Sin rodeos para llegar a las cocheras de Deán Mazas

Vecinos y empresarios se quejaron al tener que dar una vuelta de un kilómetro

27 feb 2019 / 11:24 H.

Las quejas por el plan de peatonalización, que entró en vigor a finales de noviembre de 2017, se trasladaron a Deán Mazas el pasado 11 de diciembre. A los vecinos y empresarios les sentó como un tiro la decisión del área de Tráfico que les informó que, para acceder a sus cocheras, tenían que seguir el siguiente itinerario Paseo de la Estación, Madre Soledad Torres Acosta, Plaza de los Jardinillos, Doctor Eduardo Arroyo, Álamos, Plaza de San Francisco, Bernabé Soriano, Joaquín Tenorio y Cronista Alfredo Cazabán. Para salir, el recorrido quedó así: Plaza del Pósito, cuya vial, de no tener casi tráfico, pasa a ser de doble sentido, Joaquín Tenorio, San Francisco y Ramón y Cajal. Es decir, se les impedía cruzar por el vial de la Plaza de la Constitución hacia Cronista Cazabán y Deán Mazas y, en lugar de hacer un recorrido de 260 metros, como ellos mismos calcularon, pasaron a otro de un kilómetro. Para salir de las cocheras, en lugar de circular 230 metros, tenemos que dar un rodeo de más de un kilómetro y medio por calles que, como se quejaron, estaban “colapsadas”. La misma regla de tres se aplicó a los clientes del hotel, a los transportistas que abastecen a los negocios de hostelería de esta zona y a las ambulancias que trasladan a usuarios de la residencia de mayores. Las comunidades de propietarios afectadas se constituyeron en plataforma, integrada por las comunidades de vecinos de los edificios La Económica, Cervantes, Valderrama, El León, así como hotel Xauen y Residencia de mayores La Inmaculada y solicitaron una reunión con el Gobierno local.

El cambio ideado por la Administración local, que tanto les indignadaba, duró hasta ayer, ya que, como informó la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes la calle Roldán y Marín se reabrió para residentes, autorizados y carga y descarga, en horario de 7 a 11 horas, para acceder a las cocheras de la Plaza Deán Mazas. Este permiso implica cruzar por la Plaza de la Constitución y salir por el mismo sitio, hacia Virgen de la Capilla.

Tras las conversaciones mantenidas, la Administración local también mostró su intención de estudiar una fórmula que evite dar rodeos a los residentes, incluso una vez que se ejecuten las obras proyectadas en Roldán y Marín, para la ampliación del aparcamiento subterráneo y, posteriormente, levantar un bloque de pisos y un local comercial en el antiguo local de Simago, en el número 5 de la calle San Clemente. En el cambio de parecer del Gobierno local pesa que, a pesar de que, en un primer momento, se anunció que estas obras comenzarían a principios de año y, posteriormente, después de Semana Santa, finalmente, se quedan para después del verano, según informó el propio concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes. El retraso llega a pesar de que en septiembre pasado, un georradar peinó el entorno de Roldán y Marín, en busca de cables y conducciones, como paso previo a la elaboración del proyecto para la ampliación del aparcamiento subterráneo de Las Palmeras y la conexión con el antiguo solar de Simago. A mediados de enero, las primeras máquinas llegaron a la zona. En concreto, una perforadora realizó una cata en el subsuelo en un ángulo de la Plaza de la Constitución, justo al lado de la gran rejilla de ventilación del parking, en la confluencia de Deán Mazas y San Clemente. El objetivo era analizar el terreno en este tramo, en el que todo apunta que se conectaran las actuales instalaciones de Interparking con el antiguo solar de Simago. Este paso es clave ya que, conforme anunció el alcalde, Javier Márquez, con la misma intervención, aunque en distintas fases, se ampliará y se convertirá en subterránea la entrada al aparcamiento y, posteriormente, se crearán tres plantas más de garaje frente al Convento de la Inmaculada Concepción. La promotora y la Policía Local ya mantuvieron reuniones, para organizar los cortes de tráfico, y también está diseñado el plan para desviar el transporte urbano cuando se levante el suelo de Roldán y Marín. Por el momento, a pesar de los avances en el papel, habrá que esperar hasta que se ponga en marcha una de las obras que más expectación ha despertado en la capital en los últimos años, por acometerse en su “manzana de oro”.