¿Me divorciaré tras esta cuarentena?

    08 abr 2020 / 11:35 H.

    La tensión del encierro puede acrecentar la presión o fortalecer la unión de la pareja. ¿De qué depende? De ti.

    —¿Con quién prefieres para esta cuarentena?

    a) Con tu actual pareja.

    b)...

    —La b, la b.

    Es uno de los chistes que más ha circulado estos días.

    ¿Tan difícil es la convivencia en pareja?, ¿realmente la convivencia es destructora del vínculo?

    El diario chino “Global Times” publicaba recientemente una inquietante estadística: “Tras el confinamiento por el coronavirus se habían disparado las peticiones de divorcio”.

    Si después de nuestras vacaciones se incrementan los divorcios, es “normal” que la cuarentena incremente las rupturas familiares. No obstante, la estadística no es más que una fría cifra.

    ¿En qué lado quieres estar tras esta “tarjeta amarilla”?

    Sin duda la cuarentena es una experiencia especial a nivel personal, social, familiar y de pareja. Hay que aprender a convivir con ella y controlarla. La actual crisis es una prueba que puede ayudar a crecer personalmente y como pareja. Es nuestra decisión si este “encierro” fortalece nuestra pareja dando sentido a nuestra unión o nos volcamos en la frustración, la culpabilización y el mal humor.

    Es seguro que esta situación crítica va a generar desencuentros. Lo importante es cómo las manejamos y solucionamos. Es momento de responsabilidad individual y social y de heroísmo porque lo complicado y difícil es de valientes. Pero se puede conseguir. Te dejo algunas pautas que te pueden ayudar a gestionar esta difícil situación:

    1. Cada mañana recuerda tu compromiso y por qué lo adquiriste: quiero hacerte feliz, quiero cuidar de ti, confío en ti...

    2. Respetad el espacio y el horario individual de la pareja. Debéis encontrar un lugar especial donde retiraros. Seguid con las rutinas de trabajo, deporte, estudios y proyectos. No es tiempo para el juicio y la exigencia, es tiempo para la aceptación de uno mismo y del otro, a través del amor, la paciencia y la ternura.

    3. Respeta los momentos para estar juntos. No necesariamente tenemos que pasar el día entero juntos, pero hay que dedicar un tiempo para conversar y estar solos, momentos de intimidad. Estar encerrado no implica matar el romanticismo. No culpes a la pareja de la situación, no descargues en ella tus frustraciones. Habla de la situación media hora al día, pero no te regocijes en la tragedia.

    4. Poneos de acuerdo en cuáles son las tareas de la casa: cada uno puede elegir la que más le guste o menos le disguste. Poneos un tiempo para ser cumplidas. En estos días los horarios y tareas deben ser más flexibles por dos motivos: Tenemos más tiempo y la tensión puede disparar el estrés y el conflicto. La paciencia es una buena receta.

    5. Cuida los detalles, esos regalos de amor; marcan la diferencia; envíale un mensaje sorpresa, llévale el café, prepárale su comida favorita, etcétera. Abrazaos cada vez que coincidáis por el pasillo, miraos a los ojos o daos un beso.

    6. Sé agradecido: no des nada por hecho. La rutina es una gran bomba de destrucción masiva.

    7. Aplaza las discusiones, esperad a que pase el enfado. Seréis más justos cuando estéis calmados y evitareis heridas difíciles de curar.

    8. Respeta el gusto de tu pareja, no intentes cambiarlo. Sé amable, no utilices un lenguaje violento.

    9. Habla de cómo te sientes, de lo que piensas. Escucha, no tienes la verdad absoluta. Siempre suele haber dos puntos de vista. Recuerda que la otra persona es tu apoyo, tu amigo, tu confidente, tu compañero de viaje, con la que puedes contar en estos momentos de miedo o incertidumbre.

    10. Relativiza las pequeñas cosas que pasan en el día a día, no las acumules, intenta arreglarlas. No eches en cara problemas pasados. Perdona de verdad, sin rencor. Vacía cada noche tu equipaje. El sentido del humor, siempre es un plus o un regalo. Trabájalo.

    Revive esa sensación de felicidad, de estar en una nube, recuerda cómo su dedicación hizo que tu vida empezara a tener sentido, no fue fácil, antes hubo soledad, desengaño, incertidumbre y frustración. Porque solo se equivocan los que luchan por ser felices. Es un tiempo de Gracia, de elección, no esperes a perderlo, para darte cuenta.