Un éxodo desobediente a lo rural

Cierran las universidades”. Seguro que fue pronunciar estas palabras el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y ya había más de uno cerrando la cremallera de su maleta con la intención de regresar a su hogar.

Tan irresponsable es desoír las recomendaciones sanitarias para una cosa como para otra. Al menos así se considera en el debate público generado sobre este asunto. Sheila Bonoso está en tercero de Periodismo, en la Universidad de Málaga (UMA) y el viernes regresó a la capital tras el anuncio de que se suspendían las clases en las universidades andaluzas. “Estoy más segura y mi familia más tranquila si vuelvo a casa”, afirma en declaraciones a este periódico. Sobre la pandemia, afirma que en Málaga se ha agravado el asunto a causa de una huelga de limpieza que tiene las aulas y los servicios repletos de basura.

Sobre esta espantada a la llamada España Vaciada, Bonoso asegura: “No soy la única, casi todo el mundo que conozco tanto de Jaén como de otros lugares de España han vuelto a sus casas. De hecho, algunos sí pasan el fin de semana en Málaga, pero tienen previsto volverse mañana”. Al igual que ella, otros estudiantes han tomado una decisión que, lejos de ayudar al bien común, a lo único que ayuda es a la tranquilidad individual. En este sentido, a través de las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT) se podía observar cómo el tránsito de vehículos desde Madrid en sentido Jaén era incesante. Algunos ven con buenos ojos la decisión de regresar a casa, otros sin embargo consideran que no es lo más seguro decretado el estado de alarma en todo el país. Sin saber cómo evolucionará la pandemia en los próximos días, está claro que las familias de esos estudiantes que están fuera de la provincia viven más tranquilos con sus hijos bien cerca de ellos. Todo un regreso desobediente a la España más rural.