Más de 8.600 personas “sueñan” en Jaén con plazas fijas del SAS
Los profesionales ven “muy difícil” conseguir un puesto, dada la gran demanda

Centenares de personas, que se han pegado un buen “madrugón”, aguardan, impacientes, en el Aulario Flores de Lemus de la Universidad, la entrada a “clase”. Son las ocho de la mañana y ha llegado el momento más esperado. Es la hora de presentar el documento de identidad, acceder a la sala una vez que sean llamados por su nombre y apellidos y “cruzar los dedos”. La suerte está echada. Esta misma escena se repite en otras universidades andaluzas todo el fin de semana, ya que más de 97.600 personas aspiran a plazas fijas en las categorías de auxiliar de Enfermería, celador, enfermero y administrativo que convoca el Servicio Andaluz de Salud (SAS) dentro de su Oferta de Empleo Público (OEP). Una cita muy esperada, puesto que las anteriores fueron en 2007 y 2002.
A esos “nervios” se une, en muchos casos, la sensación de que existen escasas posibilidades de lograr el trabajo soñado. “Pocas plazas para tanta demanda”, aseguran algunos. Y es que solamente en Jaén se examinan, este fin de semana, 8.692 personas para las 4 categorías profesionales citadas. En total, las más de 97.600 inscritas aspiran a alguno de los 2.013 puestos, de las que 1.253 se incorporan por primera vez con plaza propia a través del turno libre y 760, por la vía de la promoción interna.
Pero a pesar de la incertidumbre de lograrla o no, la convocatoria es esperada y demandada tanto por los profesionales más jóvenes como por los veteranos. En el primer caso, muchos pretenden conseguir puntos y mejorar su posición en las bolsas de trabajo y en el segundo —los que acumulan años de experiencia—, esperan el “gran día” porque siguen sin plaza fija. Según señaló la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Teresa Vega, en total, en toda la Oferta de Empleo Público correspondiente a 2013, 2014 y 2015, se ofertan 3.282 plazas, y el 7 por ciento, tal y como establece la normativa vigente, se reserva para personas con alguna discapacidad. La duración máxima de las pruebas es de 3 horas, un tiempo en el que, en la Universidad, esperaron, impacientes, numerosos familiares. Así, en Jaén, ayer por la mañana, estaban llamados a examinarse 2.494 aspirantes a auxiliar de Enfermería y por la tarde, 2.195 que buscaban un “hueco” como celador. Hoy por la mañana le toca el turno a las 2.475 opositoras a enfermero y, por la tarde, a 1.528 aspirantes a auxiliar administrativo.
La convocatoria de estos 2 días es la más “multitudinaria”, si bien los primeros exámenes de la OEP convocada por el SAS se desarrollaron en diciembre, cuando 1.142 personas aspiraron a 59 plazas de técnico de Función administrativa y técnico medio-gestión de Función administrativa, opción Administración general. Recientemente también se celebraron las pruebas para técnicos especialistas en Laboratorio y Radiodiagnóstico y en próximas fechas se harán los exámenes a telefonista, técnicos en Farmacia, Anatomía patológica y Radioterapia, así como fisioterapeuta, trabajador social, administrativo, pinche, facultativos especialistas de área, farmacéuticos y médicos de familia de Atención primaria, médicos de familia en unidades de Urgencias hospitalaria, pediatra, celador-conductor, ingeniero técnico, limpiador, técnico superior en alojamiento, cocinero, personal de lavandería y planchado y matrona. Para todas las categorías hay más de 150.000 aspirantes admitidos. Así, por ejemplo, en Andalucía se han contabilizado 25.544 a auxiliar de Enfermería para 746 plazas y 20.219 a celador para 184. Hoy opositan 33.916 para enfermero, y se cuentan 831 puestos, de los que 506 son de turno libre y 325 de promoción interna. O lo que es lo mismo, que hay 40 aspirantes para una plaza.
“DISPOSITIVO”. Por otro lado, Vega destacó que en la preparación de las aulas y las pruebas se cuenta con los recursos necesarios para discapacitados, con intérpretes de lengua de signos, equipos adaptados y espacios para personas con ceguera. Además, las mujeres que lo necesitan disponen de salas de lactancia y, como personal de apoyo, las aulas tienen un centenar de personas en Jaén. Con respecto a los exámenes, los custodia una empresa de seguridad.

