Estampas de belleza tras momentos de incertidumbre
Creyentes celebran que la cofradía decana salga a la calle con sus dos hermosas imágenes titulares
Hubo incertidumbre en el número 19 de la calle Muñoz Garnica casi hasta la hora fijada, las cinco y media de la tarde. Días atrás, Alfonso Ramírez, gobernador de la Cofradía de la Veracruz, comentó a este periódico sus impresiones acerca de cómo se viviría, este año, la procesión de la Oración en el Huerto: “La novedad será salir”, afirmó, en alusión a la situación meteorológica.
Una de las escenas, cuando apenas restaban treinta minutos para el sí o no, para llorar de emoción o de tristeza, era ver a Ramírez —aún sin la vestimenta para la ocasión— pisar la calle y mirar hacia arriba: “Empieza a salir el sol”, le comentó a una compañera. Era tan verdad como que en ese momento caían algunas gotas. El cielo sugería enigma y contrastaba con la confianza de Ramírez, tranquilo como quien ya ha vivido esa situación en otras ocasiones.
Un nutrido grupo de nazarenos aprovechaba la previa para hacer una fotografía de familia en la conocida calle Ancha. Más optimismo. Camino de la basílica menor de San Ildefonso había quien fumaba y se ataba los cordones de los zapatos con el gesto serio. ¿Sale? “No sé”, contestó, seco, uno de ellos a la pregunta que se extendió por las inmediaciones del templo, concurrido con el paso de los minutos.
Algunos niños, siempre del brazo de sus padres, se aventuraban a hacer sus pronósticos en el umbral del arranque. “Es mejor que chispee a que llueva”, le comentó un menor a su madre. Había nazarenos que, antes de entrar a la basílica, se daban dos besos en las mejillas, señal, quizá, de que algo bueno estaba por venir. Costaleros y costaleras de Jesús Orando en el Huerto y María Santísima de los Desamparados entraron en el templo; todo hacía indicar que, al menos, la salida de las imágenes sería posible. En el pasillo que daba acceso a la iglesia luce un retrato del Papá emérito Benedicto XVI. El antecesor de Francisco aparece sonriente. Los costaleros empezaron a trabajar: unos preparaban la plataforma a los pies de la iglesia a toda prisa. No había tiempo que perder. Los menores de La Veracruz que estaban sentados en las bancos se miraban entre sí con la oración del costalero en las manos, a la espera de rezar. Asistentes recibían, vía móvil, una mala noticia: La Santa Cena suspendía su procesión.
El párroco, Pedro Ortega, tomó el micrófono y dijo que era el momento de orar en comunidad. Después anticipó que las imágenes saldrían, pero la opción de que regresaran antes de la hora convencional era justo eso, una opción. “Acompáñanos en nuestro caminar”, rezó.
Alfonso Ramírez también dirigió unas palabras a los creyentes tras la intervención de Ortega: “Vamos a salir, pero quiero que todos mantengamos la calma y la tranquilidad. Iniciamos el desfile como siempre”, expuso, y sonaron las primeras notas de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario, de Linares. Faltaban cinco minutos para las cinco y media. No había marcha atrás.
La imagen de la Oración en el Huerto cobró “movimiento” con las primeras instrucciones de los capataces. Llegaron los tradicionales “viva” aún en el interior del templo. La gente esperaba fuera. Se daban momentos no menos propios de la cita, como el de dos pequeños subidos a una ventana de un comercio situado justo enfrente de la Iglesia de San Ildefonso. Susurraban los costaleros “al cielo, al cielo” camino de la rampa. El olivo de la imagen chocó con el techo y, ahora sí, la Oración en el Huerto llegó a la calle. La ovación, fuera, suponía que la talla de María Santísima de los Desamparados también emprendiese rumbo al mismo destino, el encuentro puntual con quienes creen en Jesús y en María.
Lloraron dos nazarenos cuando fue historia el suspense. Era más fácil que nunca interpretar el motivo de sus lágrimas: el esperado momento fue real.
La vestimenta que lució la imagen de Jesús Orando en el Huerto fue estrenada en procesión. Alfonso Ramírez, hermano mayor, explicó a este periódico que se trata de un manto blanco tan sencillo como elegante. Especialmente bello fue el momento en que la gente pudo observarlo por primera vez, cuando salió por la puerta del templo capitalino.
La procesión de la Oración en el Huerto congregó, como cada año, a una nutrida representación de estudiantes del colegio que comparte nombre con la congregación jiennense. Menores lucieron, orgullosos, sus uniformes, acompañados de sus padres. Cabe destacar que el centro es hermano mayor honorario de la Hermandad Oración en el Huerto.
La Agrupación Artístico Musical Miguel Ángel Colmenero, de Jamilena, estrenó la marcha “Orando en tu desamparo”, tal y como confirmó a este periódico Ángel Sanz, capataz de María Santísima de los Desamparados. La imagen también presentó una novedad, concretamente el puñal del tocado, ubicado en el lado izquierdo de la talla.
La procesión centró la primera parte de su recorrido en el barrio de San Ildefonso, pero sí modificó por qué calles transcurre. Este año, se suprimió el paso por las calles Chinchilla, Cuatro Torres y Gracianas, para, en su lugar agregar “Teodoro Calvache y Puerta del Ángel. El paso de la Oración en el Huerto volvió a pasar ante el Convento de las Bernardas.