La Navidad llega a Jaén con luz, fuegos y fantasía
Miles de personas abarrotan la Plaza de Santa María para ver un espectáculo que abre las celebraciones
La Navidad llega a Jaén. Miles de personas —muchos niños— abarrotaron la Plaza de Santa María para presenciar un espectáculo de luz, color, música, fuegos artificiales y fantasía que sirvió para abrir las fiestas. A las nueve de la noche se apagaron las luces y miles de personas se callaron a la vez. Solo se veía brillar el reloj del Ayuntamiento y algunas pantallas de teléfonos móviles. Los cañones comenzaron a proyectar luces hacia la fachada para, después, vestir de rojo la Catedral.
Empezaron a aparecer fuegos desde la cornisa, destellos verdes en la fachada del Ayuntamiento y una gran estrella, que traía la Navidad a la ciudad. Entonces, salieron muñecos de nieve bailando, apareció Rudolf, el reno preferido y hasta el mismísimo Papá Noel. Lo hacían mientras que por la megafonía sonaba una canción que decía: “Llegó la Navidad, pórtate bien, Santa Claus ya está aquí y verá todo lo que hagas”. Mientras tanto, miles de niños miraban con ojos vivos y dejaban la boca abierta. Los mayores tampoco se quedaban atrás. Ayudaba mucho el decorado, ya que proyectar en la fachada de Andrés de Vandelvira imágenes con fantasía es una delicia.
25 minutos. Luego sonó “El tamborilero” y llegaron los Reyes Magos mientras que decenas de fuegos artificiales alumbraban el oscuro cielo de la Plaza de Santa María. Solo faltó que nevara, aunque muchos hasta se lo figuraban porque empezó a hacer mucho frío debido a un aire desagradable que corría de una punta a la otra de la plaza. En cambio, miles de personas aguantaban allí sin inmutarse. Acabó con pólvora en el cielo en forma de pequeñas zagalas que iluminaron la Catedral. Fueron 25 minutos que congregaron a miles de personas y que, sin duda, alentaron el espíritu de la Navidad en una ciudad que ya se envuelve del espíritu navideño, que también se plasma en más actividad económica y ambiente en sus calles, bares, restaurantes y lugares de celebración.
De hecho, el espectáculo sacó a miles de personas. Muchas de ellas luego se fueron a celebrarlo, lo que generó un ambiente festivo durante toda la noche. Los hosteleros aseguran que la situación ha mejorado respecto a los años anteriores. También ayuda la campaña de la aceituna, que deja más jornales y dinero para invertir en la Navidad, que ya se celebra en la capital jiennense.
Llegan las comidas y las cenas de Navidad, que son aquel acontecimiento en el que se reúnen trabajadores, jefes y empresarios en torno a una mesa y, al final, pueden acabar en un debate sobre cómo mejorar la productividad con una copa de cava en la mano o en una conga en un pub de moda al ritmo de “Paquito el Chocolatero”. Los hosteleros están convencidos de que existe cierta mejoría, por lo que habrá muchas más comidas y cenas de Navidad y, también, sube el gasto medio. “Se nota una cierta mejoría. Existen más y, sobre todo, la gente acepta con mayor facilidad un menú más completo. Hace un año, lo normal era pagar entre 20 y 30 euros por cubierto. En cambio, ahora la mayoría se cierra a 30 o 40 euros”, afirma Antonio Lechuga, presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías de Jaén. Durante este fin de semana se han hecho o se celebrarán algunas, aunque los días fuertes comienzan a partir del próximo lunes. “En Jaén resulta mucho más habitual una comida que una cena, pero hay de todo. Los días 21, 22 y 23 son los de mayor afluencia, pese a que ya se nota bastante actividad”, continúa Antonio Lechuga. Parece que los últimos años han extinguido la costumbre que existía en algunos negocios en los que los jefes pagaban la “comilona”. Ahora, lo normal es que cada trabajador pague lo suyo. Estos días no solo se ven comidas de empresa. También resulta muy habitual los encuentros entre amigos o familiares en torno a una mesa. Por eso, los hosteleros también se refuerzan con más personal, sobre todo, para atender las cocinas y las mesas durante los días de más actividad y los fines de semana. El espíritu navideño invita a olvidarse de la dieta y adoptar patrones de alimentación bastante generosos, que se suelen trasladar a la calle. Los jiennenses salen más, sube el gasto y da “aire” a las empresas, que saben que después viene el largo invierno.