“Era el número de mi abuelo”
Juan Miguel y Sandra Contreras ganan 400.000 euros del primer premio
Juan Miguel Contreras le decía: “Abuela, no llores”. Y esta le contestaba: “¿Cómo no voy a llorar? Tengo alegría, pero también pena. Me acuerdo mucho del abuelo”. Sin embargo, Josefa Lechuga se abrazaba a su nieto y lo besaba. “¡Qué felicidad!”, aclamaba entre suspiros. A Juan Miguel Contreras le tocó el Gordo. “Me ha cambiado la vida. No soy capaz de creerlo”. Además, con una historia propia de un cuento de Navidad. Solo llevaba ese décimo que, además, jugaba a medias con su hermana, Sandra Contreras. Y a ambos la suerte les tocó de una manera que bien parece que el dinero llega llovido del cielo. “Les hacía mucha falta”, dice Juan Contreras, el padre de ambos.
Juan Miguel Contreras trabaja en lo que puede. Ahora se busca la vida echando jornales en el campo en las labores de recogida de la aceituna. En cambio, hace diez días, su hermana, Sandra, acudió a la Administración de Loterías y Apuestas del Estado número 1 de Baeza. Compró solo un décimo. Es el único que llevaban para el sorteo. Dejó los 20 euros en el mostrador y se llevó el 71198. Podría haber elegido alguno de los otros, pero no lo hizo porque tenía un buen motivo: Era el número que le gustaba jugar a su abuelo. En cambio, ellos no lo compran siempre. De hecho, lo eligieron para este sorteo de Navidad y prácticamente a última hora. “Mi marido lleva 8 años fallecido. A él le gustaba mucho ese número y yo se lo transmitía a mis hijos y a mis nietos. Él está en la Gloria y hoy seguro que es tremendamente feliz”, afirma Josefa Lechuga, la abuela, que ayer irradiaba felicidad plena. Juan Contreras es el padre de los dos agraciados. Tiene una pequeña tienda en la que vende artículos de alimentación. Son personas trabajadoras de Baeza y, sobre todo, muy queridas. Sus vecinos no dudan en aseverar que son muy buena gente.
“Mi marido soñaba con el 8 y siempre se lo decía a mis nietos. Comprad ese número. A él le gustaba mucho jugarlo. Sin embargo, nunca le tocó”, recuerda Josefa Lechuga. Todos se encontraban en la Peluquería Antonio, que se encuentra en la calle Platería de Baeza. No obstante, antes de que acabara la mañana, los agraciados se dieron prisa para realizar las gestiones de ingreso del décimo, lo que abrirá los trámites oportunos para poder cobrar el dinero. Son 400.000 euros, que se quedarán en 320.000 euros cuando cumplan con sus obligaciones fiscales. “No sé qué voy a hacer con el dinero. Pienso muchas cosas, pero no lo tengo claro. Puede que compre algo para poder continuar con el trabajo y ganarme la vida. O, tal vez, mirar alguna casa o un piso y poder vivir sin necesidad de afrontar una hipoteca. Se me pasan tantas cosas que, la verdad, no sé qué hacer”, explica Juan Miguel Contreras.
Juan Contreras se acordaba de su padre, Juan Contreras Poza, en el momento de felicidad de sus hijos. “Él hubiera disfrutado mucho de este momento. Ellos compraron ese décimo porque mi padre acudía a la administración. Contaba que soñaba con la lotería y que le tocaba un premio con un décimo que compró acabado en 8. Nos lo repetía una y otra vez. Él lleva 8 años fallecido, pero les ha tocado a sus nietos”, recuerda Juan Contreras. Los agraciados no paraban de recibir llamadas de familiares y allegados, ya que quisieron compartir la alegría a través de una fotografía en un grupo de “Whatshapp” que comparten con algunos de sus familiares. No obstante, esa imagen saltó como la pólvora e hizo que muchos baezanos se enteraran de que habían sido afortunados. Sin duda, un motivo de felicidad que casi parece un cuento de Navidad, en el que dos baezanos lograron 400.000 euros gracias al número con el que soñaba su abuelo —hoy fallecido— y que nunca les tocó. Ahora solo queda disfrutar de esta herencia de felicidad.