Sánchez propone en su discurso “una regeneración nacional”
El líder socialista evita mencionar de manera directa el conflicto catalán
El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, llamó ayer a aprender las lecciones del Brexit y a no apostar por una “soberanía pequeña e inútil”, en un discurso en el que no mencionó expresamente a Cataluña y solo hizo alusión a “tensiones territoriales”. “¿Es más útil ejercer una soberanía pequeña e inútil desde el aislamiento o ser parte de un espacio común compartiendo soberanía para hacer frente a los desafíos que nos desbordan como país?”, dijo Sánchez en el tramo final de su discurso durante el debate de investidura. También añadió, que a su juicio, “la respuesta es clara: compartir, no dividir; integrar, no aislar”. El líder socialista llamó a aprender de las lecciones del Brexit, un proceso que es “contrario al sentido de la historia”, que se construye “sobre la falacia y la mentira” y que ha “debilitado” a una democracia tan importante como la británica hasta el punto de “socavar los consensos más esenciales y primarios” entre los británicos.
La alusión más directa de Sánchez al desafío independentista en Cataluña fue al cabo de casi media hora de discurso, para decir que la superación de “las tensiones territoriales no vendrá solamente de la invocación de la ley y de la Constitución y de su aplicación”, aunque esta es “sin duda alguna necesaria”. La superación, señaló, “derivará de un proyecto colectivo de regeneración nacional, de progreso y de inspiración europeísta”. Sin descender a lo concreto, sus dos únicas menciones a las cuestiones territoriales las enmarcó en su apuesta por una Europa unida, alegando que en la “Europa de las regiones”, la vertiente local y territorial será clave para responder a algunos desafíos y para legitimar “aún más” el proyecto europeo. Además, utilizó los argumentos de que los países europeos solo son “gigantes entre gigantes” si están juntos, pero “cuentan poco” por separado; y que la UE es “el espacio en el que se han superado las rivalidades nacionalistas que llevaron a dos guerras devastadoras”.
El líder socialista manifestó además que Europa “debe ser también el ámbito donde se superen las rivalidades dentro de los países”. En ese contexto, se preguntó “qué sentido tiene fomentar la desunión, la desagregación, la división dentro de España”, y “levantar fronteras internas”, cuando lo que hace falta es “más Unión Europea”.
Así, se comprometió a impulsar un Pacto de Estado que garantice el cumplimiento de los planes ferroviarios de alta velocidad actualmente en ejecución, estudie conexiones “largamente demoradas”, y determine la inversión en Cercanías y las actuaciones necesarias en los corredores Mediterráneo y Atlántico.
“Dos horas de discurso para no decir nada, o casi nada”, así comenzó el líder del Partido Popular, Pablo Casado, su réplica al discurso de investidura de Pedro Sánchez. El líder de la oposión recriminó al candidato a la presidencia del Gobierno que no hiciera ninguna mención en su discurso ni a Unidas Podemos ni a Cataluña. “Dos horas sin ver el gran elefante morado con lazo amarillo que está en medio del hemicilo y al que usted no se ha referido”, interpeló Casado. El popular confirmó el “no” a la investidura por parte de su grupo parlamentario argumentando que el socialista “no puede exigir todo a todos a cambio de nada” y en la poca claridad de Sánchez sobre qué Gobierno quiere formar y con qué socios. “Es rehén de los socios de la moción de censura y por eso no han hecho otro esfuerzo para conseguir otros apoyos pero parece que ahora le da vergüenza mostrarlos”, manifestó Casado. En este punto, el líder del PP aprovechó para criticar el “blanqueamiento” de Bildu con la entrevista a Arnaldo Otegi en TVE y preguntó a Sánchez si la declaracion de Pedralbes estaba “congelada u olvidada”. En materia econónómica, Casado afirmó que hay indicios de desaceleración económica “muy graves”. Finalmente, el popular ofreció de nuevo pactos de Estado a Sánchez cuando la legislatura comience y recordó que ya lo hizo por primera vez en Moncloa en agosto del año pasado.