Las parejas jiennenses prefieren unirse en matrimonio por la iglesia

Suenan campanas de boda, toca celebrar el amor. Pruebas de vestido, del menú, las tarjetas, elegir al fotógrafo, el destino donde pasar los primeros días tras el sí quiero, los invitados, los regalos y un sinfín de detallas que hacen que las bodas sean toda una aventura por las que un total de 2.290 jiennenses decidieron emprenderla el pasado año. En el caso de los datos más recientes, correspondientes al último cuatrimestre del pasado año y publicados hace apenas un mes, de los 469 enlaces que se produjeron en la provincia, la mayor parte fueron entre personas de distinto sexo, aunque cada vez son más aquellos del mismo que deciden dar el paso y formalizar su relación a través de dos bonitas alianzas en el anular. En los últimos meses lo hicieron cuatro parejas de mujeres y una de hombres. En término generales y en contra de lo que se pueda pensar, la tendencia a formalizar relaciones en la provincia ha sufrido un ascenso, pues en el año 2017 se produjeron 2.277, mientras que en 2016 fueron 2.211, lo que muestra un ascenso progresivo.

Ahora bien, el elemento más llamativo recae en el tipo de boda que prefieren los jiennenses, pues siguen optando por los enlaces matrimoniales dentro de la iglesia católica, concretamente 1.169, frente a los que optan por un matrimonio civil, 1.119. Lo más relevante en este caso, es que Jaén se sitúa como la única provincia andaluza en la que los matrimonios por la iglesia superan a los civiles, mientras que en el resto de territorios de la región hace tiempo que la iglesia pasó a ser la segunda opción para las parejas que deciden dar el paso, con ejemplos tan llamativos como los de Granada, en los que los matrimonios por la iglesia el año pasado fueron 981, frente a los que prefirieron una celebración civil que se elevan hasta los 1927. Sin embargo, hay que destacar que la líneas es decreciente, aunque lejos de ser superada por las civiles. Por su parte, aquellos que se unen por otro tipo de religiones apenas fueron dos.

Una vez claro que los de la tierra verde prefieren la tradición y eso de llegar al altar del brazo de la madre o el padre, quedaría saber cual es el mes más demandado para unir las almas. Existen dos preferencias claras, septiembre, donde el pasado año unas 400 personas se dieron el sí quiero, una vez pasados los meses de sofoco veraniego y junio, que se coloca en segunda posición con 378 enlaces.

Según los expertos, las tendencias de las nuevas generaciones reflejan una “menor tendencia al compromiso pues muchos supeditan el desarrollo profesional”. Además, cada vez es más común la creación de parejas con “techo dual”, es decir, aquellas que conviven durante una parte de la semana por separado. Todo ello, a la larga, podría manifestar en una bajada del número de parejas que deciden pasar por el altar o comprometerse por lo civil aunque, de momento, a los jiennenses les gusta darse el sí quiero.