“No puedo describir lo que siento, pero en esta labor solidaria me ha ayudado muchísima gente”

Un grupo de voluntarios de Villanueva del Arzobispo, encabezados por Ana María Fernández Robles, han confeccionado de forma altruista material de protección para los sanitarios del hospital San Juan de la Cruz de Úbeda, centro de salud y residencias de discapacitados. En total han sido, por ahora, unas 200 mascarillas y 200 gorros y en breve terminaran también unas calzas. “Debido a una operación, llevo de baja desde el mes de febrero y cuando empezó el estado de alarma, veía a mis compañeras de Ayuda a Domicilio trabajar sin ninguna mascarilla, entonces decidí coser mascarillas para ellas”, asegura Fernández. Poco después, ella avisó a una amiga que trabaja en el centro hospitalario de Úbeda y le preguntó de qué manera les podía ayudar. “Esta muchacha nos decía qué material necesitaban y les hemos mandado gorros y calzas, y la semana que viene les enviaremos más material”. Recientemente ha estado hospitalizada precisamente en el San Juan de la Cruz, por lo que recibió cada día el agradecimiento de los sanitarios del centro: “Todos los días y no puedo describir con palabras lo que siento, pero aunque ellos solo me veían a mi, detrás de mi hay un montón de personas, que cada una ha aportado su trabajo. Quien sabía coser, lo hacía, pero después había otros que ni siquiera sabían cortar, en ese caso buscaban las telas”. Se trata de un grupo de personas, que han querido aportar su granito de arena, cada uno con lo que ha podido, donando telas, otras cortándolas o confeccionándolas, e incluso otra desinfectando el material. Una cadena de gente solidaria, con una única intención ayudar a los más vulnerables. Por último, Fernández quiso destacar la escasez de recursos sanitarios: “Es penosa su situación; los EPIs con los que trabajan allí, son donados por la gente”.