La provincia de Jaén también debe reaccionar ante el crack económico

21 abr 2020 / 10:00 H.

En mis anteriores colaboraciones en Diario JAÉN de los pasados 16 de abril (“¿Nuevos Pactos de la Moncloa?”) y 18 de abril (“España ha de reaccionar de manera inmediata ante el crack económico”), abogaba por llegar a una gran acuerdo entre todas las formaciones políticas del arco parlamentario, así como con los agentes económicos y sociales, para afrontar la gravísima situación económica a la que España ha de enfrentarse, desde ya, a causa de la pandemia del coronavirus y de la consiguiente paralización económica, con drásticas caídas del consumo privado, de la inversión empresarial, de las exportaciones y con incremento del gasto público y reducción de ingresos, lo que incrementará el déficit y la deuda pública. Asimismo, abogaba por la urgencia de unos Presupuestos Generales del Estado de choque para este mismo año de 2020, igualmente consensuados, y en los que se contemplaran un conjunto de medidas urgentes para atajar los aspectos más graves de la crisis e impulsar la recuperación económica.

Entre los lectores que me han hecho llegar sus comentarios, la tónica general es la del escepticismo ante mis propuestas. El nivel de crispación política del país, que la pandemia no ha amortiguado, hace que se vea como una quimera el que Gobierno y oposición puedan llegar a un gran “Pacto de Estado” para afrontar coordinadamente la crisis y la recuperación. Cuando veamos que Alemania sale antes de la recesión económica (en torno al 90 por cien de su población y del parlamento apoyan al Gobierno ante la crisis), así como Portugal (donde también hay un amplio consenso entre Gobierno y oposición política), nos lamentaremos y, claro está, echaremos la “culpa al contrario”, algo muy español.

Tras este preámbulo, hoy me quisiera centrar en Jaén, en el conjunto de la provincia del Santo Reino. Quizás no sea este el momento de insistir en el atraso secular de nuestra tierra, en las deficiencias de nuestras infraestructuras de comunicación —fundamentalmente ferroviarias—, en las altas tasas de paro que históricamente soportamos, en la crisis industrial del último decenio, en la estacionalidad de nuestro sector turístico, en los bajos precios del aceite de oliva que lastran la viabilidad de muchas explotaciones, etcétera. Tampoco es el momento, quizás, de volver a recordar nuestras grandes potencialidades para fomentar el desarrollo, tales como los 66 millones de olivos que nos convierten en la primera potencia mundial en la producción de aceite de oliva, en la riqueza monumental de las ciudades “Patrimonio Mundial” de Úbeda y Baeza, en la inmensidad y calidad de nuestro territorio protegido ambientalmente (los Parques Naturales de Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra Mágina, Sierra de Andújar y Despeñaperros), en la riqueza del arte Íbero que atesoramos, en la amplia tradición industrial de esta provincia, en la posición estratégica de la que gozamos geográficamente —no obstante, muy poco aprovechada—, en la potencialidad de la Universidad de Jaén, etcétera.

No, no es el momento de hablar de “debilidades” ni de “fortalezas” del territorio y de la economía provincial. Quizás este sea el momento de recordar que en la provincia de Jaén, como también ha ocurrido en las ciudades de Málaga, Zaragoza, Bilbao, Barcelona, Valencia o San Sebastián, entre muchas otras, se ha sido capaz de consensuar entre todas las administraciones públicas —frecuentemente de diferente color político—, con los agentes económicos —empresarios— y con los sindicatos, un programa consensuado de desarrollo económico y social, es decir, un plan estratégico para el territorio, para la provincia de Jaén, en nuestro caso.

En efecto, el 20 de julio del año 2000 se aprobaba en una Asamblea de Colaboradores, a la que asistió el Presidente de la Junta de Andalucía, el I Plan Estratégico de la provincia de Jaén, el cual fue impulsado y elaborado por la Fundación “Estrategias para el desarrollo económico y social de la provincia de Jaén”, en la que se integran la Diputación de Jaén, la Junta de Andalucía, la Administración General del Estado, los ayuntamientos de Jaén y Linares, la Universidad de Jaén, las Asociaciones para el Desarrollo Rural, la Confederación de Empresarios de Jaén, UGT, CC OO, Caja Rural de Jaén, Unicaja y CajaSur. En diciembre de 2011 el Patronato de la Fundación “Estrategias” aprobaba el II Plan Estratégico de la provincia de Jaén, cuyo periodo de vigencia ha sido prorrogado recientemente hasta el año 2023.

