Despedidas que duelen menos

San Lucas dice adiós tras nueve días de actividades con gran asistencia

22 oct 2019 / 10:55 H.

Bajada de persianas, al menos metafórica. Concluye, un año más, uno de los momentos más esperados por los jiennenses, la Feria de San Lucas. Después de nueve días de irrefrenable actividad, la zona del recinto ferial “Alcalde Alfonso Sánchez Herrera” se convirtió, el primer día de la semana, en un reguero constante de movimiento. Sonido de martillos, golpeteo metálico, gritos de fondo y muchas idas y venidas. Fue el momento en que los caseteros y feriantes se despedían de Jaén, hasta el año próximo.

Desde el día en que las luces del recinto cobraron vida, la actividad no cesó. El olor del algodón de azúcar y la patata asada se adueñaron con rapidez de cada rincón del lugar. Nadie se quería perder unos días con los que los jiennenses y sus vecinos llevan soñando semanas. Algo bueno tenía que tener ser los últimos en celebrar la feria, y es que fueron muchos los que se acercaron para disfrutar y exprimir los últimos instantes previos a la normalidad, al otoño y a la rutina. Porque acudir a la feria se convierte en una breve escapada de la realidad, donde las luces de colores y el chirriante sonido de las máquinas se transforma en el repiqueteo más agradable. Las casetas, a rebosar; el pasillo central, lleno. Los propios ciudadanos fueron testigos de las ganas que había de disfrutar de la feria. Desde los encuentros taurinos que atrajeron a los más fieles amantes al arte en la plaza de toros de la capital, a los conciertos musicales y actos culturales que se dispersaron en la ciudad. Una semana que se centró, especialmente, en los más pequeños de la casa. Con el gran desfile que dio el inicio a la Feria de San Lucas, seguido de Diverferia o el Día del Niño, así como los talleres o el circo, que también se lució durante los días festivos, fueron un punto de encuentro para grandes y pequeños, en los que las familias encontraron un lugar donde entretener a sus “peques”, tan emocionados con el ambiente festivo que se vivió.

Una de las grandes novedades de esta edición, además de un hilo musical conjunto entre feriantes y caseteros para dar sensación de unidad al lugar, fue también ofrecer tres horas de silencio, pensada para las personas con sensibilidad auditiva o trastornos del espectro autista, con el objetivo de que pudieran bajar al recinto ferial y disfrutar, igual que el resto de personas, de los “cacharritos” y de un paseo agradable por las tradicionales casetas.

Una feria, esencia del mar de olivos, que cada año consigue atraer a más gente y ser el lugar donde reencontrar amistades y familias. Así, desde el Ayuntamiento de Jaén se mostraron “satisfechos” con el cierre de la feria, con un balance “más que positivo”, tanto en asistencia como en percepción por parte de los visitantes. El concejal de Cultura, José Manuel Higueras, remarcó el trabajo de los caseteros y feriantes, por su confianza en la Administración local a través de las actividades para recuperar el recinto ferial en una apuesta firme. Del mismo modo, señaló la tarea realizada por los agentes implicados para atraer a los jóvenes a San Lucas con una programación cultural específica dentro de la tradicional de la feria, como demuestran los conciertos de Leiva, Ajax y Prok, la sesión de música electrónica o la presencia de Maka en un San Lucas que “ha sido el germen de la edición de 2020”.

“Ha acompañado el tiempo, los eventos, la gastronomía y la gente se lo ha pasado bien. Estamos satisfechos con esto”, resumió el concejal de Cultura de la capital.

La sensación es generalizada. Uno de los puntos favorables más comentados, desde asistentes hasta feriantes y caseteros, fue la limpieza en el recinto. La suciedad en el paseo central, con los contenedores de basura expuestos y amontonando bolsas, es una de las imágenes que desde el Ayuntamiento se quería evitar a toda costa, y se consiguió. Con la implicación de los presentes y la labor de los equipos de limpieza, pocas fueron las quejas al respecto. Asimismo, la fluidez de los visitantes al recinto ferial desde San Ildefonso también se valoró desde la Administración local. Así, el concejal Higueras destacó que ha hecho que la feria de día “vuelva a ser lo que era, complementaria de la que se celebra en el recinto Alfonso Sánchez Herrera”.

Acaba, así, la última feria que se celebra en Andalucía. Pero lo hace con mucha alegría, tanto por los que trabajaron duramente para realizarla, como los que pudieron disfrutarla al otro lado. Ahora solo queda esperar y contar los días para volver a ver a los operarios martilleando más casetas en el recinto ferial de la capital jiennense.

en detalle

visitas. Miles de asistentes pasaron por el recinto ferial “Alcalde Alfonso Sánchez Herrera”, con una gran afluencia de público de todas las edades.

juventud. La actividad cultural estuvo centrada en atraer a los jóvenes a la feria, con conciertos como Leiva, Ajax y Prok o Maka, entre otros.

inclusión. Valoración positiva en las horas de silencio para personas con sensibilidad auditiva o trastorno del espectro autista.

