El precio del virgen extra cae por segunda semana seguida

El oro líquido parece que cada vez es menos oro, o al menos, no se acerca, ni de lejos, a su valor. El precio del aceite de oliva encadena ya quince días de bajada. Algo que suele ocurrir por estas fechas y que asociaciones agrarias achacan al parón vacacional. Tal y como queda reflejado en el sistema Poolred la media a la que se vendió el aceite de oliva fue de 2,145 euros por kilo en origen.

Por su parte, el virgen extra salió al mercado a 2,215; el virgen a 2,049, y el lampante a 2,011. Además, las ventas también pegaron un bajón generalizado. Según la Agencia de Información y Control Alimentarios (Aica), en la semana que va del 12 al 26 de agosto, las ventas —en España— de virgen extra se situaron en 3.431 toneladas, por las 1.225 de virgen y las 810 de lampante. En su conjunto, las ventas de aceite de oliva a nivel nacional fueron de 5.516 toneladas. Una caída que se suma también a la de los precios. En concreto, las ventas de virgen extra y lampante fueron a la baja, mientras que las de virgen aumentaron. No obstante, no sirvieron para que el dato general diera como resultado un número positivo en comparación con el año anterior. Otro dato interesante es el que se refiere al Picual de Jaén. Si se tiene en cuenta el mismo periodo —la semana que va del 12 al 26 de agosto—, las ventas del oro líquido, este sí, “made in” Jaén, tampoco salieron para echar cohetes. Asimismo, el virgen extra disminuyó —se vendieron 2.218 toneladas—, mientras que el virgen y el lampante aumentaron la cifra —600 y 560 toneladas vendidas respectivamente—. No obstante, la media total de la semana se queda en 3.649 y experimenta, de este modo, un descenso. En esta línea, la bajada de datos en lo que se refiere a las ventas de aceite se suma, para más inri, al de los precios. Quince días de descenso que se notan.

Pero, ¿por qué baja? Asociaciones agrarias apuntan a que es algo normal que suele ocurrir en estas fechas por el parón vacacional. Sin embargo, algunos de los motivos que pueden llevar a estas fluctuaciones del precio son las continuas bajadas en las cotizaciones, por lo que las cuentas no salen. En definitiva, un problema que tiene muchas posibles soluciones, como la autorregulación, visto lo que plantean desde algunos colectivos agrarios del país.