Estados Unidos, Brasil y Japón, los destinos favoritos del aceite

Qué ciudadanos —fuera de la Unión Europea— son los que más incorporan el aceite de oliva a su dieta? No es que se haya hecho una visita a las cocinas del mundo, todo mucho más sencillo. La Comisión Europea ha hecho públicos unos datos en los que aparecen los países receptores de aceite de oliva europeo. Los que más compran son Estados Unidos, Brasil y Japón —sin contar los que conforman la Unión Europea—.

Fueron 648.119 toneladas de aceite las que los países miembros exportaron durante la campaña 2018/19, lo que supone, según los datos aportados por la Comisión Europea, un incremento del 15,1% respecto a la temporada anterior.

Pero, ¿cuál de los tres es el que más aceite demanda? Estados Unidos. De ahí la preocupación en el sector olivarero por el gravamen impuesto por Donald Trump a artículos como el aceite de oliva. Cabe recordar que dichos aranceles afectan, además, a productos como las naranjas o el vino. Los norteamericanos se quedaron, por lo tanto, con el 37% de todo lo que se exporta fuera de las fronteras de la Unión Europea, o lo que es lo mismo, durante la campaña pasada adquirieron un total de 242.486 toneladas de oro líquido, lo que se traduce en un incremento con respecto a la temporada anterior de más del 24,5%.

¿Brasil o Japón? ¿Cuál de los dos países queda en el segundo puesto según los datos de la Comisión Europea? El segundo mercado exterior de aceite de oliva es para los brasileños, que compraron a Europa 71.678 toneladas, algo más —un 6,2%— que en la campaña 2017/18. El país del sol naciente se queda en tercer lugar, pero hay un dato que llama mucho la atención. Japón es el tercer país receptor de aceite de oliva europeo —España, Italia y Grecia son los mayores productores—, pero experimentó una fuerte subida con respecto a los datos de los que dispone la Comisión Europea para la campaña anterior. Es decir, unas 65.500 toneladas de aceite fueron a parar a Japón. No obstante, el país importó un 32,9% más de zumo de aceituna que en 2018, una muestra de que el producto es cada vez más demandado en un mercado emergente para el oro líquido europeo.

¿Qué hay del resto de países? China, Canadá, Australia o Rusia también son receptores, tal y como especifican las cifras aportadas por la Comisión Europea, de aceite de oliva. Los chinos cada vez son más afines al producto y compraron 44.437 toneladas, un 26,5% más que en la temporada pasada. En el otro lado de la balanza se encuentran países como Canadá o Australia —importaron 28.212 y 26.210 toneladas respectivamente—, que adquirieron menos aceite que el año anterior. Unos descensos que se cifran, en el caso de los canadienses, en un 5% menos y, en el de Australia, en una peligrosa caída de casi el 10%.

En séptima posición se encuentra Rusia, a donde fueron a parar algo más de 15.000 toneladas de aceite de oliva producidas en Europa. Se trata de un país que también compró más que en la anterior campaña, en concreto, un mercado internacional cuyo crecimiento se situó en el 14,3%.

¿A quién se le compra?. Tras la última campaña se exportó mucho aceite, pero la Unión Europea también compra oro líquido a otros países extracomunitarios. ¿De dónde vino la mayoría? De Túnez, de donde se importaron, tal y como indican las cifras de la Comisión Europea, más de 106.500 toneladas. El aceite tunecino, por lo tanto, fue el producto —proveniente de un país no miembro de la Unión Europea— que más pudo verse en las estanterías de los supermercados. Por lo general, las importaciones arrojan buenos datos, puesto que se compró un 13% menos de aceite de oliva que en la campaña inmediatamente anterior. En esta misma línea, Europa adquirió 144.910 toneladas, lo que evidencia el descenso de las importaciones, un síntoma más de los buenos datos de la última temporada en cuanto a la producción.

Otro de los países que más vendieron a Europa el año pasado fue Marruecos, cuyo mercado creció, en términos porcentuales, más de 160 puntos. En concreto, el país marroquí exportó 16.541 toneladas de aceite de oliva, una pequeñez si se compara con los datos de Túnez, pero un gran avance si, por el contrario, se analiza el crecimiento que experimentaron las ventas a Europa con respecto al año anterior. El resto de países exportadores de aceite de oliva, sin embargo, vieron cómo su presencia en Europa descendió. Claro ejemplo es el de Siria, que vendió 8.099 toneladas de oro líquido —un 60% menos que en la campaña anterior—; Turquía, que surtió las necesidades europeas con algo más de 5.500 toneladas, lo que se traslada en un decrecimiento del 63,3%, o Argentina, que exportó a la Unión Europa un 53,2% menos que lo que vendió el año pasado, con un registro de más de 5.000 toneladas.

En definitiva, unos datos que evidencian los buenos resultados de una campaña que ha brillado por la producción de aceite de oliva y que mira con recelo a Estados Unidos, su principal mercado internacional fuera de la Unión Europea donde, además, se suma el problema de los aranceles con los que el Gobierno norteamericano gravó a algunos productos europeos. Es por esto que las interprofesionales del aceite de oliva y de la aceituna de mesa decidieron aunar sus voces para pedir al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez que intervenga cuanto antes. En este sentido, a través de un comunicado, exigen al presidente que se sitúe al frente de los intereses españoles para defender con contundencia los productos nacionales. En concreto, ambas asociaciones consideran que este “ataque” por parte de Estados Unidos es una “cuestión de Estado”, puesto que pone en riesgo la supervivencia de pilares fundamentales de la agroeconomía, de la que viven más de medio millón de familias en España, así como la sostenibilidad de amplias zonas rurales.

De esta forma, piden a Sánchez que se ponga al frente de la defensa de los intereses de España como nación, “sin más dilación”, y solicitan una reunión “urgente” para tratar este tema, después de que ayer se reuniera con la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, y el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para abordar la situación actual.

El sector del aceite de oliva y de la aceituna de mesa pide al Gobierno su compromiso para salvar una situación de peligro en un mercado que es muy importante.