El virgen extra se vende más y salva la “caída” de abril
Se comercializaron unos 11.800 millones de litros de oro líquido, según los datos de mayo
Las ventas de aceite de oliva virgen extra se recuperan tras una leve caída en abril. Los datos aportados por la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) reflejan que se vendieron 11.117,793 millones de litros de aceite de oliva virgen extra entre el 1 y el 31 de mayo, por los 10.645,824 que se comercializaron el mes justamente anterior: abril.
Una leve caída que no influye en los buenos resultados del mercado del aceite de oliva, puesto que ese decrecimiento que se aprecia en abril es fruto de tomar como referencia el mes anterior, marzo, cuando se decretó el estado de alarma —el día 14— y las ventas de productos de primera necesidad se dispararon. En este mismo sentido, este mes se comercializaron 18.626,536 millones de litros.
Un repunte en las cifras que no es otra cosa que resultado del acopio de bienes que hicieron los ciudadanos cuando se decretó el confinamiento hace más de cien días.
En cuanto a las cifras vistas con las gafas de la interanualidad, son muy positivas. Tal y como reportan los datos facilitados por Anierac, mayo de 2020 es algo mejor que el de 2019 en cuando a la comercialización de aceite de oliva virgen y extra. Así, las salidas aumentaron un 0,69% con respecto al mes de mayo del año pasado. Es decir, mientras que en 2019 las ventas de aceite de oliva virgen extra supusieron un 50,30% del total, en 2020 fueron el 50,99%.
No se comportan de igual forma los aceites de oliva suave e intenso. Los consumidores adquirieron un 0,59% menos el primero, mientras que el segundo se mantuvo igual en términos interanuales. Por lo general, desde Anierac informan que en el mes de mayo alcanzaron una cifra de salidas de 44,61 millones de litros, de los que 26 millones se corresponden al conjunto de las categorías de aceites de oliva, algo más de 550.000 litros a los aceites de orujo de oliva y 18,23 millones a otros vegetales refinados.
LA BATALLA CON EL GIRASOL. A pesar de que son muchos los estudios que demuestran que las propiedades del aceite de oliva son muy beneficiosas para la salud, el de girasol continúa ganando la partida en las estanterías de los supermercados. Según los mismos que aporta Anierac, que se pueden consultar en la infografía de la derecha, las ventas de aceite de girasol en mayo alcanzaron los 16.826 millones de litros, por debajo de las cifras que se registraron en abril y marzo, por lo que el comportamiento de ambas grasas no ha sido similar. Sí es cierto que en el momento en el que se decretó el estado de alarma, las ventas de aceite de girasol se dispararon, al igual que las de oliva —se vendieron más de 30.420 millones de litros de aceite de girasol en marzo de este año—, pero mayo no ha recuperado la bajada que sufrieron en abril, algo que —por el contrario— si ha ocurrido con el aceite de oliva.
MÁS EN EL MERCADO. Tanto la cantidad como la variedad de aceite que se puede encontrar en los comercios es considerablemente superior a la que se podía encontrar hace un año. Asimismo, desde Anierac hacen hincapié en que, en estos primeros meses del año, sus envasadores pusieron en el mercado 227,11 millones de litros de aceites de oliva —8,90 millones más que el año anterior—, lo que, según las cuentas, se traduce en un aumento de en torno al 4%. Unos datos positivos, tanto de comportamiento del mercado como de los consumidores, que no se traducen en un aumento de precios, que continúan en unos niveles bajos.
El portavoz de Consumo del Partido Socialista (PSOE) en el Senado, Manuel Fernández, valoró que el Gobierno de España haya manifestado su voluntad de trabajar para que el sistema de etiquetado de “Nutriscore” “no solo no perjudique al aceite de oliva, sino que al contrario lo beneficie e incentive su consumo como el producto saludable que es”.
Fernández, que intervino en la Cámara Alta en la comparecencia del ministro de Consumo sobre este tema, destacó que este etiquetado fomenta hábitos saludables alimentarios, puesto que identifica los productos mediante una gama de colores en función de su contenido en calorías, grasas, azúcares, hidratos de carbono, proteínas o sal.
Señaló que esta iniciativa “es muy positiva”, pero alertó sobre las “disfunciones detectadas” en algunos productos como el aceite de oliva, ya que el oro líquido obtenía una mala puntuación por su contenido en grasas, una deficiencia del sistema que empezó a subsanarse con la anterior ministra, Luisa Carcedo, y que ahora Alberto Garzón se ha comprometido a culminar.
“Las características saludables del aceite de oliva están fuera de toda duda. De hecho, esta es una de las principales líneas de promoción desde hace años, porque el aceite contiene grasas saludables, hasta el punto de ser un ingrediente básico para la dieta mediterránea”, apuntó el senador socialista sobre el oro líquido.
El diputado de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía por Jaén y portavoz en la Comisión de Agricultura, Enrique Moreno, defendió la “enorme importancia” que tendrá la instalación de una agencia de Extenda en la provincia de Jaén para impulsar la promoción y la exportación del aceite de oliva, “una iniciativa del Gobierno andaluz impulsada y estimulada desde el grupo parlamentario de Ciudadanos”. “En un sector que sufre actualmente tantos problemas, con una crisis de rentabilidad que afecta a todos los agricultores y con un ministro de Agricultura que ni está ni se le espera, podemos encontrar discrepancias entre las soluciones a adoptar, pero en lo que sí hay un consenso absoluto entre todos los agentes implicados es en la necesidad de aumentar las ventas de nuestro oro líquido de manera paralela al incremento de la producción”, explicó Moreno, que remarcó que esto “puede suponer un revulsivo para la internacionalización de muchas empresas oleícolas”.