—¿Cómo se encuentra?

—Muy bien. Gracias a Dios la familia está bien y todas las personas cercanas se encuentran igual.

—¿Cómo ha llevado el periodo de confinamiento?

—Ha sido una experiencia nueva muy distinta. He estado teletrabajando y haciendo funciones de profesor y de todo un poco. Ha sido una situación muy difícil. Tengo una hija de nueva años y la última vez que se dijo que se prorrogaba todo quince días más, casi lloraba. Se ha llevado como se ha podido

—¿Cómo se adaptaron las empresas al decreto?

—Las orujeras también son, como parte del sector oleícolas, empresas esenciales. Todas han estado trabajando y con protocolos ante la situación tan compleja y rara, con limpieza continua de los puestos de trabajo y medidas para evitar las concentraciones de personas, en lugares como los vestuarios o los comedores. Desde ANEO hemos ayudado para que se compraran los EPI necesarios. Las empresas han pasado con nota el confinamiento.

—¿En qué situación se encuentra el sector del orujo?

—El covid nos ha afectado bastante y de manera negativa. En el plano nacional, llevábamos una campaña muy positiva, con más ventas. En Navidad hubo una campaña de promoción. De pronto, en marzo se nos echó encima la pandemia, con el cierre del canal Horeca, que supone la caída del 70% del mercado nacional. Abril de 2020 fue el peor mes de salida de aceite de orujo de los último catorce años, con la mitad que cualquier otro mes. Las exportaciones han sufrido un desplome del 14% y eso que el 83% de la producción va a la exportación, así que es un serio problema. El mercado está mal. Los precios están por los suelos y no se habían visto nunca. A 600 euros la tonelada, por debajo incluso que el girasol. Eso no se había visto nunca. En cuanto al orujillo, iba muy bien antes del covid, pero con la pandemia se dejó de consumir electricidad y cemento, con la caída de las salidas y, por tanto, de los precios. Estamos en una situación crítica y se pierden hasta cinco euros de tonelada de orujo graso húmedo que se valoriza sin contar la compra. Si hablamos de campaña, empezamos con un stock de unas 100.000 toneladas, lo que supuso una disponibilidad de 296.000 toneladas y había una previsión de salida de 163.000. Tenemos un grave problema, el stock que esperamos de enlace es de 35.000 toneladas más de las que había al principio de la campaña.

—¿Por qué ha caído el precio del aceite en general?

—El aceite de orujo de oliva ha caído porque no hay demanda. Si hay más oferta que demanda cae el precio. Competimos con los aceites de semillas, en su mayoría de importación. Dos tercios del girasol son de importación. Intentamos buscar el hueco que perdimos y conseguir más demanda para que suban los precios.

—¿Qué soluciones plantea la asociación?

—Hemos planteado seiscientas cosas, como más promoción nacional, que hay un incentivo para el aceite de orujo en el sector industrial, por ejemplo para patatas fritas, y otras muchas medidas. Es fundamental recuperar el canal Horeca

—¿Cómo puede defenderse el orujo frente al aceite de oliva de calidad?

—Somos el hermano pequeño del aceite de oliva. El orujo tiene casi todas las propiedades del aceite de oliva virgen extra. Nuestro hueco es con el aceite de semillas, porque no competimos ni queremos con el virgen extra. Siempre nos hemos consideramos el segundo mejor aceite.

—¿Qué perspectivas augura para el sector?

—Lo veo complicado porque se ha roto el equilibrio del sector productivo del aceite de oliva. Durante veinte años se han subvencionado nuevos cultivos y mejoras de las explotaciones, todo eso, con ayudas europeas. Por ello ha habido más producción de aceite. En este tiempo no ha habido una subvención para las orujeras, lo que ha generado un desequilibrio. Según los datos, estimamos que para el 15 o el 30 de enero habrá una rotura de flujos, como en la 18-19. Las balsas se llenarán, lo que supondrá que no pueda recepcionarse más orujo y un parón de las almazaras y, por tanto, de la recogida en el campo, que repercutirá en la calidad. Estamos avisando desde hace muchos años a la Administración de que tenemos un serio problema de capacidades y volverá a pasar. Nos veremos al término de campaña con grandes existencias de aceite orujo y orujillo. Pedimos un paquete de ayudas para dar el gran servicio que estamos prestando al sector oleícola y no haya rotura de flujo.