El picual jiennense mantiene su precio frente a la bajada nacional

El “oro líquido” baja en la última semana cinco céntimos por kilo en España

02 ago 2019 / 10:00 H.

La acuciante crisis de precios que asola al sector oleícola se mantiene como una de las principales preocupaciones de los miles de agricultores jiennenses que tienen en el cultivo su principal modo de subsistencia. Eso sí, siempre queda un ligero atisbo para la esperanza, y si bien en esta última semana el precio del aceite bajó en lo que al mercado nacional se refiere, subió en el caso concreto del picual de Jaén. Según los datos del sistema Poolred facilitados por Asaja-Jaén a través de su página web, durante la última semana el precio en el mercado español descendió de media cinco céntimos por kilo en origen. La mayor bajada correspondió al virgen extra y, sobre todo, al lampante, mientras que la categoría virgen permaneció casi igual. Así, el virgen extra se vendió a 2,321; el virgen a 2,125 y el lampante a 2,059. La media a la que salió el aceite fue a 2,212 euros por kilo.

Después de que la semana pasada los precios fueron a la baja, en el caso concreto del picual de Jaén, el virgen extra se vendió a 2,32, mientras que el virgen fue a 2,105 y el lampante a 2,069.

Con una campaña récord en España y menos cosecha de lo esperado en los demás países productores, la situación se antojaba idílica para los olivareros jiennenses, que podrían aprovechar la caída de la producción mundial para cubrir un consumo cada vez más creciente. Un escenario en el que como ya explicaron las diferentes asociaciones agrarias no hay ningún motivo para que se encuentren en esa tesitura. Sin embargo, se mantienen por debajo de los costes de producción, con lo que eso supone en una provincia en la que se encuentran más de 66 millones de olivos, y la tendencia parece que no es al alza. Además, a finales de abril ya se habían vendido 885.000 toneladas, lo que supone la segunda cifra más alta de la historia reciente para esa fecha. Eso ha hecho que los agricultores hayan decidido salir a las calles en varias ocasiones en lo que va de año, y entre sus numerosas demandas para hacer avanzar al sector del que dependen tantas familias jiennenses está la autorregulación.

En este sentido, y según informan en la página web de Asaja-Jaén, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) trabaja con los sectores en el diseño y la puesta a punto de los mecanismos necesarios para lograr una regulación efectiva de la oferta de mercados como el del aceite de oliva. Un sector cuya producción anual presenta una gran variabilidad debido, sobre todo, a las condiciones meteorológicas de cada campaña. En esta tarea, durante los últimos días se han intensificado los contactos con representantes del sector y con la Comisión Europea.

Como consecuencia de estas variaciones, los precios que perciben los agricultores están sujetos a una gran volatilidad, lo que hace necesario establecer mecanismos de regulación que permitan ajustar la oferta a la demanda, contribuyendo con ello a estabilizar los precios que percibe el productor. De hecho, y según los datos del Poolred de los últimos 24 años (contando lo que va de 2019) analizados por Asaja-Jaén, el precio medio aceite español ha estado en un 70% de los años por debajo de los 2,5 euros por kilo de aceite en origen. Solo en el 25% de los casos (6 años en total) ha superado los 3 euros por kilo; mientras que en el 33,3% ha estado por debajo de los dos euros y en el 37,5% entre 2 y 2,5 euros por kilo. Únicamente el 4% (1 año) estuvo entre 2,5 y 3 euros de media. Con estos datos, la conclusión fundamental de la organización agraria es que es fundamental producir por debajo de los 2,5 euros para que sea rentable.

Así, el Ministerio colabora con Cooperativas Agroalimentarias de España para la puesta a punto de un mecanismo de autorregulación que permita, de manera voluntaria, almacenar temporalmente aceite de oliva de una determinada calidad. Con esta medida, y en años como el presente en el que las disponibilidades de aceite son muy superiores a la media de los anteriores, las cooperativas podrán acordar almacenar una parte del aceite de oliva producido, de una calidad determinada, durante el tiempo necesario hasta que las condiciones de equilibrio entre oferta y demanda se restablezcan. Todo ello al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Organización Común de los Mercados Agrario. Las cooperativas, al comprender un 67% de la producción de aceite de oliva, podrán de este modo efectuar un papel de regulación del mercado, reduciendo con ello la volatilidad de los precios al productor, sin afectar negativamente a los precios al consumidor.