Muestras de generosidad que hacen avanzar la investigación
El Biobanco permite a los ciudadanos participar en los estudios biomédicos
El semisótano del Hospital Médico-Quirúrgico acoge, junto al laboratorio experimental del Complejo Hospitalario de Jaén, el nodo del Biobanco del Sistema Sanitario Público Andaluz. Una instalación que integra a todos los bancos de sangre y tejidos con finalidad terapéutica, a los de investigación y a cualquier espacio sanitario público andaluz dedicado a la colección, tratamiento, conservación y cesión de muestras biológicas humanas a investigadores.
“El Biobanco supone la oportunidad para que el ciudadano se pueda implicar en investigación, puesto que siempre ha parecido que esta labor es ajena e, incluso en tiempos que afortunadamente están lejanos, se hizo totalmente de espaldas a la gente, sin ofrecerle información tan siquiera. Ahora estamos en una época en la que se garantizan sus derechos de manera efectiva, porque es un hecho que precisamos de la generosidad del ciudadano”, explica su director, Rafael Luque.
Y es que, concreta, donar muestras al Biobanco es una manera de demostrar la generosidad y la solidaridad de las personas para seguir avanzando en investigación biomédica: “Además de la publicación de artículos científicos, es necesario que el resultado de las investigaciones revierta en la sociedad como un nuevo tratamiento o método de prevención. Ese es nuestro fin último”.
El germen de este tipo de instalaciones está en los antiguos bancos de tumores de los hospitales. Antes se recogían esas muestras, que se conservaban en los servicios de Anatomía Patológica o en los archivos de los investigadores, pero a raíz de los cambios normativos, apareció un decreto específico para regular los establecimientos que ahora se llaman Biobancos: “En ellos no solamente almacenamos muestras de tumores o tejidos, sino también de sangre, de orina, incluso de saliva si es necesario. Nuestro fin último es tener un repositorio de muestras o de acceso a ellas y a sus datos clínicos asociados para poder ceder a las investigaciones”.
Se trata de una estructura que trabaja en red, en el caso de Jaén bajo las directrices del nodo coordinador, ubicado en Granada, lo que acelera ostensiblemente el proceso de recogida de muestras. En total son 26 los Biobancos que se encuentran en Andalucía, la mayoría localizados en los hospitales, y una característica importante es que, junto a la parte de investigación, también trabaja la asistencial, que son los Centros de Transfusiones. De esta forma, además de conseguir los productos necesarios para hacer tratamientos, desde el simple concentrado de hematíes a plasma o factores de la coagulación, por ejemplo, también tiene la posibilidad de ofrecerle a los donantes de integrar muestras en el Biobanco o reclutar controles, por lo general sanos, para proyectos de investigación.
Para realizar una donación existen varias vías. La básica en un principio era a través de la solicitud, por parte de los investigadores, de que el Biobanco custodie las muestras que precisan y, una vez terminado el fin último del proyecto, el excedente se integra en las instalaciones. A esta se suma la que en la actualidad está más extendida, que se realiza mediante la colaboración con los denominados clínicos recolectores, que son los médicos y enfermeros que están en las consultas y en las plantas, y que ofrecen a los pacientes la posibilidad de realizar estas donaciones: “Esto requiere un consentimiento específico en el que se informa al paciente sobre lo que se va a hacer con sus muestras o qué datos se van a almacenar, siempre conservando las garantías de la Ley de Protección de Datos y éticas para que se sepa que el uso de sus muestras va a estar controlando”.
La mayoría de las que se recogen son de sangre y suero, y en el caso de que un paciente se intervenga quirúrgicamente y se decida a realizar la donación, también de tejidos que se estudiarán en Anatomía Patológica.
Por lo general, el procedimiento es anónimo, aunque cualquier ciudadano puede solicitar que le manden información: “El Biobanco como estructura tiene unos requisitos de garantía para que la muestra conserve su trazabilidad, y todo lo que se hace con ella se puede consultar en nuestro programa informático, donde se puede saber qué parte de utilizó en un proyecto o en otro”.
Y, aunque la mayoría de los proyectos con los que trabajan son públicos, el Biobanco también provee a la industria privada: “En el caso de que el proyecto nazca dentro de un centro hospitalario, el manejo de las muestras y su suministro es totalmente gratuito, y lo único que hacemos son facturas informativas para saber qué parte del presupuesto se destina para esa investigación. Por su parte, en lo que respecta a las estructuras privadas, cobramos por todos los servicios que realizan, y ese dinero se revierte a fondos para la investigación. En concreto, a la Fundación Progreso y Salud”. Eso sí, en este último caso, reconoce Luque, son mucho más estrictos en los diferentes procedimientos. De hecho, todos los proyectos de investigación que solicitan muestras para biobanco tienen que pasar primero por una evaluación metodológica y ética para saber si el proyecto es viable y respeta los derechos de los pacientes a la hora de realizarlos. Y solo si pasa esa criba se hace la búsqueda en red de las muestras necesarias.