Espacios de agua que son una cuna de la diversidad biológica
La provincia cuenta con un gran número de lagunas endorreicas y pantanos
La naturaleza ofrece escenarios increíbles que reflejan la belleza de la vida y la gran diversidad que existe en el ecosistema. Lugares en los que también se puede aprender y conocer nuevas especies de animales o plantas, que, hasta este momento, podrían ser desconocidas para los visitantes. En este sentido, hoy es el Día Internacional de uno de estos escenarios que se suelen encontrar en muchos puntos de la provincia: son los humedales. Es decir, pequeños o inmensos espacios en los que reina el agua y que, además de ser muy comunes, cumplen un papel fundamental en el delicado equilibrio del planeta.
Jaén no destaca por tener una gran cantidad de humedales, aunque sí porque tiene algunos muy importantes. Cabe señalar que existen dos tipos: los embalses, que son artificiales, y las lagunas endorreicas, que son las que más interesan a nivel ornitológico y de vegetación, pues en ellas es donde conviven más especies y, además, se llenan con el agua de las lluvias. Asimismo, sus características son diferentes a los embalses, como, por ejemplo, la salinidad en el agua, y eso favorece que crezcan y vivan más animales que están protegidps y en peligro de extinción, como la focha moruna.
Así pues, la provincia cuenta con lugares excepcionales donde habitan estas aves. Entre ellos, destaca la Laguna Honda, que se encuentra en el término municipal de Alcaudete, concretamente en el paraje Tumbalagraja. Se trata de una reserva natural y también estacional, puesto que se inunda con las primeras lluvias de otoño y permanece con una pequeña cantidad de agua hasta primavera. Así, su posición hace que, desde la Vía Verde del Aceite, los amantes de los aves, o simplemente los que decidan disfrutar de un paseo por este lugar, puedan observar diferentes especies, como la gallineta o la malvasía cabeciblanca.
Otros de los humedales importantes es la Laguna Grande, que es un paraje natural y está incluido en Renpa (Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía). De hecho, sus dieciocho hectáreas de agua la convierten en una de las más extensas de la provincia y de las más importantes por su estado de conservación. Además, este lugar es el único, hasta el momento, que está adaptado para poder ver a las aves, ya que cuenta con un observatorio que se solicitó hace unos años desde SEO Birdlife, aunque, actualmente, se encuentra casi abandonado.
No obstante, lo más destacable de esta laguna es su origen, puesto que era muy pequeña, pero los agricultores la impulsaron para utilizarla como balsa de riego para los campos de olivo que la rodean.
Precisamente, ese es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los humedales de la provincia jiennense: las sequías. Al ser utilizada el agua por los agricultores, cuando llegan los tiempos de escasez, las lagunas se vacían y eso provoca que los animales no tengan donde alimentarse, sobre todo en la época de cría.
La erosión que hay en los olivares es otro de los problemas, puesto que hace que las lagunas endorreicas se colmaten, es decir, que la tierra que arrastra ese olivar acabe en estos espacios de agua —que tienen forma de cubeta—. Por tanto, los sedimentos la llenan y cada vez tienen menos agua, lo que provoca que crezca la vegetación. A esto se une la contaminación que produce el uso abusivo de herbicidas o productos fitosanitarios, que, aunque se utilicen en el suelo, van a parar a la laguna. Esto perjudica gravemente al tipo de vegetación, a su cantidad y a los animales que habitan en ellas.
Esas condiciones son muy perjudiciales para estos lugares y, como denuncia Esteban Ureña, miembro de Ecologistas en Acción, ni las administraciones ni los agricultores “ponen de su parte”. “Se podría hacer un perímetro alrededor de la laguna para su conservación, porque estos problemas son más graves que incluso el cambio climático”, explica.
Precisamente, este último también afecta a los humedales, aunque no con tanta fuerza como los problemas expuestos anteriormente. Esto se debe a que la naturaleza, poco a poco, se adapta a los cambios y eso se puede observar en que, actualmente, en los embalses se ven aves marinas, que, como no pueden estar en la costa, se desplazan al interior.
PAPEL ESENCIAL. Investigadores de la Universidad de Jaén verificaron el papel de los humedales de la cuenca mediterránea como eje vertebral de la planificación del territorio desde la antigüedad hasta la actualidad, a través de un estudio que analiza las relaciones espaciales entre humedales, caminos romanos y vías pecuarias en el Alto Guadalquivir. La investigación, encabezada por Francisco Guerrero, miembro del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la UJA, y Alejandro Fornell, del Departamento de Antropología, Geografía e Historia de la UJA, se basa en un análisis exhaustivo de la bibliografía relacionada con el uso y manejo del agua en la época romana, centrado particularmente en los humedales.
En concreto, estudiaron la zona del Alto Guadalquivir, que comprende la provincia de Jaén y la parte central-oriental de Córdoba. Durante la dominación romana, ese enclave fue territorio de asentamiento de hasta 24 ciudades, según los datos, obtenidos a través de textos antiguos. En ese sentido, la evidencia científica muestra que esos caminos romanos comparten características similares como la proximidad a puntos de agua como ríos, manantiales o humedales. En cuanto a estos últimos, hay registrados un total de 90, 56 en el valle del Guadalquivir y los otros 34 distribuidos en el resto del territorio. De esta forma, demostraron su importancia como hito en la estructuración del paisaje de las sociedades romanas y en el posterior asentamiento.
DIVERSIDAD. Los embalses también son humedales, aunque estos están creados artificialmente. La provincia cuenta con una gran cantidad de pantanos, entre los que se encuentran, por ejemplo, el embalse del Víboras, el del Quiebrajano, el del Jándula, el del Giribaile o el del Rumblar.
ÚNICAS. La vegetación asociada a las masas de agua, como los humedales, se caracteriza por su tolerancia al encharcamiento de sus raíces. Las diferentes especies están determinadas por el distinto aguante al agua encharcada y a la salinidad, entre otras características.
TIERRA. La provincia se caracteriza por su olivar y este afecta directamente a los humedales. Su erosión provoca que, cada vez más, estos espacios se llenen de tierra y tengan menos agua.
Ornitología. La Laguna Grande, en Baeza,es una de las pocas lagunas endorreicas que tienen un observatorio desde el cual se pueden ver las diferentes aves que habitan en el lugar.