La lluvia encharca los primeros días de la campaña de recogida

Algunos dirán que si llueve, porque llueve, y que si no cae ni gota, porque no. Si algo está claro es que de las pocas cosas que hay y que, desde luego, no es compartida por el gusto de todos, es la lluvia, que viene bien en los meses previos a la campaña para garantizar una buena cosecha, pero que ahora mismo no hace más que entorpecer a aquellos para los que los mantos y la vara ya son herramientas con las que lidian día sí y día también. Estos días de llovizna hacen que los olivareros se queden en casa en lugar de ir a por los frutos de todo un año de tesón.

Sí dieron las precipitaciones un respiro a los “primeros de la clase”, a los jiennenses que se dedican a la industria del aceite temprano. Ellos recogieron el fruto e incluso, tras los primeros análisis, ya hay algunas marcas que lanzaron su oro verde a la venta. Así quedó comprado en las últimas semanas, en las que un buen número de cooperativas anunciaron la venta de un producto que brilla por su excelente calidad. También quedó patente en la celebración de la sexta Fiesta del Primer Aceite, que este año recaló en un municipio con tradición olivarera como es Martos.

Pero, en esta ocasión, habrá que hacer un esfuerzo mayor para que la calidad del aceite temprano sea, como de costumbre, suprema. En este mismo sentido, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) hizo públicos los resultados de los análisis acerca de los primeros aceites. En concreto, fueron realizados por el centro Venta del Llano, en Mengíbar, y las conclusiones a las que se llegaron es que las condiciones meteorológicas inestables provocan que este año los olivareros deban esforzarse más aún para conseguir un producto que tenga la mayor calidad posible. Con todo preparado para obtener los aceites de las variedades Frantoio, Arbequina y Picual, el centro hizo los análisis pertinentes tras un periodo que reconocen climatológicamente seco. A esta situación, además, se suma la de las precipitaciones que fueron provocadas por la llamada gota fría, lo que hace presagiar, para los expertos del centro Venta del Llano, un año de aceites frutados donde la aceituna será la absoluta protagonista. En esta misma línea, los aceites tempranos de este año gozan de una mayor presencia en boca. Todos estos motivos hacen que los grandes maestros de almazara tengan que reinventarse para sacar el mayor partido a un producto que es motor económico de la provincia.

Asimismo, desde el centro hacen hincapié en que el rendimiento graso sobre materia seca en variedades tempranas como Frantoio resultó ser del 34,26%, mientras que el de otras como Arbequina, es del 40,5%. Esto indica que estas aceitunas tienen el aceite “casi hecho” y listo para ser extraído en su versión temprana. En la otra cara de la moneda, también se realizaron los mismos análisis en la variedad Picual y los resultados son de un rendimiento del 34%, algo que tal y como apostillan desde el centro, invitó a los olivareros a tener paciencia y dejar que la maduración siguiera su curso. Sin embargo, ya hay a la venta distintas marcas de aceite temprano y los maestros de almazara saben que las condiciones de este año han propiciado que esta sea una campaña, si cabe, aún más complicada que en años anteriores. Aún así, Jaén apuesta fuerte por un producto, el aceite de oliva virgen extra, que no pasa por su mejor racha.

Y es que no es un secreto que la escasez de lluvia, los destrozos que provocó en algunas fincas de olivar la Depresión Aislada en Niveles Altos (Dana), también conocida como gota fría. Sin cuantificar los daños, estos fueron, según apuntaron en su momento desde algunas asociaciones agrarias como Unión de Pequeños Agricultores (UPA), bastantes. Las fuertes lluvias y las rachas de viento tiraron mucha aceituna al suelo y eso es algo que, ahora, a las puertas del inicio de la campaña de recogida del fruto, a pesar de que muchos tajos ya estén manos a la obra, se nota mucho.

