El fiscal retira varios cargos y reclama cinco años de cárcel

Mantiene las acusaciones por las coacciones a dos testigos del caso

    04 may 2016 / 10:00 H.

    El conocido como caso “Tidiany” comenzó con la investigación por la misteriosa desaparición de un temporero maliense de 22 años. Nada se sabe de él desde la mañana del 17 de diciembre de 2013, cuando discutió con un vecino de Villacarrillo que era su patrón en aquella campaña de aceituna. El empresario se convirtió, entonces, en el principal sospechoso. Para la familia del joven africano, Ginés V. L. lo llevó engañado hasta una finca propiedad de su familia y, una vez allí, se deshizo de él. Por ello, la acusación particular reclama una condena de 15 años de cárcel por un delito de desaparición forzosa.

    Sin embargo, para la Fiscalía no hay pruebas de que esto sucediera y, por ello, no presentó cargos contra el patrón por este motivo. El Ministerio Público sí que acusó a Ginés V. L. de otros delitos secundarios y que fueron “saliendo” durante la investigación de este caso: delitos contra los derechos de los trabajadores, obstrucción a la justicia, defraudación de fluido eléctrico e, incluso, contra la salud pública por tráfico de drogas. En principio, el fiscal solicitaba 16 años de cárcel para el empresario villacarrillense. No obstante, ayer, retiró buena parte de las acusaciones y dejó su petición final en 5 años de prisión.

    El Ministerio Público mantuvo que Ginés V. L. abusaba laboralmente de los temporeros que tenía a su cargo, a los que, presuntamente, obligaba a trabajar en condiciones leoninas e, incluso, sin dar de alta en la Seguridad Social porque sabía que no tenían papeles. “Me constaba que todos los negritos estaban regularizados. No podía pensar que me estaban engañando”, sostuvo el patrón, para agregar. “A mí me cuesta lo mismo llevar a un hombre legal que a uno ilegal, no intentaba engañar a nadie”.

    El fiscal, inicialmente, pedía 10 años de cárcel por dos delitos continuados contra los derechos de los trabajadores. Retiró uno de los cargos y, en el otro, reclamó una pena mucho más baja: 1 año de prisión.

    El Ministerio Público sí que mantuvo las acusaciones por dos delitos de obstrucción a la Justicia. Presuntamente, Ginés V. L. presionó a una pareja para que declarara a su favor y le proporcionara una coartada para el día de la desaparición de Tidiany. “Me dijo que perdonaría lo que le debía de alquiler del bar”, declaró una de las denunciantes, quien confirmó que se negó a sus pretensiones: “Cuando le dije que no, me llamaba, me mandaba mensajes, me perseguía... Me sentí intimidada”, añadió la mujer. Por estos hechos, tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitan cuatro años de cárcel.

    El Ministerio Público también elevó a definitivas sus acusaciones contra Ginés V. L. por desprecintar una nave que estaba clausurada por orden judicial y por el enganche ilegal a la luz en la vivienda en la que vivían los temporeros. Solicita el pago de multas para el acusado. “La Guardia Civil me dijo que ya podía hacer uso de mis bienes”, alegó el acusado en referencia al primer delito, el desobediencia a la autoridad judicial. Con respecto a la defraudación de fluido eléctrico, el acusado negó su autoría: “No tengo conocimientos para eso”, explicó.

    De lo que sí se libró definitivamente fue del cargo por tráfico de drogas. Durante uno de los registros, los investigadores hallaron más de 300 gramos de marihuana. Ginés V. L aclaró que eran hojas de una planta que creció en su patio y que eran “basura”. “Estaban en una caja junto a desperdicios. No se tiró por un error”, concluyó.

    La imagen
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    Un lucha que no cesa. La familia de Tidiany Coulibaly no ha parado de batallar. De hecho, su hermano Bala ejerce la acusación particular. Lo representa en el caso el abogado Javier Pulido, que lo hace gratis. “Solo pedimos justicia”, explicó Nama Coulibaly, primo del temporero desaparecido, en declaraciones a Diario JAÉN, poco antes de que comenzara la vista oral. Este joven, a la izquierda en la fotografía, pertenecía a la cuadrilla de temporeros.

    El hallazgo de las orejeras

    Peculiar. Es el principal indicio con el que cuenta la acusación para asegurar que Ginés V. L. está detrás de la desaparición de Tidiany. Fueron halladas 24 días después de los hechos en la finca “La Moratilla”, propiedad de la familia del acusado, y tenían restos de ADN del temporero. “Cualquiera pudo tirarlas allí”, sostuvo el acusado.

    Las antenas de telefonía

    Informe. Ginés V. L. siempre ha mantenido que no llegó a salir de Villacarrillo en la mañana de los hechos. Sin embargo, la ubicación de su teléfono móvil dice lo contrario. Así lo aclararon especialistas de la Guardia Civil, quienes especificaron que el terminal del acusado funcionó gracias a la antena de Villanueva del Arzobispo en el intervalo de tiempo donde se cree que desapareció Tidiany: “Ese informe no es congruente”, señaló la defensa del procesado en su informe final.

    El paradero del jersey a rayas

    Afirmar. El 17 de diciembre de 2013, cuando se perdió el rastro de Tidiany, su patrón vestía un llamativo jersey a rayas. La peculiar prenda se ve en varias grabaciones de cámaras de seguridad. Sin embargo, nadie sabe dónde está. Cuando la Guardia Civil se lo pidió, Ginés V. L. dijo que no lo tenía, que debía haberlo perdido en el campo, porque había seguido trabajando con él: “No lo entrega porque ese jersey habla por sí solo”, le reprochó el abogado de la familia.