Sin subida tras las movilizaciones

El precio del aceite se mantiene a pesar del almacenamiento y las protestas

08 feb 2020 / 11:14 H.

Qué pasa con el precio del aceite de oliva? Por más que se rema para mejorar la situación —calificada de ruina por el sector— da la sensación de que, tras meses, el valor del oro líquido en origen no remonta el vuelo. Desde que finalizara el primer plazo de licitación para acceder a las ayudas al almacenamiento privado de aceite de oliva, el 26 de noviembre —en la infografía aparece la cifra registrada justo el día después—, los precios del producto en origen no registran un aumento que sea destacable.

En este sentido, después de que concluyera el primer periodo de licitación, el precio del aceite de oliva virgen extra estaba en dos euros el kilogramo —por los 1,90 del virgen y los 1,85 del lampante—. Tras la conclusión del segundo plazo, el virgen extra se pagaba a 1,95 euros el kilo. Más fuerte fue la bajada del virgen y del lampante en este punto, cuyo precio se situaba, respectivamente, en los 1,75 y 1,70 euros por kilo.

Desde entonces, el valor del zumo de aceituna ha ido “in crescendo”, aunque tampoco experimentó subidas que sean, como se dice coloquialmente, para tirar cohetes. Tras la tercera licitación, cuyo plazo concluyó el 27 de enero, el dato del precio el día después no era mucho más alto. A dos euros el kilogramo se pagaba el virgen extra, por los 1,85 y los 1,70 que costaban el virgen y el lampante. Una cifra que llegó cuando ya se sabía que el sector del campo de la provincia iba a hacer parón para cortar las principales autovías de Jaén en cuatro puntos. ¿El motivo? Un precio del oro verde por los suelos.

Tras las protestas, el valor del aceite de oliva virgen extra experimentó la ridícula subida de cinco céntimos el kilo —igual se quedó el virgen y dos subió el aceite lampante—. ¿Para qué entonces? Se preguntarán los olivareros. No tardó en contestar el ministro de Agricultura, Luis Planas, ante las movilizaciones que no solo se vivían en la provincia, sino que, como si se tratara de un seísmo, tuvieron réplicas en otras provincias hasta llegar a la última, que se celebró en Madrid. “Nosotros no podemos regular los precios”, dijo el titular de Agricultura del Gobierno de Pedro Sánchez. “Vaya por Dios”, diría algún trabajador del campo al leerlo en este periódico.

Ahora, las administraciones se pasan la pelota ante una situación que no mejora. El sector agroalimentario —en el que se incluye el del olivar jiennense— está en pie de guerra y promete no cejar en su empeño. Continuarán con el calendario de movilizaciones hasta que la situación de los precios del aceite de oliva se revierta. Y es que los problemas no dejan de crecer.

Los aranceles impuestos por Donald Trump, la negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC) en el horizonte cercano, un inminente brexit que se consumará el 31 de diciembre de este año y unos precios que no suben a pesar de los brazos levantados de los olivareros el pasado 30 de enero. Una lista de amenazas para la que los trabajadores del campo únicamente han obtenido, hasta ahora, compromiso público. La confianza en la cuarta licitación para el almacenamiento privado del aceite de oliva no está por las nubes, sobre todo tras los resultados obtenidos tras la primera, la segunda y la tercera —a pesar de que a esta última, según el refranero popular, va la vencida—.

El precio del aceite de oliva virgen extra parece remontar, algo, desde la primera licitación al almacenamiento, aunque es del todo insuficiente para el sector, que entre algunas de las proclamas que gritaban a viva voz el pasado 30 de enero, se podía escuchar: “¡El aceite a no menos de tres euros el kilo!”. Una pena, como contaban algunos, que este año hayan decidido dejar la aceituna en el árbol porque les sale más caro recogerla —líquidos de cura, abono, riego, alquiler de maquinaria y contratación de una cuadrilla de trabajadores—. En esta misma línea, fueron fuertes en reivindicar que el campo “se muere” y que sin él no hay futuro.

¿CUál es el inconveniente?. El problema de la agricultura española no está solo en los grandes hipermercados, sino en la “gran dispersión” de la oferta, la falta de garantías sanitarias de productos de países terceros, la incapacidad del sector para lograr que los consumidores perciban la diferencia de calidad de los productos españoles frente a terceros y el modelo de exportación. Así lo expresa el especialista en el sector de la alimentación y profesor de EAE Business School, Mariano Iñigo.

El campo español organizó durante las últimas semanas varias movilizaciones en diferentes ciudades españolas para denunciar la crisis en la que está inmersa el sector, debido a la caída generalizada de los precios en origen. Desde las asociaciones agrarias se denuncian desequilibrios en la cadena alimentaria y aducen que el valor que genera dicha cadena no llega a los agricultores. Un ejemplo es la variación de precio que hay entre los productos en origen y en destino. De este modo, un kilo de patatas cuesta 0,17 euros el kilo en origen, mientras que se vende a una media de 1,25 euros el kilo, 7,35 veces más. Lo mismo ocurre con las cebollas, con 0,20 euros en origen frente a los 1,44 euros en el supermercado, según los datos facilitados por las organizaciones agrarias. Por ello, una de las demandas de los agricultores y ganaderos es reequilibrar la cadena agroalimentaria con el fin de evitar los abusos que sufren.

Sin embargo, Iñigo explica que el problema del campo no está solo en los hipermercados, ya que el 70% del total de la producción agrícola española se va al exterior.

La aceituna llega al móvil, pero sin un diseño seguro
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La aceituna llegará a Whatsapp este año, pero no se sabe aún cuál será el diseño de este nuevo emoticono.

El Consorcio Unicode, que es la organización encargada de estandarizar los caracteres que se utilizan en la mayor parte de softwares del mundo, anunció esta semana los 117 nuevos emojis que se incorporarán en 2020 a los teléfonos, entre los que destaca por fin un símbolo de la dieta mediterránea y la gastronomía puramente jiennense: la aceituna.

Se desconoce aún el diseño final del emoticono. No se sabe si será como el de la imagen superior: una aceituna de mesa, o si por el contrario aparecerá el fruto en unas ramitas de olivo. Eso es algo que quedará confirmado con la nueva actualización de la aplicación de mensajería instantánea, que traerá el mes que viene los nuevos emojis, que vienen a ser pictogramas que se utilizan principalmente en conversaciones a través del móvil y redes sociales y que emulan estados de ánimo, comida, animales, medios de transporte y banderas, entre otros. Existen, en la actualidad alrededor de 2.800 emojis.

Para incluir nuevos emoticonos a esta lista, el Consorcio Unicode abre una convocatoria cada año y, en el caso de la aceituna, la propuesta destaca el consumo y uso de este producto desde la antigüedad, así como sus connotaciones simbólicas e históricas. También resalta que es un ingrediente básico en la cocina mediterránea, es conocida mundialmente por su forma y sabor únicos y es el fruto del olivo, ampliamente cultivado. Además, el hashtag “olive” tiene mucha presencia en Instagram.

EN DETALLE

BAJO. El precio del virgen extra llegó a estar por debajo de los dos euros tras la segunda licitación de las ayudas al almacenamiento privado, en concreto a 1,95.

RESULTADO. Las medidas y protestas por la situación “de ruina” del sector no han dado aún sus frutos. El precio del virgen extra apenas creció diez céntimos desde finales de noviembre.

PETICIÓN. Los olivareros piden, al menos, que el precio del aceite cubra el coste de recoger el fruto, para lo que exigen medidas ante las diferentes administraciones.