“Cayó una piedra y crucé a la otra acera. Me salvó la vida”

María José Alba presenció el derrumbe en una casa en Belén y San Roque

07 mar 2018 / 09:10 H.

AMaría José Alba Rivilla no se le olvidará jamás el día que cayó la casa de su vecino. “Estaba en la puerta de mi casa con mi perro. Lo sacaba antes de irme a dormir. Vi cómo caía una piedra grande de tierra y me asusté. Entonces, llamé a Duque para que se cruzara de acera. Nos pusimos allí y, de repente, se desplomó el muro y se quedó la vivienda al descubierto. Si llego a estar debajo, me hubiera matado. La primera piedra cayó cerca, pero no como para darme. Fue la que me avisó”, recuerda María José Alba Rivilla, que pronto cumplirá 81 años.

La vivienda se desplomó el viernes a última hora de la noche. Está en la calle Antonio Delgado Anguita del barrio de Belén y San Roque. “Si llego a estar más cerca, no tengo salvación. Los vecinos sabíamos que, a veces, caían cascotes, pero nunca imaginé que fuera a pasar eso. El sonido y la imagen eran iguales que si hubiera caído una bomba. Escuché un gran estruendo y la casa comenzar a desmoronarse”, afirma María José Alba Rivilla. Además, añade: “Todavía se siguen cayendo cosas. Esta noche, se ha escuchado cómo se desplomaba un armario con bastante escombros”. Precisamente, esta vecina linda —muro con muro— con el inmueble afectado. “No tengo miedo porque sé que mi casa está bien. Hace poco se le hizo una revisión, pero el derrumbe si me está generando humedades en una pared. El agua de lluvia entra directa”, confirma la mujer. Por otro lado, Alfonso Castillo Sabalete es otro residente. “Lo de esta casa no es algo nuevo. Los vecinos estamos hartos de pasar por allí y ver cómo se caen los cascotes. Muchos nos bajamos de la acera o nos vamos por otro lugar por miedo. Cuando vimos que se cayó —el pasado viernes por la noche—, no nos cogió por sorpresa”, señala.

Precisamente, el 30 de octubre de 2014, Diario JAÉN publicaba una información en la que vecinos del barrio de Belén y San Roque aseguraban que tenían miedo a esta vivienda. Entonces, algunos residentes describían que había temporadas en las que caían cascotes y daban un toque de atención ante lo que consideraban una amenaza para las personas que pasaban por la calle. De ahí que, cuando hace unos días, se cayó, muchos no se sorprendieran. Aseguraban que era algo más que previsible. Afortunadamente, solo fueron daños materiales y un gran susto para los que, como a María José Alba, les cogió cerca.