Confinados en La Merced, pero con la Semana Santa presente

Los vecinos preparan un altar repleto de elementos con un gran significado

09 abr 2020 / 11:59 H.

Ni el confinamiento en sus hogares puede con la fe y las ganas de Semana Santa de los vecinos de La Merced, que han instalado un altar en la calle Bazo, con el que cada atardecer, a eso de las ocho de la tarde, celebran la Semana Santa de una manera, cuanto menos, muy peculiar.

Este improvisado altar cuenta con la inestimable colaboración de los niños, que según indican desde el barrio, son el colectivo más comprometido con la iniciativa. De hecho, en el altar lucen los dibujos de Erica, Nerea, Jesús, Sara y María José, un grupo de cinco niños que acudían a catequesis en la iglesia de la Merced y que, cuando llegan las ocho de la tarde, como el resto de sus vecinos, se asoman a ventanas y balcones para encender sus propias velas y dar una aplauso a los sanitarios que, durante estos días, tiene un matiz algo especial por la Semana Santa.

Los vecinos de La Merced no quieren que el resto de la ciudad piense que es algo que hacen como una burla, guasa o cachondeo. Nada más lejos de la realidad. Unos minutos antes de que las agujas del reloj marquen las ocho de la tarde, encienden las velas del altar, que entre otros elementos tiene, como se puede ver en la fotografía que ilustra esta información, un pequeño Corazón de Jesús, como no podía ser de otra manera en un barrio en el que es muy venerado; los dibujos de los niños; una corona de espinas; un crespón en memoria de los fallecidos a causa del coronavirus y una muñeca ataviada con una mantilla blanca, que tal y como expresan los vecinos, quiere transmitir a todos la esperanza de que todo esto pasará. Cada día, tras los aplausos de gratitud hacia los profesionales sanitarios, una vecina de la calle Bazo se encarga de reproducir, desde su casa, una canción de Semana Santa. Todo hecho desde el cariño y el sentimiento que le profesan estos vecinos a unos días muy especiales.

Como todo cofrade de la capital sabe, el día grande para los vecinos de La Merced es el Lunes Santo, cuando la venerada Virgen de las Lágrimas tiene su salida procesional desde la iglesia homónima. Fue entonces cuando, tras los aplausos, se reprodujeron las dos canciones que la Tuna universitaria suele interpretar a la imagen en la Plaza de la Merced, un gesto que erizó la piel de los presentes.