“Los compañeros son quienes te ven cada día y se han convertido en una auténtica familia”

Victoria Sanz, enfermera de Martos, está viviendo esta crisis sanitaria desde todas las perspectivas: trabaja en la UCI del Hospital Universitario de Fuenlabrada, también en la Medicina Interna del Hospital Universitario Moncloa de Madrid y, en casa, comparte piso con otra facultativa. Esta joven tuccitana reconoce que más que la carencia de material —”que sigue faltando”—, la sociedad no estaba preparada mentalmente para la gravedad de este problema. “Al principio pensábamos que no fuese a abarcar tanto, pero cuando llegó, todo fue caótico”, reconoce Sanz, quien añade, en este sentido, la dificultad añadida que conlleva tener lejos a la familia. “Por una parte, sabes que no están en riesgo, pero por otra ese apoyo no te lo pueden dar”. El hospital de campaña de Ifema ha permitido, al menos, descongestionar sobre todo las plantas: “Aunque en las UCIs el colapso sigue estando, las plantas cada vez están más limpias de Covid-19”. Victoria subraya que lo más duro es ver morir a una persona en solitario. “A la muerte nos enfrentamos cada día, pero lo más duro es ver a alguien que ha muerto solo, sin que los familiares hayan podido despedirse”, destaca esta facultativa marteña, quien manifiesta que durante el trabajo, sus compañeros son quienes se dan apoyos para seguir adelante. “Ellos son los que te ven cada día y se han convertido en una auténtica familia, te animan o te pueden dar un abrazo en el vestuario”. Aunque esté en primera línea de defensa ante el “bichito”, los aplausos y la solidaridad que se desprende de cada lugar es su mayor energía: “Cuando ves que están fabricando pantallas como en mi ciudad, mascarillas, gafas, o que también nos traen comida, es emotivo. Además, nosotros nos comprometimos a trasladarles las cartas a los pacientes y así también se animan”.