La concienciación más absoluta

La distancia de seguridad y la limpieza extrema son el día a día de la prisión

06 abr 2020 / 11:27 H.

El confinamiento más duro. Para los internos del Centro Penitenciario, estos días de estado de alarma se hacen difíciles no solo para los internos, que tienen limitadas las comunicaciones, sino también para los trabajadores de la prisión, que han llevado a niveles máximos los protocolos de actuación y seguridad para evitar posibles contagios de covid-19.

Un trabajador, que ha decidido ocultarse bajo el anonimato, desempeña su labor en el centro y, a medida que han avanzado las semanas, ve cómo la confusión inicial ha dado paso a una estado de concienciación total ante la gravedad de esta crisis sanitaria.

Como cada mañana, lo primero que se suele hacer es el recuento de internos, ver las condiciones en las que se encuentran y poner al día aquellas incidencias que hayan tenido lugar, en caso de que las hubiera, en el anterior turno. “Los trabajadores, las medidas de protección que tenemos son guantes y mascarillas, aunque las medidas de limpieza se están cuidando al máximo”, asegura este trabajador anónimo.

El Centro Penitenciario es un medio cerrado, por lo que el riesgo a posibles contagios, dado la cantidad de personas que se encuentran allí, es mayor: “Dentro de nuestro sindicato tenemos, a nivel nacional, compañeros contagiados y en Alicante hemos tenido que lamentar un fallecido, por eso si ya teníamos una limpieza ordinaria en cuanto a las zonas comunes como pasillos, ahora esa limpieza es más frecuente e intensa, de hecho además de los guantes o las mascarillas contamos con hidrogel desinfectante o esterillas para favorecer ese trabajo de prevención a la propagación”, asegura.

Pero este control no se queda ahí. Las restricciones en cuanto a movimientos entre módulos son totales, mientras que hay determinadas zonas como las comidas. “Ahora se mantienen unas distancias mayores y debido a este confinamiento, los internos salen más veces de lo habitual al patio”, reconoce este empleado de la prisión jiennense.

Ahora, la tranquilidad y la conciencia son las constantes de la cotidianidad de esta prisión cuyos internos, hace varios días, solicitaron permiso al Organismo de Trabajo Penitenciario que en los talleres de confección se pudieran elaborar mascarillas dado que, como apuntaron en dicha solicitud, ya ha varios centros penitenciarios del país que están elaborando este elemento sanitario, tan demandado y difícil de encontrar durante los últimos días. “No sé si ya es han puesto a funcionar, pero la petición sí que la habían hecho y nuestros talleres tienen una gran capacidad”, señala este testimonio. Para llegar a este momento, los primeros días fueron, cuanto menos, llenos de intensidad.

CONFUSIÓN. Cuando se decretó el Estado de Alarma, durante los primeros días hubo muchas dudas en torno a las medidas a tomar. “La confusión fue general y bastante elevada, porque no sabes si las medidas que se están tomando son las correctas y con tanta gente que no conoces, es complicado, pero poco a poco esta situación se ha gestionado de manera más ordenada”, insiste este empleado que prefiere mantenerse en el anonimato y reconoce que se registró, sobre todo al principio, algún que otro incidente residual, pero en líneas generales no se ha registrado ningún altercado.

Sobre la actitud de los internos, este empleado destaca la normalidad en su día a día. “Mentalmente lo están asumiendo bien, con algún que otro escarceo, pero en líneas generales la actitud es buena; hoy en día contamos con módulos de respeto, comunidades educativas... muchas actividades que permiten llevar mejor el confinamiento y la ausencia de comunicaciones, sobre todo”.

Respecto a esta última medida, según este testimonio durante los dos primeros días se registraron una alta frecuencia de personal, pero ahora es menor.

Hoy arranca la cuarta semana de confinamiento con la vista ya en una segunda prórroga que finaliza el próximo 26 de abril. Este fin semana los datos de contagios reflejan cierta esperanza, pero hasta entonces la prisión vivirá en la concienciación más severa.