“Jaén tiene que aprovechar el mercado europeo para vender”

Laura garau contreras

26 feb 2020 / 11:06 H.

“¡Qué suerte que voy a salir en el periódico de Jaén!”. Laura Garau Contreras (Palma de Mallorca, 1991) tiene, curiosamente, sangre jiennense, por lo que es escuchar la palabra “Jaén” y se le iluminan los ojos. Su madre es natural de La Iruela, un pueblo que visita siempre que puede y que intenta promocionar por toda Europea. Conoce a la perfección la situación que atraviesa el sector del aceite de oliva y asegura que este es el momento para luchar por un futuro merecido para una provincia con grandes oportunidades relacionadas con los retos medioambientales mundiales.

—¿Cuál es su papel en Bruselas?

—Representar a COAG en el ámbito internacional. Tenemos acceso a las instituciones europeas a través del Copa-Cogeca y estamos en Vía Campesina. Mi trabajo aquí es dar voz a los agricultores españoles e intentar entrar en los diferentes grupos que permite el Parlamento Europeo.

—¿En qué puede beneficiar su trabajo a los jiennenses?

—Estamos en el grupo de aceite, a través del Copa-Cogeca, por lo que mantenemos muchas reuniones en las que se debate la situación del sector, que es la principal actividad económica que tiene Jaén, en el seno de la Unión Europea. Intentamos dar valor a la figura del agricultor y destacar las posibilidades que tiene en medio ambiente, que es lo que más se debate ahora con el pacto verde, el “green deal”.

—¿Cuál es su preocupación?

—Nos preocupa que la Comisión de Agricultura tiene, en estos momentos, menos competencias. El comisario no es combativo, comparado con Phil Hogan, que sí fue muy activo, por lo que nuestra inquietud está en ver qué pasa con la reforma de la PAC, cómo se va a integrar en el pacto verde y en la estrategia conocida como “De la granja a la mesa”.

—¿En qué consiste?

—Consiste en reducir productos fitosanitarios, antibióticos y fertilizantes. También está ligado a la salud animal y seguridad alimentaria, junto con la formación al consumidor. Dentro de todo esto, nos preocupa cómo se va a articular la PAC y cómo afectará a los sectores. De hecho, en el olivar se ha metido el de bajo rendimiento, pero no sabemos cómo se tramitará, por lo que echamos en falta la figura del comisario. Hace poco ha tenido el debate con Holanda, Alemania y Bélgica sobre la intensificación ganadera y, claro, esos países se han puesto en pie de guerra, porque no conoce el sector.

—En pie de guerra están los agricultores españoles. ¿Cómo se ven las protestas desde aquí?

—Están siendo muy mediáticas, quizás más de lo que se esperaba en un principio. Empezaron las protestas en Alemania y Francia, muy combativas, pero se han quedado bastante detrás de las españolas. Veremos qué pasa con las próximas subastas del almacenamiento privado.

—¿Cree que funcionarán?

—Es una medida de la Comisión Europea por la bajada de precios y los aranceles de Donald Trump, pero el problema es que los precios de activación no están actualizados, por lo que lo que nosotros pedimos es que el almacenamiento privado sea obligatorio para todos los agentes. No vemos más movimiento por parte de Europa y no hay motivos para que el precio esté tan bajo. Nosotros siempre hemos defendido la cadena de valor. Tenemos un informe mensual sobre el precio del origen y del destino. En aceite de oliva, estamos en un 89% de distancia entre el precio de origen y el de destino. Es abismal.

—No hay mucho enlace de campaña, la cosecha ha sido media... ¿Por qué continúan tan bajos los precios del aceite?

—Porque estamos en un mundo globalizado, con cada vez más importación de productos, más competitividad... Entiendo que los productos españoles tienen que tener una marca diferenciada, porque, por ejemplo, en Bruselas hay mucho aceite griego y, además, mucho más barato que el español. La bajada de precios, al final, es el origen de lo que pide el consumidor, porque si él no conoce el valor de ese aceite, hay una presión en toda esa cadena que perjudica al agricultor. Además, si cada vez hay más demandas relacionadas con el medio ambiente, pero no hay promoción de ese producto para pagar lo que cuesta, al final tenemos mezclas, algo que también pasa, por ejemplo, en el sector de la miel.

—¿Cuál es su defensa de la PAC?

—Defendemos una PAC fuerte y europea, aunque muchas cosas se debatirán en el ámbito nacional. COAG quiere que los pagos directos sean estables y apoyar al segundo pilar, que será el más dañado, el del desarrollo rural.

—¿No cree que puede ser una oportunidad para Jaén, donde predomina el olivar tradicional?

—Antes, en los programas de desarrollo rural, se incluía el olivar de montaña, pero ahora se ha metido en trámite parlamentario, por lo que es cierto que es una oportunidad para defender el trabajo del agricultor profesional, el de toda la vida, el que fija la población al territorio y, en cierto modo, lo que se reivindica en las manifestaciones.

—¿Cómo se pueden combatir los aranceles?

—Con un Gobierno europeo fuerte. Es algo extremadamente difícil, porque la agricultura siempre acaba como la moneda de cambio. No vemos activas a las instituciones europeas.

—¿Qué significará el Brexit para el sector?

—Menos dinero para el presupuesto y mucha inquietud en torno al futuro del mercado internacional, porque los españoles somos exportadores netos al Reino Unido.

—¿Cuál es la asignatura pendiente del sector?

—Yo creo que hay muchas, pero sobre todo conquistar mercados, a través de la promoción y la calidad. Hay que reforzar el mercado interior y aprovechar el europeo para dar a conocer las variedades del aceite de Jaén. Yo creo que el aceite de oliva tiene un valor diferencial que es el que le hace tener futuro.