El segundo se queda en la mitad oriental peninsular

Albacete, Alicante y Barcelona fueron las provincias agraciadas un premio muy repartido que llegó hasta Jerez

23 dic 2018 / 12:38 H.

El número 21015 resultó agraciado con el segundo premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, dotado con 1.250.000 euros a la serie. Este premio se vendió en administraciones de Almansa (Albacete), Albacete, Pedreguer (Alicante) y Castellbisbal (Barcelona). El número fue cantado a las 9.30 horas en el cuarto alambre de la primera tabla. Nerea Pareja Martínez y Alonso Dávalos Durán fueron quienes cantaron el número y el premio, y Santos Felipe Heredia Arias y Daniela Pareja Matínez quienes extrajeron las bolas de la suerte.

La Administración de Lotería número 7 de Albacete vendió 200 décimos del 21.015, que dejó en la ciudad 24 millones de euros. En el caso de la administración de la capital tenían consignados 20 billetes, que corresponden a 200 décimos, y todo “se ha vendido íntegro”, dice la propietaria de la administración, Pilar Ibáñez. Esta confesó que no tiene constancia de quiénes son los agraciados, aparte del dueño de una antigua cafetería, ahora cerrada, que compró el número. Asegura que el 21015 se vendió muy rápido porque la terminación en 15 “se vende muchísimo”. Después de 40 años, esta ha sido la primera vez que repartieron un gran premio de la lotería de Navidad: “Hemos dado muchos premios pero de Navidad nunca antes”.

Y desde Albacete, este segundo premio viajó hasta la unidad de hemodiálisis del Hospital de Jerez (Cádiz) tras comprar una compañera ya jubilada dos décimos allí. Se trata de 25 trabajadores que recibirán unos 5.000 euros cada uno. Además, la compañera que “se fue de vacaciones a Albacete” y trajo el número, recibirá los 125.000 euros del premio, porque compró un décimo también para ella y el otro lo repartió entre los compañeros de esta unidad.

Por otro lado, la propietaria de la administración de lotería de Castellbisbal (Barcelona), que repartió una serie del segundo premio, Pèrsida Pastalle, confesó ser “más afortunada” que su padre, de quién heredó el negocio, tras más de tres décadas establecidos en el municipio de la comarca de El Vallés. El establecimiento vendió una serie del 21.015 : “Mi padre no ha dado nunca un premio”, ya que, como explicó Pastalle, el año pasado dieron un quinto premio y hace cuatro años, otros 33 millones de euros de La Primitiva. “Estoy muy nerviosa y feliz”, afirmó, porque el número se vendió a la gente del pueblo y se ha quedado en la localidad”.