“Hemos perdido la Semana Santa, era nuestro agosto”

Antonio Úbeda, gerente del bar Montana, relata la difícil situación del sector

04 abr 2020 / 12:11 H.

En el número 2 de la calle Cerón hay un rincón de los de siempre, de esos que llevan la tradición por bandera. El bar Montana, como el resto de negocios dedicados a la hostelería, se ha visto obligado a cerrar debido al estado de alarma decretado por el Gobierno central para hacer frente a la crisis del coronavirus.

¿Qué ha supuesto? Pues, como cualquiera puede imaginar, todo un desbarajuste. “Al negocio le ha afectado muy negativamente”, declara Antonio Úbeda, gerente del local, a lo que añade: “Es que no solo es que tengamos ingresos cero, sino que encima tenemos que pagar facturas de agua, luz y autónomos. No ganamos, pero tenemos que poner de nuestro propio dinero para poder aguantar el negocio hasta que la situación se pase”.

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, la situación se agrava más todavía. “Hemos perdido todo lo que se iba a ganar... Es la mejor época del año con unas súper ventas y eso nos da un respiro increíble. No sabemos cómo saldremos adelante sin ella”, indica el gerente, acerca de una época que es cuando el bar Montana “hace su agosto”. Todo esto, sin contar con la cantidad de comida y bebida que no se gastará. “Las previsiones y las compras se hacen con dos o tres meses de antelación, lo tenemos todo congelado y se le intentará dar salida a las tapas y a lo que se pueda”, puntualiza.

Además, por la ubicación del negocio, Úbeda asegura que está a “reventar” los días de Semana Santa. “Estamos muy cerca de la Catedral”, apunta el gerente, que aclara que siempre hay mucha gente tanto para los desayunos como para las tapas.

En esta misma línea, espera que la situación pase cuando antes, aunque no lo ve con demasiado optimismo. “No creo que cuando se levante el estado de alarma la gente acuda en masa a los bares y restaurantes”, asegura. Una afirmación que escuda en dos razones, por un lado, la económica, puesto que los ciudadanos verán mermados también sus ingresos por la situación laboral. La segunda, sanitaria. “Supongo que la gente tendrá algo de miedo a estar en sitios en los que haya más afluencia de público de lo normal”, explica el dueño de un negocio que lleva suscrito a Diario JAÉN prácticamente desde su nacimiento, hace sesenta y dos años. En concreto, los clientes del bar Montana se informan con el periódico de referencia en la provincia desde hace ya medio siglo. “Quizás algo más”, apunta Úbeda, que como secreto para permanecer tantos años en el sector de la hostelería y que los clientes, muchos de toda la vida y otros tantos nuevos, vuelvan a elegir el Montana como su bar de confianza, está, por supuesto, la calidad de los productos que ofrecen, pero también el trato cercano y familiar. Ahora, este bar, como tantos otros de este sector, lo está pasando muy mal, por lo que el gerente espera que la situación se resuelva cuanto antes y, entonces, trabajar con todas sus ganas para reflotar su negocio.