Las lágrimas de La Soledad

A pesar de que la cofradía esperó, la constante llovizna provocó que se cancelara la procesión

01 abr 2018 / 12:04 H.

Rodeada de una gran intimidad y solemnidad, la Cofradía del Cristo Yacente y la Soledad también sufrió las consecuencias de una lluvia que bien demostró su gusto por la capital, pues no quiso marcharse durante todo el Viernes Santo. Por ello, las imágenes titulares de esta hermandad tuvieron que quedarse refugiadas en la iglesia de San Ildefonso, lo que dejó a Jaén con una tarde de Semana Santa totalmente deslucida.

Las nubes cubrieron el cielo de la ciudad desde bien entrada la mañana y una leve llovizna bajó de ellas durante toda la tarde. Sin embargo, las esperanzas siempre estuvieron presentes en todos y cada uno de los devotos del Cristo Yacente y a Nuestra Señora de la Soledad. Tanto es así que la junta de gobierno se reunió, hasta en dos ocasiones, para decidir si saldrían del templo o no. Así, no fue hasta las 20:00 horas que Pedro Merino, hermano mayor de la cofradía, anunció a todos que, finalmente, la junta tomó la decisión de no salir para no poner en riesgo a sus imágenes. “Es preferible proteger el patrimonio y a nuestras imágenes titulares. Por eso tomamos la decisión de quedarnos en la iglesia, porque para nosotros el Cristo y la Virgen son muy importantes, tienen un lugar muy grande en nuestro corazón”, detalló Merino. Esta noticia hizo que muchos no pudieran evitar dejar que sus emociones salieran a la luz, sobre todo con el homenaje musical que un cuarteto de viento ofreció a las imágenes. “La gente le profesa mucha devoción a nuestro Señor y su madre y los que estamos aquí lo hacemos por convicción”, subrayó Jiménez, que no pudo acertar más, pues, a pesar de que los pasos no procesionaron, nadie se marchó del templo hasta más de una hora después de saber la decisión de la junta. “El Viernes Santo es un día muy importante para nosotros y, por supuesto, las emociones están a flor de piel. Hacía varios años que no nos quedábamos encerrados, pero esta vez vinieron así las circunstancias, por lo que hay que aceptarlas”, expresó Pedro Merino.

Francisco Jiménez, vice hermano mayor, puso la vista en el futuro y dijo: “Hoy tenemos que quedarnos aquí con todo nuestro pesar, pero el año que viene estoy seguro de que volveremos a salir”, y aseguró que, aunque no pudieron disfrutar de su esperada procesión, su cofradía “vive la Semana Santa todo el año”.

Un futuro que se pinta con varias novedades para ellos, pues, según indicó Jesús María Pegalajar, secretario de la hermandad, para culminar la celebración del centenario de la llegada de la imagen de la Piedad a la capital en 1918, pretenden volver a sacar a la talla en procesión. Una costumbre que comenzó en 1947, pero que se perdió en 1993. “Sería el colofón perfecto para todos estos actos y cultos que pueda volver al cortejo”, sentenció Pegalajar.