Día histórico para recordar

Las ciudades Patrimonio celebran los 15 años de su anhelada declaración

03 jul 2018 / 08:15 H.

Aquel 3 de julio del año 2003 marcó, sin duda alguna, un antes y un después para las joyas renacentistas con las que cuenta la provincia de Jaén. Una jornada considerada especial, digna de ser recordada, que pasó a la historia por la gran envergadura del logro conjunto alcanzado, en París, por las vecinas Úbeda y Baeza. Desde la capital francesa llegaron las mejores noticias: la Unesco había incluido a las dos ciudades de la comarca de La Loma en el tan preciado, selecto y exclusivo catálogo de bienes culturales considerados Patrimonio de la Humanidad. Así, la candidatura española representada por los municipios ubetense y baezano, y respaldada por las administraciones públicas, recibió el “sí” a su firme objetivo.

Esta fue la meta de un largo y laborioso proceso forjado a través de muchos años de trabajo y esfuerzo, pero también fue el inicio de una nueva etapa de desarrollo y prosperidad para las dos protagonistas de aquella declaración. Todo un hito que se extiende hasta la actualidad y el cual tiene visos de permanecer en el futuro. Por ello, 15 años después de la consecución de tan simbólico y anhelado momento, los dos emblemas patrimoniales del “mar de olivos” visten sus mejores galas para celebrar y conmemorar el feliz aniversario. Y lo harán, cómo no, de la mano y de manera simultánea, esta noche, desde las 21:30 horas.

En recuerdo a una fecha casi señalada en rojo en el calendario, las poblaciones de Úbeda y Baeza se preparan para poder albergar los actos centrales conmemorativos de su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad. Y aunque las agendas de ambas ciudades han estado bien apretadas por esta efeméride, durante los últimos meses, seguirán así con vistas a los próximos días. Hoy, las dos urbes protagonizan las citas institucionales más emblemáticas para festejar por todo lo alto el 3 de julio, y qué mejor para ello que la propia cultura.

Con respecto a Úbeda, el momento álgido del “cumpleaños patrimonial” tendrá lugar en la Plaza Vázquez de Molina. Allí, personalidades de reconocido prestigio de la ciudad participarán en una cita multitudinaria que contará con la proyección de un vídeo mapping, así como un reconocimiento a tantas personas que contribuyeron al sueño de la declaración. Y media más tarde, sobre las diez, le tocará a Baeza el turno de celebrar. En este caso, será la representativa Plaza de Santa María el lugar que albergue la conmemoración, en el que se llevará a cabo un espectáculo de luz, sonido, imágenes, Renacimiento y arquitectura. Sendos instantes para no perderse y que supondrán el mejor y más sonoro aplauso para aquel “regalo” estival que recibieron las dos ciudades destino de toda la humanidad.

No fue nada fácil alcanzar tan noble “obsequio”. No en vano, cabe recordar que Úbeda y Baeza lograron su merecido reconocimiento mundial varios años después del inicio del ambicioso proceso. Así, la candidatura contó con un primer intento fallido de declaración, en 1989, y una “retirada estratégica”, en 2000, por no disponer de las suficientes garantías. Pese a ello, continuó vivo ese empeño de que el Comité de Patrimonio Mundial acabara dando su visto bueno al proyecto jiennense, de ahí que los impulsores de la candidatura trabajasen por mejorarla y volver a presentarla. El organismo internacional decidió sobre la propuesta con voto afirmativo.

No es de sorprender que aquella respuesta afirmativa despertase el júbilo y la satisfacción entre los habitantes, las instituciones y las administraciones de Úbeda y Baeza. Pero también del resto de la provincia jiennense, de la comunidad andaluza y de España, ya que el espaldarazo dado a la riqueza patrimonial y cultural del pasado renacentista de las dos ciudades repercute, de manera muy positiva, para traspasar fronteras.

una amplia respuesta

La declaración de Úbeda y Baeza como ciudades Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco supuso todo un hito para la provincia. Por ello, Diario JAÉN realizó una amplia cobertura de todo cuanto supuso el proceso de presentación de la candidatura, así como los instantes previos y, sobre todo, el feliz resultado de la votación.