Las condiciones meteorológicas que prevén una mala campaña y la “crítica” situación de los precios del aceite de oliva echaron a la calle a miles de olivareros y activaron, de forma extraordinaria, una medida para paliar las graves consecuencias: el almacenamiento privado. Ahora, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha hecho públicas las condiciones que se deben cumplir para optar a estas ayudas, así como los plazos de los cuatro periodos de licitación que la Junta de Andalucía contempla.

De hecho, el primero empieza hoy. Hasta el 26 de noviembre queda abierto el primer plazo para la presentación de ofertas que el Reglamento de Ejecución 2019/1882 de la Comisión de la Unión Europea (UE) establece para los periodos de licitación, los cuales finalizan a las 12:00 horas.

Esta medida ayuda a que, en lugar de venderlo, el aceite pueda ser almacenado. ¿Los motivos? La acumulación de existencias y las incertidumbres que se dan en el comercio exterior, por ejemplo, por la imposición arancelaria de Trump, o la meteorología han hecho que el precio del aceite sea bastante bajo, por lo que se les ofrece la oportunidad a los empresarios de que almacenen el aceite de oliva en lugar de venderlo tan barato.

De hecho, la necesidad de esta medida queda refrendada por los datos de la Junta de Andalucía, que, a través de la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, lanzó la previsión de recogida de casi 5 toneladas de aceituna, de las que se podrán obtener más de 983.600 toneladas de aceite de oliva. Esto supone una reducción respecto a la campaña anterior de un 32,7% y de un 6,9% si se compara con el dato medio de los últimos cinco años, por lo que, para Crespo, se avecina una producción “media” tras un año —este último— que fue “histórico en productividad”. Por este motivo, la preocupación cunde entre los olivareros, que ven cómo el producto se devalúa en el mercado y que la campaña que empieza no da mucha esperanza.

ADMINISTRACIONES. A la lucha de los propios aceituneros se suma el trabajo de los ayuntamientos, así como de las diputaciones, la Junta de Andalucía, el Gobierno central y la Unión Europea. En esta línea, las administraciones están también para remar en el mismo sentido y dar ayuda y garantías a los trabajadores del campo. Así, la Administración provincial, en sus presupuestos para el año que viene, muestra la preocupación por dos problemas importantes: el desempleo y la despoblación. Por ello, muchas de las partidas, tal y como apostilló la vicepresidenta segunda de la Diputación, Pilar Parra, se encaminan a encontrar su solución. No obstante, desde Ciudadanos (Cs) quisieron mostrar su preocupación por el trabajo en el olivar y se reunieron con UPA Jaén para conocer, de primera mano, las inquietudes en el sector y, con toda la información, hacer enmiendas a las cuentas de esta Administración, a las que se les dará luz verde, o no, el próximo 27 de noviembre. El diputado Ildefonso Ruiz Padilla se reunió ayer con miembros de UPA Jaén. Lo hizo con Elio Sánchez, Inés Casado, Jesús Cózar y Yolanda Ramírez, en la sede del colectivo. Allí, los cinco hablaron sobre el olivar y algunas medidas que consideran necesaria para su “supervivencia”.

Por su parte, el diputado de Cs mostró su disposición a elaborar una serie de enmiendas para los presupuestos de la Diputación Provincial que, en este sentido, van en la línea, por ejemplo, de arreglos en caminos rurales o la promoción del aceite. También se habló de la diversificación en el cultivo del olivar y de fomentar la incorporación de las mujeres a los tajos. Asimismo, Ruiz hace especial hincapié en que recoge estas propuestas para incluirlas en enmiendas al presupuesto de la Diputación, que se debatirá el próximo día 27 de noviembre.

En definitiva, un panorama algo complicado, después de una campaña “de récord” —tanto en lo que se refiere a producción como a ventas al exterior—, y ante otra que se prevé bastante mala debido a los bajos precios del oro líquido —algo que se extiende en el tiempo—, un tiempo que ha sido especialmente seco y una gota fría que azotó algunas fincas de explotación olivarera, con la consiguiente pérdida de aceituna, dibuja un panorama, cuanto menos, que invita al recelo por no saber cómo evolucionará el sector.