Carbonero sobre la recogida de basura: “No caben incertidumbres”

Unas 200 personas salen a la calle por el mantenimiento de los 321 empleos

06 oct 2016 / 13:47 H.

Portando banderas de Comisiones Obreras (el sindicato convocante) y parapetados tras una pancarta en la que se leía un “Mi futuro depende del futuro de mis papis” ante el que era difícil permanecer impasible, siete niños (aunque había muchos más) abrieron la manifestación con la que los empleados de la recogida de basura, limpieza viaria y mantenimiento de los jardines reivindicaron, por enésima vez, al Ayuntamiento que no divida el servicio, porque, de hacerlo —se alertaba en otra pancarta—: “Nos matan”.

Y no solo a ellos. Lo que ayer marcó la diferencia respecto a cualquier otra manifestación de las que, en los últimos cinco años, han recorrido la capital fue que los trabajadores se echaron a la calle con sus familias; acompañados de sus mujeres e hijos para mostrar a la Corporación Municipal que el destino de sus hogares va de la mano del laboral. Y este último depende de la decisión que adopte sobre la futura gestión de un servicio que, desde el año 2012, presta la multinacional FCC sin un contrato que medie.

“No caben incertidumbres”, subrayó el secretario general de CC OO en Andalucía, Francisco Carbonero, que estuvo al frente de la manifestación que discurrió desde la Plaza de las Batallas hasta la de Santa María. El líder regional del sindicato clamó: “Si tiene que haber cambios, que sean con garantías”. Y criticó que, hoy por hoy, ni el Ayuntamiento, a través de la remunicipalización que defiende Jaén en Común (JeC), ni la Diputación, que —dijo— “asumiría solo una parte”, las ofrecen.

Para Carbonero, en la coyuntura económica que vive el país, no es el momento de alimentar la incertidumbre. Ni desde la perspectiva de la prestación de servicios públicos de calidad a la población, que consideró “absolutamente importantísimo”, como en cuanto a la estabilidad laboral de los trabajadores. Rodeado de unas 200 personas, alzando la voz sobre el sonido metálico de unos platillos y el ruido de silbatos y alarmas, Carbonero desdeñó la posibilidad de un “rescate” del servicio por parte del Ayuntamiento por las “dificultades” que tiene para responder con solvencia a los pagos. Y, en cuanto a la Diputación, recalcó que, además de que “solo” asumiría la recogida de basura, la prestaría “a través de otra empresa mayoritaria de capital privado” (Urbaser, que posee el 60% del accionariado). Y añadió: “Acaba de ser comprada por un grupo chino, que genera mayor incertidumbre”.

Por todo ello, tanto el comité de empresa, como “la mayoría” de los empleados y CC OO se inclinan por la opción de la licitación, indicó el responsable provincial del sindicato, José Moral. Pero, frente a las críticas de ciertos sectores políticos y sociales, Carbonero negó que las movilizaciones de las últimas semanas se realicen en defensa de alguna Administración o de alguna empresa en concreto. En este caso, FCC. “Es por la defensa del empleo y las cosas que funcionan no deben romperse por intereses políticos y de parte”, sintetizó el sindicalista, que pidió “seriedad” a las administraciones y que eviten el deterioro de los servicios. “Y, si mañana, quieren hacer todo público, ¡encantados! —concluyó—. Vamos a hablar y todos los trabajadores pasan a ser de la Diputación. Si se atreven a eso, vamos a sentarnos a hablar”. Pero este no es el deseo de los empleados, que ven en la división de los servicios actuales una pérdida masiva de empleos y precariedad laboral, “como ha ocurrido en La Carolina o en Linares”, según ejemplifica el responsable provincial de Empleo, Francisco Cantero, a la mínima ocasión que se le presenta.

Para la plantilla, la “única opción” que evitaría despidos y garantizaría las condiciones laborales actuales es una licitación. “No creemos que sea tiempo de irresponsabilidades y de sobrecargar con 300 trabajadores más al Ayuntamiento (en la situación en la que está) y el presidente de la Diputación me dijo que solo le interesaba la recogida de basura”, señaló el secretario provincial de Comisiones Obreras, que, aun abogando por la licitación, advirtió de que no se conformarán con cualquier pliego de condiciones. “Queremos calidad en la prestación del servicio, respetando el estatu quo de la plantilla”. Y es que, como JeC, el sindicato también tiene la mosca detrás de la oreja por la reducción que se contempla en el apartado de costes de personal. El portavoz municipal de JeC, Manuel Montejo, habla de una reducción de 800.000 euros que —en su opinión— supondría el despido de más de medio centenar de trabajadores.

Aunque la remunicipalización es un caballo por el que únicamente apuesta ya JeC, miembros de la plataforma que ha impulsado el grupo municipal acompañaron a los empleados en otra prueba más de fuerza y de unidad que volvió a alentar el grito del secretario provincial de Empleo de CC OO. “Esto no es un punto y final. Es un punto y seguido”, arengó a los trabajadores, a quienes animó a que, en la manifestación de ayer, se dejaran “el alma y la voz”. “¡Y si hay que tomar Ibuprofeno mañana, se toma!”, espetó. La protesta continúa, por más que el equipo de Gobierno del PP insista en que su carta es la licitación y el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. Como Santo Tomás, es una cuestión de ver para creer.