Primera prueba de fuego superada

El mundo digital se ha reconvertido durante esta crisis sanitaria. Toda la sociedad ha aprendido algo de internet durante estos meses y la Universidad de Jaén también, que ha tenido que poner todos sus esfuerzos para continuar con la docencia de forma telemática y hacer la evaluación online. Unos exámenes que están llegando a su recta final —acaban el viernes— y que han dejado en la institución universitaria muy buenas sensaciones. No se han detectado problemas graves más allá de aquellos que han tenido todos los colectivos para adaptarse a la evaluación online. Todos han hecho un enorme esfuerzo y yo, que estaba muy preocupada por esto, me siento aliviada porque ha ido todo muy bien”, confesó María Teresa Martín, vicerrectora de Universidad Digital de la Universidad de Jaén. Unas pruebas que se han hecho a través de dos plataformas: Ilias y Google Forms. “Hemos puesto todos los recursos disponibles para hacer que la docencia y la evaluación no sufriera ningún problema. Ilias solo ha tenido un problema, en la realización de test simultáneamente, que se cae la web con asiduidad, pero siendo previsores, adaptamos una plataforma de Google para hacer los exámenes por esa herramienta”.

De esta manera, la Universidad advirtió a los profesores que no sabían si el sistema podía soportarlo, por lo que aconsejaron pasarse a Google Forms para hacer los exámenes. “La mayoría se han cambiado, otros tenían pruebas muy elaborados que no podían traspasarse y a estos últimos profesores no les han dado ningún problema más allá de tener que aprender cosas nuevas. La valoración desde nuestra parte es muy positiva, mucho mejor de lo que esperábamos”, reseñó Martín.

En esta evaluación ha habido exámenes de todo tipo. “Me sorprendo de la capacidad de ingenio que tienen los profesores porque muchos de ellos han buscado hacer preguntas elaboradas, pero con un tiempo máximo. Los alumnos hacían la prueba en sus casas, sin ninguna plataforma, pero tenían un tiempo mínimo para enviarlo”, describía la vicerrectora algún método utilizado por el profesorado, a los que aconsejaron que no decidieran el total de la nota solo con el examen, sino que se apoyaran en la evaluación continua, con la entrega de actividades. “Conozco otros profesores que han evaluado mediante una prueba oral. A cada uno de los alumnos le preguntaban durante cinco minutos. Estos docentes se han pegado dos días haciendo el examen porque eran muchos”.

En cuanto a la opción del alumnado a hacer trampas, Martín confesó: “Siempre tenemos miedo. Hicimos hincapié en que había que cambiar la metodología a la hora de evaluar al alumno. Hay profesores que han utilizado algunas herramientas para hacer difícil que el alumnado se copie. Tampoco pongo la mano en el fuego de que nadie haya hecho trampas, pero no tenemos quejas”.