Desaparecido un jiennense en Valencia desde hace diez días
Luis Ortega Moreno, de 29 años, es hijo del alcalde de Torredonjimeno


“El número de teléfono no está disponible”. Eso es el mensaje que, desde hace diez días, devuelve el móvil de Luis Ortega Moreno, un vecino de Torredonjimeno de 29 años. Ese es el tiempo que lleva desaparecido este joven, que fue visto por última vez en la mañana del pasado lunes, 4 de julio, por su compañera de piso en Valencia. Desde entonces, nada se sabe de él. “No nos imaginamos qué puede haber pasado. No es algo normal en él”, explica Juan Ortega, su padre que, a la sazón, es alcalde de Torredonjimeno. Ayer, la familia hizo pública la desaparición, con una campaña a través de las redes sociales en las que se pide ayuda para encontrar a Luis. “Cualquier dato nos puede servir. Es importantísimo que se avise a la Policía o a la Guardia Civil si alguien cree haberlo visto”, añade su progenitor.
El joven tosiriano se marchó a Valencia a mediados de mayo. Quería encontrar trabajo allí. Llevaba un tiempo parado y un amigo le había dicho que en la ciudad levantina podría tener alguna oportunidad. Vivía en el piso con un joven jiennense y otra compañera. “Hablábamos con él prácticamente todos los días, bien por teléfono o bien por Facebook”, relata Juan Ortega. La última vez que contactaron fue el domingo, día 3 de julio, con mensajes a través de la red social, porque su móvil no funcionaba bien: “Me dijo que había estado en la playa y que, al día siguiente, quería ir a que le arreglaran el terminal. Todo muy normal”, explica el padre.
Ese mismo día, avisó a sus compañeros de piso que no iba a ir a dormir y que estuvieran tranquilos. Lo hizo a través de un mensaje de “Facebook”, tal y como se explica en la denuncia, presentada en una Comisaría de Valencia. Por la mañana del lunes, día 4, Luis Ortega fue visto por última vez. Acudió a su domicilio sobre las once. Allí estaba la chica con la que compartía piso. Estuvo muy poco tiempo. La joven asegura que recogió alguna cosa de su dormitorio y que dejó el ticket de un supermercado para justificar que había hecho una compra para la casa. Después, se marchó en su coche, un Renault Megane de color gris, que también está en paradero desconocido.
Desde entonces, ya no se sabe nada de él. Su teléfono móvil permanece apagado, no ha hecho uso del “whatsapp” y tampoco ha entrado en sus redes sociales, en las que era muy activo, según explican sus amigos. En el domicilio de la calle Moro Zeit de Valencia dejó, prácticamente, todas sus pertenencias. Tan solo llevaba encima una cartera, con la documentación personal y las tarjetas de crédito —que tampoco ha utilizado—, y su teléfono móvil. Toda su ropa y objetos personales permanecen tal y como los dejó en su dormitorio.
En un principio, los compañeros de piso no dieron demasiada importancia al hecho de que no apareciera en todo el día. Ya por la noche, y viendo que no llegaba, intentaron localizarlo. Sin éxito. El día 5, martes, contactan con la familia de Luis Ortega y le explican la situación. “Hablamos con la Policía y pensamos que podría estar en casa de alguien que hubiera conocido. Estábamos preocupados porque tanto tiempo sin saber de él no era normal”, explica su padre. Una preocupación que se fue transformando en angustia con el paso de las horas.
Finalmente, deciden presentar la denuncia en una Comisaría de Valencia, el lugar donde desapareció: “Es el consejo que nos dieron los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”. Desde entonces, la búsqueda ha sido incesante. La familia difundió ayer varias fotografías de Luis y una descripción física. El joven tosiriano mide un metro y setenta centímetros de altura y es muy delgado. Tiene tres tatuajes en la muñeca y en el brazo izquierdo, y en la nuca. Es moreno y tiene los ojos verdes. También se describe el coche en el que se marchó: un Renault Megane de color gris, con matrícula de Jaén, 6998AC. Tampoco se sabe nada del vehículo. No constan denuncias contra él ni se ha visto involucrado en accidente alguno, tal y como confirma el propio padre: “No sabemos qué pensar. Estamos mal, muy mal”, concluye.
Luis Ortega había tenido varios negocios en el municipio. Primero, regentó una tienda de componentes informáticos, junto a un socio. Cuando cerró, se puso al frente de un pub de copas. En los últimos meses, había trabajado como camarero en varios locales pero, desde marzo, no tenía nada fijo. Fue, entonces, cuando decidió emigrar a Valencia. Según su padre, allí tampoco había encontrado trabajo. “Si tenía algún empleo esporádico, no nos lo había dicho y tampoco había sido dado de alta en la Seguridad Social”.
La familia reitera su petición de ayuda y recuerda que cualquier dato que se pueda aportar es fundamental. El municipio de Torredonjimeno se volcó con los parientes de Luis Ortega Moreno para difundir su desaparición y que el caso llegue cuanto antes a todos los rincones de España.