De rogativas a la Virgen de la Capilla

29 may 2020 / 12:10 H.

Confinados por la coronavirus desde el 14 de marzo de este año 2020, todos los días fueron de noticias y lamentos por la situación del planeta tierra, contagiada la humanidad por el virus que en la vida jaenera, virtualmente se hizo de oración y súplica, trasladando nuestro pensamiento a la Virgen de la Capilla, nuestra madre, reina y señora, soberana patrona, alcaldesa mayor, venera de oro, sello de placa y llaves de la Ciudad en rogativas por la covid-19.

Días de amor y solidaridad en la lucha contra la pandemia, días de iniciativas anónimas, de gestos solidarios, de compromisos en la labor social con ánimos de ayudar a quienes más lo pudieran necesitar. En definitiva, meses de esperanza; iluminados por el azul del cielo, que al llegar mayo, la primavera en la ciudad de Jaén se hizo luz por su canto e himno que ensalzando la belleza del paisaje jaenés, Abdón Emilio Cebrián Ruiz al piano, fluyendo de entre sus dedos una mágica melodía inspiró al poeta Federico de Mendizábal que recitó a Jaén “con luz de sol... y radiante flor; favorita del amor... en tu olivar...; luz de luna jaenera ser feliz... luz de mi Pastira junto al monte de la Cruz. Bella Ciudad de luz...”.

Canto que es como salido del más vivo Jaén, rodeado de olivos y entre la planta de la paz, radiantes flores, favoritas del amor de los Chirris y Pastiras, de los jaeneros que en el mes de mayo, virtualmente, llevaron flores al relicario de la Virgen de la Capilla en su santuario donde se detuvo en su descenso la noche del 10 al 11 de junio de 1.430 en blanco cortejo.

Como título esta colaboración, prolongando mi pensamiento en los días de marzo, abril y parte de mayo, que virtualmente fueron días viendo la imagen de la Virgen de la Capilla con un lazo negro en señal de luto por tantos hijos espirituales suyos fallecidos por el virus, llegamos a junio, el mes por excelencia mariana jaenés, mes del descenso y concretamente desde el día 1 al 9 a la novena “covid-19” presenciar en honor de la patrona de la ciudad de Jaén; días de devoción por la oración; nueve días de presencia reducida ante la Virgen de la Capilla; días sucesivos de tradición que este año 2020 ante la pandemia del coronavirus serán días de gracias al personal sanitario, guardianes de la paz y en general a la sociedad por nuestro comportamiento ante las dificultades que hemos padecido; días de recuerdo hacia los enfermos y de oraciones por el alma de los fallecidos; días de rogativas como serán del 1 al 9 de este mes de junio.

Los jaeneros estos días aún confinados dejaremos para la tarde la salida oficial del paso por las calles de la ciudad para “hacer la visita” como decíamos en Jaén cuando íbamos a ver a la Virgen de la Capilla; iremos a la basílica, sacra iglesia parroquial de San Ildefonso, al santuario de la patrona, a la novena “covid-19”, como será este año, donde nuestra presencia será de alegría y gozo ante la imagen, a la que elevaremos nuestras oraciones en forma de rogativas para que pronto desaparezca la epidemia que la historia recordará como pandemia derivada de la enfermedad por coronavirus ocasionada por el virus del síndrome respiratorio agudo grave.

Ocuparemos en algún banco del templo el lugar que está señalado con una cruz, recordando al instante a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que también salía en rogativas en otros tiempos, llenando nuestro corazón de lo que dice su cruz; “Todas las cruces son flores si las sabemos llevar. Si os agobian, soportadlas, que Jesús os sostendrá”.

¡Virgen de la Capilla, Soberana Señora,/ que, en vuelo prodigioso bajaste de los cielos/ hasta la vieja tierra, sencilla y soñadora...! Permite que a tus plantas llegue mi voz sonora,/ radiante de fervores y encendida de anhelos en rogativas por ser madre tierra; patrona de España; símbolo de Andalucía y la devoción hecha flor y luz de Jaén, capital del Santo Reino.

DÍAS DE AMOR Y SOLIDARIDAD CON LUZ Y FLORES
LA NOVENA de la “COVID-19” EN JUNIO
CULTO DE REDUCIDA PRESENCIA PERSONAL
SENTADOS SOBRE UNA SEÑAL EN FORMA DE CRUZ EN LOS BANCOS DEL TEMPLO
Y como jaeneros evocaremos a José
de la Vega diciendo: