La Guardia de Jaén, unión de historia y patrimonio
El municipio muestra en Tierra Adentro la riqueza de las culturas que pasaron a lo largo de los años por su territorio

La Guardia de Jaén, “Puerta de las Culturas”, se presenta en Tierra Adentro como un municipio con gran historia y en el que han vivido diferentes pueblos desde el Neolítico. Las características de su territorio hicieron que, a lo largo de la historia, muchas culturas se asentaran en esta zona, dejando, tras de sí, rastros de su existencia que, este fin de semana, se exhiben en la feria de turismo.
Con una población de casi 5.000 personas, La Guardia de Jaén se encuentra en el extremo occidental de Sierra Mágina, en la ladera del Cerro de San Marcos. Una zona en la que se encontraron numerosos hallazgos arqueológicos y monumentos que, junto a las tradiciones y cultura jiennense propia del municipio, convierten a su patrimonio en una fuente de riqueza. La historia que corre por las calles de La Guardia es abundante y, desde el propio municipio, no se ceja en su promoción entre las nuevas generaciones para no olvidar sus orígenes.
Además, La Guardia de Jaén es una de las poblaciones que están dentro de las conocidas como “Rutas de Al-Andalus”. En concreto, dentro de los itinerarios que dan forma a la “Ruta de los Nazaríes”, “Jaén, Renacimiento del Sur”, “Paisajes heredados de Andrés de Vandelvira” y la “Ruta de los Lavaderos” de los Grupos de Desarrollo Rural de la Provincia de Jaén. Así, las visitas turísticas por la ciudad muestran una gran variedad patrimonial, la cual refleja desde contenido arqueológico al etnológico. Todo complementado con un análisis desde múltiples puntos de vista que ayudan a facilitar la comprensión del contexto histórico dentro del que fueron concebidos los bienes encontrados. Entre ellos, en La Guardia destacan elementos como la necrópolis visigoda de Cerrillo Salido, un conjunto fechado en torno al siglo VI. La primera intervención arqueológica que se acometió en estos restos se produjo en 1954, cuando fueron estudiadas 22 tumbas bajo la dirección de Francisco Pinero y José Martínez. En el interior de los sepulcros fueron halladas algunas piezas de orfebrería de gran valor, como un par de pendientes de oro, un broche de cinturón y dos gemas semipreciosas. Otro de los emblemas de la ciudad es el castillo, el cual se comenzó a construir durante la ocupación musulmana, por lo que en su construcción se refleja una progresiva transformación propia del período que transcurrió entre la cultura islámica y la cristiana. Asimismo, su funcionalidad cambió de fortaleza defensiva a residencia palaciega, algo que queda plasmado en la portada tardogótica que da acceso al recinto. Entre las calles de La Guardia, destaca la plaza monumental de Isabel II, una zona que resalta por los diferentes bienes que hay en ella. Así, esta plaza alberga tanto dos fuentes renacentistas del siglo XVI como una casa solariega del siglo XIX.
Andrés de Vandelvira también dejó su firma en el municipio. Concretamente, en la cabecera de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el único elemento visitable del antiguo convento de la orden dominica construido bajo la advocación de Santa María Magdalena. En el trabajo de Vandelvira se desarrolló el famoso ochavo con un rico programa iconográfico del santoral cristiano. Asimismo, Francisco del Castillo “El Mozo” se ocupó de los pies de la iglesia y la fuente del claustro. Por otro lado, en La Guardia de Jaén también se puede visitar el Lavadero de la II República, que, a pesar de su austeridad y sencillez, constituye un hito histórico, ya que mejoró las condiciones laborales y domésticas a comienzos del siglo XX.
Sin embargo, La Guardia es mucho más. Son muchas las tradiciones y fiestas locales las que marcan de rojo el calendario de cada año y que, por su carácter, reúnen a cientos de personas en la ciudad. Entre ellas, destacan las fiestas mayores, dedicadas a Nuestra Señora Divina Pastora (del 9 al 12 de agosto) y a San Sebastián, patrón del municipio (del 19 al 22 de enero). Estas son las fiestas más emotivas para todos los guardeños y en ellas se producen las numerosas demostraciones de emoción, fervor y cariño hacia el patrón. La festividad del día de la patrona de La Guardia, la Virgen del Rosario, por su parte, se caracteriza por contener una de las tradiciones más antiguas de la provincia, el Canto de la Aurora, una llamada al rezo del santo rosario cantando las “Divinas Alabanzas de la Virgen”.