Los olivareros tensan la cuerda y exigen medidas con urgencia

Nadie pone en duda la profesionalidad del ministro de Agricultura, ni su capacidad de gestión aquí y en Bruselas ni el conocimiento exhaustivo que tiene de la agricultura. Pero los olivareros están al límite y se reafirman en el calendario de movilizaciones previstos para seguir presionando con el objetivo de que las medidas para resolver la crisis del sector sean de urgencia, en tiempo y forma. Y habrá más acciones de protesta a corto y medio plazo, porque saben que es una batalla larga y de incierto resultado. Son veteranos y no han olvidado la batalla que se desencadenó tras el misil lanzado a finales de los años noventa del siglo pasado por la Comisión Europea cuando anunció la reforma de la OCM del aceite de oliva.

La reunión de ayer parece que marca un punto de inflexión en el conflicto por la crisis de precios que castiga al aceite de oliva en particular y a la agroalimentación española en general.

Así comienza a abrirse paso el espíritu combativo del 98, año en el que se cortaron carreteras, hubo marchas hacia Madrid, manifestaciones en la capital de España y en Bruselas y una jamás vista en Jaén, que lideró la respuesta a aquella OCM que pretendía cambiar la producción por el árbol y dejar el cheque comunitario para el sector en régimen de adelgazamiento. No se ganó la guerra, pero sí aquella batalla. Las valoraciones de las organizaciones agrarias más representativas van en esta línea.

Juan Luis Ávila, responsable del sector del olivar en COAG y secretario general de Jaén, exigió tras la reunión medidas urgentes para el olivar y advirtió de que habrá movilizaciones hasta que no se reviertan los bajos precios del aceite. Agradece la “atención” del ministro Planas, pero asegura que “por desgracia no hay nada nuevo” sobre la mesa. “Sufrimos una reducción del 55% de los precios y estamos en una situación de quiebra técnica. Vamos a seguir adelante con el plan de movilizaciones y se estudia retomar la marcha del olivar del 98. Vamos a estar en la calle hasta que se encuentre una solución”, advirtió. GOAG entiende que hay iniciativas que tardarán un tiempo en ponerse en marcha, pero insiste en que es necesario “un paquete de medidas relacionadas con la cadena alimentaria y con la composición de precios en la cadena que se pongan en marcha lo antes posible, con urgencia”.

Cristóbal Cano, responsable sectorial del olivar de UPA y secretario general de Jaén, reitera que los olivareros están perdiendo mucho dinero en los últimos años. “No es cierto que todo el sector del olivar tiene dificultades. El olivar tradicional, que es el mayoritario en nuestro país y en Andalucía, no puede soportar este nivel de precios”, explica. Y apunta al otro olivar: “Producir un litro de aceite nos cuesta 2,70 euros y nos lo pagan por debajo de 2 euros. No sobra aceite de oliva, sobran especuladores. ¿Queremos agricultura con agricultores, sostenible en todos los ámbitos, o queremos una agricultura de olivares intensivos o superintesivos que le salen las cuentas a 2 euros?”, inquirió.

Francisco Molina, secretario general de Asaja en Jaén, también entra en esta disyuntiva. “Hay que mirar por el olivar tradicional que es el sostén de los pueblos. Si desaparece, desaparecerán ellos”, reflexiona. Valora las medidas anunciadas por el ministro, que se concretarán a medio y largo plazo. Y analiza a corto plazo otras, el almacenamiento privado, como una esperanza: “La tercera subasta se ha llevado 150.000 kilos y ya se nota un cierto repunte en el mercado, para el precio, de unos 10 a 15 céntimos. A ver si con la cuarta subasta sigue la tendencia al alza”, explica. Ratifica las movilizaciones y, personalmente, cree que llegarán “hasta Madrid e incluso hasta Bruselas”. Dice que la reunión con el ministro es positiva, y abre la crítica por los aranceles de Estados Unidos, calificándolos de vergüenza. Situación en la que “a la política de exteriores de este Gobierno se le ha echado en falta capacidad para defender nuestros intereses”, concluye.