La lluvia recorre la provincia

Encapotado, enladrillado o emborregado. Este famoso refrán, en cualquiera de sus numerosas versiones, sirve para describir el cielo en la provincia durante el día de ayer. El sol no apareció, pero es que tampoco se le esperaba. La lluvia, sin embargo, si hizo acto de presencia en los cuatro puntos cardinales, desde Linares en el norte hasta Valdepeñas de Jaén en el sur. No quedó esquina que no estuviera empapada de agua.

Los niños de antaño habrían aprovechado la jornada para salir a la calle y saltar de charco en charco. Eso sí, con las botas de agua —o katiuskas— enfundadas. Unas precipitaciones que vuelven, por segunda vez consecutiva, a “nublar” otro día de recogida de aceituna. No obstante, también es extremadamente importante para los pantanos de la provincia tras un año muy seco. En Jaén, el pico más alto se dio, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, a las cinco de la tarde, momento en el que llegaron registrarse 2,8 litros de agua por metro cuadrado. No fue donde más llovió, puesto que en Linares las precipitaciones dejaron, entre las tres y las cinco de la tarde —que también es la hora en el que más agua cayó— 6,4 litros por metro cuadrado. El agua fue la absoluta protagonista en la avenida de Andalucía, por la que corrían regueros de agua, o en zonas susceptibles de anegaciones como la famosa esquina de la calle Pontón o la zona de La Paz, concretamente cerca del barrio Andalucía. En Alcalá la Real, por ejemplo, la intensidad de las precipitaciones se centró, sobre todo, durante la madrugada. De hecho, entre las tres y las cinco se registraron cifras muy parecidas a las de Linares, pues rondaron los 6 litros por metro cuadrado. En Andújar, por su parte, solo llovió desde la una de la tarde hasta las seis, periodo durante el cual se acumularon 4,7 litros por metro cuadrado. Por fortuna, en el cómputo general de la provincia, se trató de lluvias más o menos intermitentes, suaves pero constantes, que no provocaron daños materiales.

En Arroyo del Ojanco, en la comarca de Sierra de Segura, se dieron las lluvias más irregulares. Mucho llovió entre la una y las dos y a las cinco de la tarde, pero poco o nada a las tres. En total, los datos registrados por la Aemet arrojan que en el municipio se acumularon 7,9 litros por metro cuadrado. En la estación meteorológica que hay en Baeza, como referencia en la comarca de La Loma, la Aemet cifró la cantidad de agua acumulada en 6,8 litros por metro cuadrado, cifras muy parecidas a las que cayeron en Úbeda. En Cazorla apenas hubo precipitaciones, el agua, más bien ausente, solo llegó a los 0,4 litros por metro cuadrado durante toda la jornada de ayer. Todo lo contrario de lo que ocurrió en Santa Elena, donde la Aemet registró 7,4 litros por metro cuadrado, cifras muy parecidas a las de Arroyo del Ojanco y un comportamiento parecido en las lluvias.

En Torres, sin embargo, las precipitaciones se centraron entre las tres y las siete de la tarde, momento en el que cayeron 8,3 litros por metro cuadrado —solo en ese tramo horario—. El pico en la estación de la Aemet en Villanueva del Arzobispo se registró, por un lado, a las tres de la madrugada, y, por otro, a doce de la mañana. En ambos momentos se registraron 1,4 litros por metro cuadrado.

En definitiva, una jornada indudablemente marcada por la lluvia en la provincia. Entre los municipios en los que más agua se acumuló, Linares y Arroyo del Ojanco, en los que menos, Cazorla y otros pueblos de la comarca como La Iruela. Un día gris que, a pesar de la lluvia, no ha servido para que el nivel de los pantanos aumente considerablemente, puesto que la variación con respecto de la semana pasada es, al alza, de un 0,34%, o lo que es lo mismo, ocho hectómetros cúbidos. La capacidad de los embalses en la provincia se queda, por lo tanto, en los 719 hectómetros cúbicos —lejos de los 1.097 que se registraban en la misma semana de 2018 y, también de la capacidad total de los pantanos, que se fija en los 2.327 hectómetros cúbicos.