Las visitas a presos, el lunes, al 50%

Habrá seis locutorios abiertos y accederán a ellos solo dos familiares por interno

16 may 2020 / 10:50 H.

Decía Mahatma Gandhi que la libertad no es digna de tener si no incluye en ella la libertad de cometer errores, y es que aquellos a los que se les privó de libertad por cometer alguno que otro ven a partir de la semana que viene una puerta abierta hacia el exterior.

No, nadie saldrá de prisión excepto aquel que cumpla condena, pero igual de cierto es que en el marco del proceso de desescalada iniciado como transición a la denominada “nueva normalidad”, el próximo lunes se acabarán las videollamadas para contactar con familiares, que tras más de dos largos y tediosos meses de confinamiento, podrán acceder por primera vez a las instalaciones de la prisión para visitar a “sus” internos.

No podrán tocarse ni abrazarse, eso sí, pero menos es nada. El lunes “abre” la cárcel al 50%, por lo que según informa Pablo Viedma, representante en la provincia de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), de los doce locutorios que hay en la cárcel de Jaén, se abrirán seis y únicamente se permitirá la visita de dos familiares por recluso. Además, añade: “Habrá cuatro turnos al día”. Por ello, si no salen mal las cuentas, a partir del lunes las puertas de la prisión se abrirán para recibir a unos cincuenta familiares —divididos de dos en dos máximo por cada locutorio y repartidos en cuatro turnos diarios—.

En lo que se refiere a las videollamadas, han sido un instrumento de mucha utilidad para acercar a presos y familiares en tiempos de confinamiento, y es que desde que se decretara el estado de alarma, las puertas de la cárcel se cerraron a cal y canto para permitir, únicamente, el acceso de los funcionarios de prisiones y demás trabajadores. En esta línea, Viedma contabiliza, a ojo, que mensualmente se produjeron entre 600 y 700 videollamadas entre presos y familiares. En total, si ha habido dos meses en los que los internos no han podido recibir visitas de sus seres queridos, ha habido algo más de 1.200 contactos telemáticos con el exterior. Sin embargo, desde este lunes podrán ver a sus familiares frente a ellos, aunque de dos en dos.

Se trata de una medida que está dentro del proceso de desescalada iniciado por el Gobierno y que pretende desembocar en la nueva normalidad. Por ello, tras las medidas de seguridad que se establecieron en la cárcel para evitar que el coronavirus entrara, ahora abre sus puertas para recibir a los familiares, que por supuesto tendrán que seguir a rajatabla las normas de seguridad e higiene para evitar que se produzca algún contagio y echar por la borda todo lo hecho.

sin comunicación. En otro orden de cosas, pero también en relación a las videollamadas, Etxerat, una asociación de familiares de presos encarcelados a causa de su actividad en el autodenominado movimiento de liberación nacional vasco, publica un informe sobre la situación de la covid-19 en las prisiones de España. En la octava página del último estudio publicado, Etxerat habla sobre las comunicaciones intermodulares —las que se producen entre familiares, amigos o parejas sentimentales cuando ambos están internos en prisión pero en módulos diferentes— y asegura que en cárceles como la de Jaén no se ha autorizado la videollamada como método para facilitar este tipo de comunicaciones.

EL CORONAVIRUS SE CEBA EN ESTREMERA

CONTAGIOS. Por fortuna, en la cárcel de Jaén no se ha contabilizado ningún caso de coronavirus. Así lo transmitieron, a la vez que pusieron en valor las medidas higiénicas adoptadas. Sin embargo, en la cárcel de Estremera —en Madrid—, el 50% de los internos está contagiado de coronavirus.

¿dónde se infectó el primer preso?

CASOS. No fue en Estremera, sino en la prisión de Zaballa (Álava). Un preso, el primero en España, dio positivo tras tener contacto con un agente de la Ertzaintza infectado. Se trata del segundo caso en una cárcel española tras el positivo de una trabajadora en de la prisión de Aranjuez (Madrid).

a cal y canto para evitar al “bichito”

MEDIDAS. En las prisiones se extremaron las precauciones y se adoptaron medidas como la suspensión de todas las comunicaciones familiares, de convivencia e íntimas. Solo se ha permitido, hasta ahora, el acceso a personal funcionario, laboral y personal extra penitenciario cuya labor sea del todo imprescindible.