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera acusó a Sánchez durante su intervención de tener un “plan” que piensa ejecutar con una “banda” en la que incluye a Podemos y a los independentistas catalanes, como Puigdemont o Torra, y Otegi. “Hoy nos trae aquí un truco de los malos. Truco en la tribuna y trato en la habitación de al lado con Podemos y los separatistas”, exponía. Rivera acusó además al jefe del Ejecutivo en funciones de “criminalizar” a todo el que no tiene carné del PSOE y le retó a decir si dimitirá finalmente si se produce una sentencia condenatoria por los ERE en Andalucía. Existe, según el líder de Ciudadanos, un “plan Sánchez” que se quiere perpetuar en el poder para manipular la televisión pública, para los “enchufados” del PSOE como José Félix Tezanos, presidente del CIS, o Rosa María Mateo, presidenta de RTVE. En su argumentación contra el plan de Sánchez, lo tachó de “sectario” y “malo” para los españoles pero “bueno” para los que quieren un indulto tras la sentencia del “procés”. Asimismo aprovechó para señalar que el objetivo del presidente es tildar de “fascistas” a todos los que no son socialistas. Así, dijo que Sánchez “se ha tirado en plancha a pactar con Bildu en Navarra, con los nacionalistas en Baleares y con los independentistas en la Diputación de Barcelona”.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, centró su réplica al discurso de Pedro Sánchez en enumerar cuatro excusas que, según él, el PSOE ha estado lanzando para no formar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. “Desde el minuto uno después de las elecciones generales les propusimos unir fuerzas para hacer un Gobierno de coalición que encarara el futuro de nuestro país desde la estabilidad, a partir de ahí creo que plantearon excusas”, reprochó Iglesias. No sumar mayoría absoluta, el programa “radical” de Unidas Podemos, la cuestión territorial con Cataluña y el veto al propio Pablo Iglesias fueron los cuatro puntos que enumeró el líder morado y que, según este, los socialistas han puesto como excusa para impedir un Gobierno de coalición con la cuarta fuerza. A las insistencias de Sánchez en reclamar a PP y Ciudadanos su abstención, Iglesias pidió al presidente en funciones que “disimulara un poco” porque le sorprendió como estrategia de negociación con su formación. Iglesias reveló, además, que el PSOE se negó a que miembros de su formación asuman competencias de Hacienda, de Trabajo, de Igualdad, de Ciencia o de Transición Ecológica en un futuro gobierno liderado por Pedro Sánchez. “Señor Sánchez, ¿qué nos han ofrecido? Explíquelo a la Cámara a ver si les parece que es algo más que decorativo”, recriminó Iglesias en su segunda réplica.
El líder de VOX, Santiago Abascal, se estrenó ayer en su discurso de réplica a Sánchez mostrando lejanía en cuanto a posturas ideológicas con el PSOE y confirmando su “no” a la investidura. “No vamos a facilitar con una abstención patriótica un Gobierno del PSOE porque somos el grupo más lejano al proyecto de Sánchez. Seguro que está orgulloso de esto que digo. Nosotros también”, sentenció Abascal. El presidente de VOX afirmó que no apoyará al “frente popular” y cargó contra “separatistas”, “sediciosos” y “terroristas” advirtiéndoles de que abandonen cualquier esperanza de conseguir sus objetivos políticos pues tendrán en frente a miles de españoles. Abascal también hizo referencia a la entrevista de Arnaldo Otegi en TVE: “el problema es que usted prefiere a Otegi antes que a Ortega Lara”, declaró Abascal. Ante las propuestas sociales que Sánchez presentó en su discurso de investidura, Abascal señaló que el “ascensor social” está quebrado en España y lo han estropeado quienes dicen defender a las clases desfavorecidas. Finalmente, el diputado de VOX señaló que la formación de ultraderecha ha llegado para quedarse y que representa a mujeres y homosexuales que no piensan como impone el consenso “progre”. “Están hartos de que ustedes les digan qué tienen que decir y hacer y cómo tienen que pensar”, manifestó Abascal.
Sánchez apostó por “una España autonómica en una Europa federal, un nuevo espacio de soberanía que no merma el sentimiento de pertenencia” porque “nadie es menos español, menos catalán, menos vasco, menos madrileño o menos andaluz por ser europeo”, sino que más bien ser europeo “refuerza” las identidades. En la misma línea, defendió que, si bien España llegó “más tarde de lo que merecía” al proyecto europeo, llegó “para quedarse” y hoy tiene un “renovado protagonismo” cuyo mejor ejemplo es “la candidatura de Josep Borrell, un español, catalán, un catalán español, para estar al frente de la diplomacia europea”.
Para Sánchez, España “se une en su diversidad desde diecisiete comunidades y dos ciudades autónomas”. El candidato reconoció que está pendiente el reto de abordar la reforma del sistema de financiación autonómica y local, concretando necesidades y recursos para fortalecer la suficiencia, la solidaridad interterritorial y, a la vez, el Estado del Bienestar, que gestionan en gran medida las comunidades autónomas. Asimismo, Sánchez elogió el Estado autonómico, que considera “una gran idea” para cohesionar España y reducir desigualdades, aunque admitió que persisten desequilibrios para garantizar la igualdad de derechos, entre ellos el de las infraestructuras.