El Miserere revive hoy en Baeza gracias a la batuta de Martín Morales Lozano
El director celebra sus veinticinco años al frente de esta tradición
La Orquesta Sinfónica de Baeza y la Coral Baezana interpretan hoy, de nuevo, el Miserere de Hilarión Eslava en la Catedral de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, dirigidos por Martín Morales Lozano, un virtuoso y formado músico, desde hace 25 años. Este baezano tomó el relevo de su padre, el maestro Gerónimo Morales García. Uno y otro son culpables de que esta tradición única regresara a Baeza, de la recuperación de la adaptación musical del Salmo 50, compuesto expresamente para el templo mayor baezano en el siglo XIX. Un coro compuesto por más de 100 voces mixtas, muchas de ellas, sin experiencia y otras de aficionados, vecinos de la ciudad que se implican y acuden a los ensayos para dar lo mejor de sí mismos.
A este grupo, que tiene el honor de tener como escenario el altar mayor de la seo, acompañan músicos profesionales, ante un auditorio lleno, unas mil personas que ocupan la bancada de las naves catedralicias, en las que dejó su talento el genial Andrés de Vandelvira, encargado de la reinterpretación del espacio que antes ocupó la mezquita mayor baezana y las posteriores transformaciones cristianas. La cita es a las ocho y media de la tarde.
Morales padre fue el que retomó la tradición a partir de 1971 y, a partir de ese año —aunque se celebrará durante unos años en la Antigua Universidad— el Miserere protagoniza cada Martes Santo baezano, en una expresión única de la Semana Santa jiennense que, cada año, genera una tremenda expectación dentro y fuera de la ciudad. El Miserere, además, está detrás del hermanamiento de Baeza con Burlada, en Navarra, lugar de nacimiento de Eslava, autor de gran prestigio al que debe la Catedral esta composición. [J. r. c.]