El traductor de sueños
Sentada sobre una ola
Llegó una reina a la orilla
Y al poner sus dulces
pies sobre la arena
Su vestido cayó
Quedando desnuda
Con el horizonte a su espalda
La sal en sus labios
No era del mar
Cuando el sol ya la besaba
Era la sal de haber llorado
En las profundidades del mar
El mundo creyó
Que era una sirena
Y era tan solo una mujer
Que agotada y sin querer
Decidió seguir viviendo
Y soñar fuera del mar.
Mientras que a mí de mi yo:
Le gusta sentarse al sol
e ir contando
las hojas que mueve el aire
le gusta quedarse en
silencio y escuchar
lo que de sencillo va oyendo
Me gusta el calor
de la luz en invierno y
compartirlo calladito
en mi alma
Ver pasar a la gente viviendo
sus propias historias
Despedir a los pajarillos
cuando se van e ir tras ellos como volando
Acariciar al perro vagabundo
cuando tímidamente
se acerca a mi vera
Vestir con mi presencia
el banco vacío
de una plaza, de un
pueblo remoto y
contar las palabras
que la brisa encadena
Se encerró en su casa
con la llave de un cerrojo fértil
batiendo todos los records de soledad que conocía
Y llegó el primero a la meta
de su propia colección d
e desdichas.
Yo creo, que la verdad está en tus manos
Que tus dedos como alas vuelan fingiendo que son diestros buscándose así mismos. Cada linea de esas manos es un rasguño del tiempo, que escribe cronológicamente cada gesto de tú voluntad sin ser visto, sin testigos, sin compañía que no sea la de la fuerza de los brazos de tú alma. Fue entonces cuando pasó un dirigente cualquiera mordiendo el polvo...el mismo polvo que tus manos fueron poco a poco recogiendo de la nada donde tantos se reunían para no acabar sabiendo hacer nada con ella. La nada era la estafa, como cualquier mano vacía sin callos que la vistan. Alguien con guantes de latex estrechándose a su piel, fue el mismo que escondía también aquellas uñas que habían estado rascando la corteza terrestre hasta vaciarla de contenido, para tan solo saciar su vacuidad y falta de sentido. No hay mano sobre mano para nadie que utiliza sus manos hacedoras.
Fake
EL INSTINTO extinto, que ya no tiene color. El desmayo de un mes de mayo..
La fuerza de una anestesia o el destierro de las farsas. El origen de otros ritos junto a la fuente de otras verdades y el misterio de las encrucijadas a discernir. Las huellas esporádicas de alguna rebelión inconclusa. Los hombres de trapo y sus palabras de cartón piedra. Las instituciones horribles llenas de árboles secos de papel mojado. El quehacer de los no haceres. Los fragmentos de la prepotencia cayendo por vacíos inhabitables, prolongados, por el mismo camino por el que se fueron construyendo, pero al revés. La cultura de los necios o sus revueltas y consignas. El veterano pensamiento del filósofo con suficientes razones pírricas a su favor pírricamente. La tecnología reclamando auxilio. Los bancos, ¡oh! Los bancos tan llenos de papeletas de tantos artificiales colores y tantos microbios adheridos. Chocolate espeso en horizontes prolongados por el descuido. Ideologías de logia. Campos de fútbol sin columnas de coliseum y mucha cultura escapista reduciendo la intimidad a la anécdota. Helados campos de turismo, antes voraginoso, deglutidor, consumidor y masivamente en feliz estado de despiste.
Arden las trolas y las troyas bajo el clima de una ecología simplista o todo lo contrario; impotente. Antes te abracé, a partir de ahora...te tendré fe y otro estilo de paciencia en dispersión persuasiva, no sin nostalgia.