El PP consolida su hegemonía

La coalición Podemos-IU pincha en la capital y no alcanza la suma del 20D

28 jun 2016 / 10:30 H.

El PP de Jaén se quitó el domingo el regusto amargo que le dejó el 20 de diciembre. No perdieron la hegemonía que mantienen en la capital desde 1993. Pero, en la ola que se llevó por delante la mayoría absoluta que el partido había cosechado en 2011, situándolo en un mínimo histórico de 123 escaños (el peor resultado desde que, en 1989, arrancó su andadura política tras la reconversión de Alianza Popular), los “populares” de la capital perdieron 16,4 puntos porcentuales (11.402 votos), pasando de los 37.086 votos de hacía 4 años a 25.684.

Seis meses después, la repetición electoral ha jugado a su favor. Como preconizaban las encuestas (en esto sí han acertado), no hay mayorías absolutas y la negociación es obligada. Pero, en un escenario igualmente hostil y complejo para el bipartidismo imperfecto que existía en España hasta el 20D, la borrachera de encuestas y sus efectos psicológicos, el enfrentamiento encarnizado en el bloque de izquierdas entre el PSOE y Unidos Podemos, el bien hilvanado discurso del miedo y el temor de los ciudadanos a la inestabilidad, alentado por la caída de los mercados a raíz del “Brexit”, han tenido su efecto. El PP ha logrado una victoria más holgada de la que esperaba y la agrupación de la capital no ha sido ajena a esa inercia. “Es un resultado espectacular”, repetía ayer el presidente provincial del PP y exalcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya. Con 2.219 votos más que el 20D y un resultado muy similar al que obtuvo en 1993, cuando el PSOE pasaba por sus peores horas bajo el liderazgo de Felipe González, los “populares” de la capital han ampliado la diferencia porcentual que los separa del PSOE en 18 puntos porcentuales. Ese año 1993 y, fundamentalmente, la primera victoria de José María Aznar, en 1997, marcaron el ascenso de un PP que, el domingo, reforzó su principal bastión en la provincia.

Quien no levanta cabeza es la oposición socialista. El del 26J es el tercer peor resultado del PSOE en la historia de la democracia en la capital, por detrás del obtenido en 1977, cuando, en las primeras generales, consiguió 10.671 sufragios y, en 1979, con 12.847. Los días de vino y rosas que vivió entre 1982 y 1993 se esfumaron definitivamente con la caída de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde 2011, está en caída libre, como demuestran comicios tras comicios, aunque, entre el 20D y el 26J, la diferencia ha sido de apenas 35 décimas, con una pérdida de 552 votos.

emergentes. El patrón nacional se ha repetido a escala provincial y local y la gran decepción ha sido la unión instrumental entre Podemos e IU. Con los resultados de diciembre, la aritmética les prometía unos 12.000 votos (el 20D, el partido de Pablo Iglesias logró 10.123 e IU, 2.107). Pero, en política, uno más uno no son dos. Y, pese a que en España la Ley D’Hont les ha permitido sumar y mantener el resultado de hace 6 meses, aun perdiendo casi 1,3 millones de votos, en la capital la coalición, con su candidato cunero, Diego Cañamero, ha retrocedido, consiguiendo solo un 14,74% de los votos (9.465). Un porcentaje que queda muy por debajo de las expectativas creadas, pese a que el exdirigente del SAT se ha hecho con el escaño que le adivinaban las encuestas, que en esto también han acertado.

El que se erguía como serio rival para el PP, Ciudadanos (C’s), ha perdido fuerza y, en la capital, se ha dejado en el camino 1.610 votos respecto al 20D. Con todo esto, y siendo conscientes de que la ciudadanía no vota igual en unas generales que en unas municipales, si estos resultados se extrapolaran a unos comicios locales, el PP conseguiría un concejal más sobre los 12 actuales, el PSOE seguiría cayendo y perdería 2 de los 9 que tiene ahora, Podemos (o Jaén en Común) lograría uno más sobre los 3 de hoy y Ciudadanos (C’s) conservaría 3, aunque ahora sean no adscritos.