre el papel que debe jugar la mujer a partir de ahora. Una sociedad que para alcanzar la igualdad plena, debe comenzar por un principio: libertad.