Una Navidad seca y dedos cruzados en Semana Santa

Según el cabañuelista Alfonso Cuenca, existe un riesgo elevado de precipitación para el Viernes Santo de 2020

01 sep 2019 / 11:20 H.

Con una mirada puesta en el cielo. Las cabañuelas se han convertido en un gran aliado para todo tipo de festividades religiosas y celebraciones. De hecho, según confiesa el quesadeño Alfonso Cuenca, muchos hermanos cofrades y parejas que esperan con ilusión el momento de darse el “sí, quiero”, le consultan meses antes para estar prevenidos. En orden, la primera gran cita de los jiennenses en los próximos meses es la feria de San Lucas. Si el año pasado quedó deslucida por algunos días lluviosos, esta edición parece que el resultado no va a ser mejor. Las cabañuelas prevén precipitaciones moderadas para toda la semana con nubosidad variable y fresco, pues las temperaturas irán de los 15 a los 20 grados de máxima. Es por ello que los habitantes del Santo Reino deben tenerlo en cuenta con vistas a preparar el traje de gitana, aunque a ellos quizás sí les haga falta el sombrero cordobés a modo de paraguas.

La siguiente cita será con la Navidad que, al contrario que el otoño, será bastante seca. Sí que se podrían producir algunos chubascos débiles y cierta nubosidad en la jornada de Nochebuena, pero el sol lucirá el resto de las festividades. Asimismo, las dos semanas tendrán algo propio de la época en común, el frío, con máximas que no superarán los diez grados. Por lo que, tal y como manda la tradición, lo mejor será leña en abundancia.

Sin embargo, el momento del año en el que más se aclama al cielo es, sin duda, la Semana Santa. Son cientos los cofrades que miran de reojo a las nubes para pedir que no les fallen, que les dejen desfilar tras todo un año de preparativos. Aunque no está claro del todo, parece que la próxima Semana de Pasión tendrá “un poco de todo”. “Los primeros días serán tranquilos y no parece que vayan a traer agua, pero a partir de mediados de semana todo apunta a que las lluvias llegarán a distintos lugares de la provincia, aunque serán moderadas”, mantiene Cuenca. Lo único que queda es esperar a que las nubes se porten y el Abuelo de Jaén pueda lucirse por su Santo Reino.

En el lugar opuesto se encontrarían los agricultores, que tal y como especifican las cabañuelas, pueden estar de los más contentos. De cumplirse, el otoño bañará los verdes campos de una provincia que lo necesita con urgencia y dará un respiro a su tesoro, el olivar, algo que podría ser decisivo de cara a la futura cosecha. “El mensaje para los agricultores es de tranquilidad, puesto que se espera mucha más agua que el pasado año, aunque algunas vengan en forma de tormenta”, mantiene el cabañuelista. Fiable o no, las cabañuelas han sido siempre grandes aliadas de los jiennenses para descifrar la incógnita que suponen los caprichos del cielo.