Como toda obra humana, el proceso de planificación estratégica ha estado repleto de aciertos y de equivocaciones, de éxitos y de proyectos incumplidos, de avances y de estancamientos, de desigual implicación de los participantes, etc. No obstante, lo que en este momento quiero resaltar es que administraciones públicas de distinto signo político, así como empresarios y sindicatos, han conseguido ponerse de acuerdo en el pasado reciente para: “Transformar a Jaén en una provincia industrialmente avanzada, económicamente dinámica, territorialmente equilibrada, socialmente solidaria, creativa culturalmente, comprometida con la educación, la investigación, la innovación y la sostenibilidad, baluarte y punto de referencia del aceite de oliva, del turismo interior y de la calidad ambiental”. Sí, en Jaén ha sido posible la concertación, el acuerdo, el consenso, para impulsar el desarrollo de nuestra provincia, como también lo ha sido en otras muchas ciudades y territorios, tal y como señalaba con anterioridad.

¿Qué cabe hacer ahora? Sin duda, reforzar la concertación para hacer frente a la crisis, a la recesión, al crack económico que se nos viene encima. A mi juicio, contamos con el vehículo para la concertación, la Fundación Estrategias. Hay que reaccionar para poner las bases de la recuperación. Ciertamente, lo más urgente es la salud, la superación de la pandemia, pero también debemos propiciar que el daño al tejido empresarial, al empleo, al bienestar de la población, etc., sean los menores posibles.

El II Plan cuenta con 8 Estrategias: 1. “Jaén, industrial”, 2. “Jaén, calidad ambiental”, 3. “Jaén, innovadora”, 4. “Jaén, cultural y educativa”, 5. “Jaén, paraíso interior”, 6. “Jaén, centro mundial del aceite de oliva”, 7. “Jaén, provincia bien comunicada”, y 8. “Jaén, provincia para la convivencia y el bienestar social”. En todas ellas se ha avanzado y, claro está, hay muchos proyectos y actuaciones pendientes de desarrollar. A título de ejemplo nos fijamos en la Estrategia 7. “Jaén, provincia bien comunicada”, en la que queda mucho por hacer todavía: “No se han transformado en líneas ferroviarias de altas prestaciones ni la Jaén-Córdoba, ni la Jaén-Alcázar de San Juan-Madrid, pero tampoco se han mejorado los servicios que se prestan en tiempos o en horarios a estos destinos, ni se han adoptado otras medidas como la recuperación del intercambiador de Alcolea. Tampoco existe aún conexión directa Jaén-Granada por ferrocarril, ni se ha mejorado la línea Almería-Linares. El sistema ferroviario-tranviario provincial no se ha desarrollado (ni siquiera está aún en funcionamiento el tranvía de Jaén capital). No se han concluido aún la Autovía del Olivar, ni la A-32 Bailén-Albacete y tampoco se han desdoblado la A-81 ni la A-306. El Área Logística Puerta de Andalucía, vital para aprovechar la situación geoestratégica de la provincia, no se ha desarrollado y queda también mucho que hacer en cuanto a planes de movilidad y planes de transporte metropolitanos. Otro de los proyectos clave para el desarrollo económico provincial y que aún no ha terminado de implementarse es el de mejora del suministro eléctrico y construcción/ampliación de infraestructuras energéticas”. (Propuesta de reformulación del horizonte temporal del II Plan a 2023, aprobada por el Patronato de la Fundación “Estrategias” el día 18 de diciembre de 2019).

En suma, quedan muchas actuaciones pendientes de desarrollar, muchos proyectos por ejecutar, pero habrá que seleccionar los más urgentes, habrá que consensuar las medidas de choque que permitan amortiguar la recesión y poner las bases para la recuperación a todos los niveles, pero eso sí, de forma consensuada entre todas las administraciones y con los agentes económicos y sociales, puesto que:

—“Si nos ponemos todos de acuerdo, venceremos a la crisis económica generada por el coronavirus”.

—“Lo consiguieron porque no sabían que era imposible” (Jean Cocteau).