Un sector del aceite partido afronta su peor crisis de precios

La unidad de acción salta por los aires por la manifestación del 9-J en Sevilla

04 jul 2019 / 11:36 H.

Hace menos de un mes, en concreto el 29 de mayo, el sector aceitero exhibió una atípica unidad de acción, muy pocas veces vistas con anterioridad. El denominado “Espíritu de Las Batallas” fue la reacción de los olivareros para exigir soluciones ante el injustificado desplome de los precios en origen del oro líquido. Por primera vez en años, las cinco organizaciones más representativas del sector productor aceitero (Cooperativas Agro-alimentarias, Infaoliva, Asaja, UPA y COAG), salieron a la calle unidas para intentar dar la vuelta a una situación de emergencia en el principal motor económico de la provincia. Fue una demostración de músculo, con más de 6.000 personas en una concentración frente a los edificios que representan el poder institucional y administrativo en la Plaza de las Batallas: la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno central.

Apenas dos semanas después, esa cacareada unidad de acción saltó por los aires. UPA y Coag, con el apoyo de los sindicatos de clase UGT y Comisiones Obreras, decidieron elevar el nivel de presión y trasladar la protesta a Sevilla. La manifestación está prevista para el próximo martes. Asaja y la Federación de Cooperativas Agro-alimentarias se desmarcaron de esa movilización. Incluso, la consideran “una irresponsabilidad”, tal y como señaló ayer mismo el gerente de Asaja Jaén, Luis Carlos Valero.

¿Cuáles son los argumentos de unos y otros? Las organizaciones convocantes defienden la legitimidad para tomar la calle y protestar por la “peor crisis de precios que vive el sector olivarero”. “Nace del propio sector, a pesar de que las cúpulas de algunas entidades no cejan en su empeño de desacreditarla y desmovilizarla”, señaló ayer UPA en un comunicado. “Es el momento de llevar a cabo medidas que mejoren de forma real la situación. Es el momento de los hechos y de pasar a la acción”, aseguró Miguel Cobos, el secretario general en Andalucía. Las dos organizaciones convocantes entienden que no hay motivos objetivos para que el precio del aceite de oliva en origen esté 1,5 euros por debajo de lo que estuvo en la pasada campaña, máxime cuando el consumo y las exportaciones se están manteniendo del orden de las 130.000 toneladas mensuales. “Tenemos que seguir con las movilizaciones e implicar a las tres administraciones en buscar soluciones. Si el Estado, la Junta y Bruselas ponen su granito de arena, la situación puede cambiar”, dijo Cobos cuando presentó esta movilización en Jaén. En este sentido, pidió al presidente de la Junta que se ponga al frente de las movilizaciones.

Mucho más contundente y vehemente fue Miguel López, el secretario general de COAG en Andalucía, quien apuntó que la crisis de precios responde a “un movimiento especulativo” de grandes compañías que va a suponer la pérdida de 1.500 millones de euros para los productores andaluces. “Hasta que no nos reciba el presidente de la Junta no vamos a ir a ningún toro sitio. El señor Moreno no puede ponerse de perfil ante un problema que afecta a un sector estratégico para Andalucía y para Jaén”, indicó entonces.

UPA y Coag consideran que es “totalmente compatible” la negociación que se sigue con la Consejería y el Ministerio de Agricultura por la autorregulación del sector con la continuidad del calendario de movilizaciones- Hoy ambos dirigentes presentarán en Sevilla la manifestación que, el próximo 9 de julio, partirá del Estadio de Fútbol Benito Villamarín, recorrerá la Avenida de la Palmera y hará parada en el Palacio de San Telmo para luego acudir también a la Delegación del Gobierno de España.

En el extremo opuesto están Asaja y las Cooperativas Agro-alimentarias. “La convocatoria sale de una parte minoritaria del sector del aceite, dijo el gerente de la organización agraria en Jaén, Luis Carlos Valero, quien puso el acento en que tampoco estarán las cooperativas ni los fabricantes. “Es un riesgo manifestarse contra los que nos están tendiendo la mano para frenar la caída del precio del aceite”, añadió. En este sentido, recuerdan que la Junta de Andalucía “apenas” tiene competencias en este ámbito y recuerdan que la administración autonómica y el Gobierno central están trabajando “codo con codo” en Bruselas para defender medidas reales de autorregulación. “Es una irresponsabilidad”, insiste Valero. Por su parte, la asamblea de la Federación de Cooperativas, reunida esta misma semana en Jaén, decidió no secundar la manifestación del 9-J en la capital hispalense, “por entender que es el momento de trabajar con ahínco en las medidas planteadas y no de llevar a cabo manifestaciones, máxime si no son consensuadas y no atienden a la unidad de acción que sí prevaleció en la concentración de la plaza de las Batallas de Jaén del pasado 29 de mayo”.

La situación es apropiada para que grandes envasadores y comercializadores aprovechen la debilidad que está mostrando el sector del aceite de oliva, que no es capaz de ir unido a la hora de convocar una movilización que se celebrará el próximo martes en Sevilla. Y mientras tanto, los precios no remontan y siguen hundidos. Las cotizaciones están en los niveles más bajos desde junio del 2014, cuando por un kilo de virgen extra se pagaban 2,13 euros. Ahora el virgen extra está a 2,16 euros, un 22,5% menos que hace un año.