Lo mejor . Días soleados y buena temperatura

El tiempo estuvo del lado de los jiennenses durante los nueve días de feria. Pocas nubes, mucho sol y temperaturas más que agradables acompañaron a los visitantes que bajaban al recinto ferial para disfrutar de unas horas entre casetas y atracciones. De esta forma, la temperatura media rondó los 20 grados a lo largo de la semana, del 12 al 20 de octubre. Unas mañanas en las que refrescó más, acercándose a los 10 grados habituales del invierno jiennense; pero que según avanzaba el día ascendían y animaban a los ciudadanos a salir para disfrutar de una comida en las casetas o de alguno de los puestos del recinto ferial.

Sin embargo, no se puede ir contra natura y, tal como dicta la tradición, la lluvia siempre aparece en época de feria. De esta forma, tanto el lunes, 14 de octubre, como la noche del sábado, 19, las nubes cubrieron el cielo y cumplieron su advertencia. Por fortuna, no llegó a grandes tormentas o cantidades de agua, tal como temían desde la Asociación de Caseteros, igual que los feriantes, pues tienen comprobado que en días de lluvia el número de visitantes decae. De todas formas, el agua no fue impedimento para los jiennenses y visitantes a la feria, que se mantuvieron firmes en el recinto, sin miedo a mojarse. De hecho, apenas “empapó” la lluvia la tierra.

Uno de los momentos más esperados también lo respetó las precipitaciones, como fue el espectáculo piromusical con el que se dio por finalizada la Feria de San Lucas 2019. Muchos fueron los asistentes que se dieron cita en el Bulevar, en el Parque Andrés de Vandelvira, listos para disfrutar de los colores y la música que acompañaba a las explosiones al cielo. Ni una gota cayó y los espectadores pudieron disfrutar desde las nueve y media de la noche de uno de los instantes más intensos de la semana festiva. De esta forma, la Feria de San Lucas de este año concluye como una de las más secas de las que se recuerda en la capital jiennense, en las que se recuerdan ediciones muy pasadas por agua, donde el traje de gitana y el paraguas eran compañeros indispensables para bajar al recinto ferial. Un complemento que, este año, apenas hizo falta.

Lo peor . Falta de oferta cultural
y baños sucios

El estado de los baños públicos fue uno de los asuntos polémicos con los que abrió la feria el sábado, 12 de octubre. Un tema que se convierte en habitual y se repite en todas las ediciones. Sin embargo, desde la Administración local se hizo hincapié en que uno de los objetivos que buscan es ofrecer un mantenimiento más apropiado de estos lugares, tanto por los caseteros —que tienen que pagar los desperfectos para tener los baños listos el día de la apertura—, como por los usuarios —los que más sufren los desperfectos en primera persona—. Un proyecto que ya está en marcha.

Otra de las “patas” de las que “cojeó” la feria fue la falta de oferta cultural o, al menos, una oferta que podría haber sido mayor. En las páginas de Diario JAÉN ya lo ponía en relieve Vica, y en su sección hablaba de la ausencia de actividad el primer lunes de feria. Un asunto del que también se hicieron eco los jiennenses, que demandaban más programación, no tan centrada en conciertos en La Alameda y sí más abierta a las familias.

Así, el concejal de Cultura se comprometió a ampliar la programación para próximas ediciones, hacer un análisis de las peticiones de los ciudadanos y crear una agenda con más complementos en los que se pueda satisfacer a grandes y pequeños, con una variada oferta cultural y artística, centrada en el entretenimiento que atraiga, de igual modo, al visitante al recinto ferial y se suma a la programación tradicional.

más movilidad y aparcamiento

unas dos
mil plazas disponibles

Una de las decisiones tomadas de la Administración local fue la eliminación de estacionamiento en la zona Sur, que se compensó con la puesta en marcha de dos puntos más de aparcamiento (en el tanatorio y en el estadio de La Victoria, complementarios del parking del ferial), con un total de 2.000 plazas disponibles para quienes quisieran desplazarse en coche a la feria. Todos contaron con vigilancia e iluminación

apertura del flujo de visitantes

Otra de las medidas tomadas fue la apertura del flujo de visitantes al recinto ferial desde el centro a través de San Ildefonso. En otros años, en favor de una feria de día más centrada en el centro de la capital, algunas calles de la zona de San Ildefonso se bloqueaban. Calles en las que los hosteleros aprovechaban para colocar sus terrazas. Sin embargo, este año se prefirió abrir la zona para más fluidez de la ciudadanía.