El mal que atacó al alcalde de Jaén

en la cárcel de jaén se confinaron

19 jun 2020 / 13:05 H.

Las teorías de la conspiración hablan de una pandemia cada cien años. La peste negra asoló el mundo en 1720, el cólera hizo lo propio un siglo más tarde, la mal llamada gripe española se extendió en 1920 y el coronavirus ha marcado ya los relatos que se contarán en los libros de Historia.

Para ser exactos, la aparición de la gripe española —o mal de moda, como lo denominaban periódicos de la época como “El Pueblo Católico”— se remonta a 1918 y fue causada por un brote del influenzavirus A subtipo H1N1. La principal diferencia que tuvo con respecto al resto de pandemias, que afectaron principalmente a mayores y niños, es que los jóvenes también sufrieron sus consecuencias.

La mal llamada gripe española —claro ejemplo de que unos tienen la fama y otros cardan la lana— “nació” el 4 de marzo de 1918 en Fort Riley (Kansas, Estados Unidos), donde se notificó el primer caso. Ese mismo verano, el virus sufrió una mutación que lo transformó en un agente infeccioso letal y el contagio por esta cepa del virus se dio en Francia.

¿Por qué se le atribuyó a España? La prensa, en un contexto bélico en el que el país no estaba presente, prestó especial atención a la pandemia de gripe y su evolución debido también a que la censura sobre el tema era más liviana.

Este fue el caso de “El Pueblo Católico”, periódico que se publicó en Jaén entre 1893 y 1935. En este diario se plasmó pormenorizadamente la información sobre el avance de la gripe española, e incluso se recoge cómo Miguel Márquez Banqueri, por entonces alcalde de la capital —su segunda legislatura durante el reinado de Alfonso XIII—, fue atacado por el virus. “Por enfermedad del señor Márquez, que sufre la enfermedad de moda, se ha encargado de la Alcaldía el primer teniente de alcalde, el señor Velasco”. Finalmente, y según las informaciones, Márquez se recuperó.

En este sentido, “El Pueblo Católico” ofrecía casi diariamente información sobre la gripe española. Bajo el titular “Datos de mortalidad”, el diario publicó: “Según los datos del Registro Civil, en cinco días fallecieron en Jaén treinta y cuatro personas. Hoy tenemos noticias de que ha habido numerosos fallecimientos, aunque aún no constan todas las defunciones en el Registro”. No obstante, se dejaba claro en la pieza que aún se desconocía, de forma oficial, el motivo de las muertes, aunque realmente se sabía de buena tinta.

Más que cifras provincializadas, los distintos ejemplares de “El Pueblo Católico” que se publicaron entre 1918 y 1919, ofrecían pequeñas píldoras sobre los municipios desde donde se notificaban nuevos contagios. De hecho, en Noalejo enfermó del mal de moda el alcalde. “Se encuentra enfermo de alguna gravedad el joven alcalde de esta villa, don Francisco Morales Lomas”, se publicó. Otro ejemplo fue Porcuna, desde donde informaron de que los casos de “grippe” eran menos numerosos. “Van siendo menos los casos de invasión de la ‘grippe’ que tanto ha castigado a este vecindario, pues son raras las personas que no han sido atacadas”, figuraba en uno de los ejemplares del mes de julio de 1918 —hubo un segundo rebrote con la llegada del otoño—. “La epidemia ‘grippal’ puede ya decirse que ha entrado en su periodo de descenso”, concluía el texto, donde se alertaba, además, de que el sarampión era ya un problema.

Por supuesto, el diario contemplaba también casos de otros lugares de España y el resto del mundo. En Valencia, en su peor momento, se contabilizaron 30.000 “atacados” por la gripe. También se publicaron nuevos casos en Palencia o Ciudad Real.

De vuelta a la provincia, numerosas informaciones llegaban de Úbeda, donde continuaba “en aumento la enfermedad de moda, siendo numerosísimos los casos que se presentan”. En Orcera, por ejemplo, el 29 de junio, se celebró en la parroquia la fiesta de la Prensa Católica con total normalidad a pesar de la pandemia de gripe.

El problema se tornó tan grave en Jaén que incluso las vacunas contra el mal de moda eran obligatorias. “En la reunión que los médicos titulares celebraron con el alcalde, se cambiaron impresiones acerca del estado sanitario local. Los médicos informaron al señor Márquez de que los casos que se han presentado del mal llamado de moda son muy benignos y no tan numerosos como se cree hasta el punto de que no requieren los enfermos la asistencia facultativa”, publicaba “El Pueblo Católico”, al mismo tiempo que hacía hincapié en que el alcalde de la capital se interesó en que los médicos le comunicaran cualquier caso que se presentara. Tras la reunión, se acordó “adoptar medidas de higiene naturales en estos casos”, como ahora.

Un mal que, como el coronavirus, también tuvo su incidencia en la provincia, aunque la gripe española fue mucho más virulenta a juzgar por los datos de “El Pueblo Católico” y por la presencia que tuvo en pequeños municipios donde la covid-19 aún no apareció.

El periódico de referencia para los jiennenses

“El Pueblo Católico” estaba “más liberado” de la censura por no encontrarse España inmersa en el escenario bélico que sí se planteaba en el ámbito internacional. Eso sí, en prácticamente todas sus ediciones especificaba que el periódico se encontraba bajo censura eclesiástica —algo que no es de extrañar por su propia denominación—. “El Pueblo Católico” fue un diario que se editó entre los años 1893 y 1935 en Jaén, convirtiéndose finalmente en digno predecesor de lo que hoy se conoce como Diario JAÉN, que “echó a andar” en 1941.