El fruto de la planificación, de la alianza y la estrategia

24 feb 2016 / 09:44 H.

No fue fruto del capricho de nadie. Fue fruto de una planificación, de una alianza y, sobre todo, de una estrategia y un objetivo político”. El que fuera consejero de Educación en 1993, Antonio Pascual Acosta, actual director del Centro Andaluz de Prospectiva y presidente de la Fundación Sevillana Endesa, puso en valor que la creación de la Universidad de Jaén fue una apuesta del Gobierno autonómico por el conocimiento y por la cohesión social y territorial.

Pascual citó las investigaciones que se realizaron, hace 23 años, para defender la necesidad de su puesta en marcha. “Pronto comprobamos que el conocimiento estaba muy relacionado con la existencia de la Universidad. Mientras que en la provincia de Jaén no se llegaba ni al 50% de estudiantes que terminaban el Bachillerato e iban a la Universidad, como en Huelva, en Granada estaban entre el 78 y el 80%, lo mismo que Sevilla. La formación del conocimiento estaba ligado a la presencia o no de universidad”, evocó. En segundo lugar, el también presidente del Consejo Editorial de Diario JAÉN hizo hincapié en que el conocimiento está relacionado con la mejora de la empleabilidad. En virtud de esos dos motivos, se creó la institución académica. “Fue una apuesta por la cohesión social y por la promoción de todos los andaluces, independientemente de dónde vivieran. Y tercero, fue una apuesta por la cohesión territorial. Se trataba de que los ciudadanos, independientemente de dónde nacieran, tuvieras las mismas oportunidades”, aseveró.

Antonio Pascual defendió, además, que su puesta en marcha se hizo con una planificación, que comenzó con el primer Plan de Investigación y Desarrollo de España, que se hizo en Andalucía, y una alianza estratégica, en la que las diputaciones jugaron un papel importante. “Previamente, el Centro Andaluz de Prospectiva hizo un estudio sobre las posibilidades de alumnos y demás, que arrojó, como resultado, que Jaén iba a ser una universidad que iba a tener por encima que los 10.000 alumnos, cifra que se cumplió razonablemente”, continuó.

El exconsejero también defendió la alianza con la Universidad de Granada y con la UNIA, que permitió que las primeras clases se pudieran impartir en la sede Antonio Machado. Antonio Pascual no se olvidó de nadie, incluso del respaldo de los políticos, de los medios de comunicación, de los empresarios y de la sociedad andaluza, que fueron esenciales. “De lo contrario, no hubiera sido posible”, aseguró, sin olvidar que, por aquellos tiempos, España vivía una importante recesión económica y que lograr los fondos para crear esta Universidad, junto a la de Huelva y Almería, no fue nada sencillo. “Recurrí a las autoridades locales y a las provinciales para que me echaran una mano para convencer al resto de compañeros del consejo de Gobierno y al presidente, Manuel Chaves, que siempre apostó por el sistema universitario, como José Griñán y, ahora, Susana Díaz, para poner en marcha tres instituciones universitaria, en tiempos crisis. Los presupuestos no se podían incrementar así que cuando se iba a creer en la partida en Educación y Ciencia, había que quitarlo de otro sitio, lo que era una pelea. Y ahí siempre me echaron una mano”, agradeció.

“Tuve la suerte de estar allí en aquel momento, fui una pieza más en el engranaje y de una ilusión que existía ya en la ciudad y en la provincia. La única manera de salir del aislamiento era a través de la formación y la Universidad de Jaén era una pieza clave para el desarrollo”, concluyó Antonio Pascual.