n Ramona López Villanueva es una de las cerca de 2.500 personas que, ayer por la mañana, se acercaron hasta el aulario Flores de Lemus de la Universidad de Jaén para “probar suerte”. López se dio un “madrugón” mayor que el de otros aspirantes, puesto que se desplazó desde la vecina Ciudad Real. “Es la primera vez que me presento aquí en Jaén, dada la cercanía con mi provincia. Otras veces he acudido a exámenes, pero en Castilla-La Mancha”, manifestó poco antes de entrar a las pruebas, de una duración aproximada de tres horas.
En su caso, López aseguró que llegó “poco preparada”, ya que comenzó a estudiar el pasado mes, aunque esperaba que todo marchase bien y pueda contar con uno de los ansiados puestos. “Lo peor de todo es que hay muy pocas plazas para la cantidad de demanda que existe”, consideró. En este sentido, la Oferta de Empleo Público (OEP) convoca 3.282 para trabajar en el sistema sanitario público andaluz, de ellos que 2.082 se incorporarán por primera vez con plaza propia a través del turno libre y los 1.200 restantes podrán mejorar su situación laboral por la vía de la promoción interna. Para todas estas plazas, como sabe esta opositora, se examinan más de 97.600 personas para celador, enfermero, auxiliar de Enfermería y administrativo en toda la comunidad. La “mejor baza” de Ramona López es su trayectoria profesional. “Acumulo una experiencia de diez años en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ya que he trabajado en distintos hospitales”, aseveró.

Miguel Ángel López, al igual que buena parte de los opositores, no podía contener “los nervios” antes de entrar al aula par a realizar las pruebas. Con su documento de identidad en la mano y a la espera de la “orden” para comenzar, este auxiliar de Enfermería aseguró: “Llego preparado a la convocatoria del Servicio Andaluz de Salud (SAS) pero nunca se sabe lo que puede ocurrir, así que no respiraré tranquilo de momento”. Y es que, como afirmó, tendrá que esperar los resultados para saber si cuenta o no con una plaza en el sistema sanitario público de la comunidad.
“Creo que en esta ocasión tengo pocas posibilidades”, opinó este opositor. Y no es porque, a su juicio, no se encuentre preparado, sino que la cuestión, añadió, es que hay convocadas “pocas plazas”, sobre todo si se tiene en cuenta la demanda existente. Según los datos facilitados por la Junta de Andalucía, en la región están llamados 25.544 aspirantes a auxiliar de Enfermería. De todos los puestos, el 7 por ciento se reserva para personas con discapacidad. “Aquí hay mucha gente para pocas plazas”, insistió después de ver la cantidad de personas que, en la provincia, han acudido a examinarse como auxiliares. Y eso que la experiencia es lo que “le sobra” a Miguel Ángel. “He trabajado durante ocho años en hospitales y en residencias de bienestar social de Castilla-La Mancha”, expresó. Algo que, como resaltó, no es “suficiente” para contar con un puesto “fijo”.

Son los otros “sufridores” de las pruebas que, este fin de semana, se realizan en toda Andalucía. Los familiares apoyan, semanas antes, a los opositores e, incluso, algunos no pueden “pegar ojo” la noche antes de los exámenes. Muchos de ellos estuvieron ayer cerca de los “protagonistas” y esperaron, impacientes, durante tres horas, aproximadamente. Es el caso de José Alberto García, que se desplazó desde Peal de Becerro y acompañó a su mujer, Carolina González Garrido, a la prueba. “Es la primera vez que se examina y ha entrado un poco nerviosa, lo normal”, señaló José Alberto García mientras observaba la clase en la que se encontraba su pareja. “Se examina como auxiliar de Enfermería, aunque tiene poca experiencia laboral. Cuando acabó hizo las prácticas en el Hospital de San Juan de Dios de Úbeda”, subrayó. Como manifestó, su mujer acudió al examen “muy preparada”, ya que estudió mucho, aunque “nunca se sabe” lo que puede ocurrir puesto que, argumentó, era la primera vez que oposita, y hay “muchísima gente” que se presenta a estos exámenes. “Al ser la primera vez tampoco conoce mucho el sistema, pero no perdemos la esperanza de que todo marche bien y cuente con una plaza”, aseguró el marido.
La familia —según el pealeño— vive esta convocatoria del Servicio Andaluz de Salud (SAS) “casi con más nervios que ella”, puesto que la espera desde que se presenta con el DNI y hasta que sale es “larga”. “Confiamos en que todo marche bien, que salga contenta y que tenga suerte”, dijo. Y, si no la hay, pensaba el marido, “otra vez será”.