Aceituneros bajo cero en el olivar

Miles de temporeros comienzan a trabajar a temperaturas por debajo de los cero grados. El olivar se llena de gorros de lana, calcetines gordos, guantes rotos en los que solo asoman las puntas de los dedos, jerseys, forros polares e, incluso, chaquetones para protegerse de la helada. La Agencia Estatal de Meteorología anuncia que Jaén tendrán una intensa helada que hará que el mercurio registre hasta -6 grados de temperatura. Además, las horas más gélidas serán entre las ocho y las diez de la mañana, que es cuando comienzan a trabajar la mayoría de las cuadrillas. De ahí que esperan duras jornadas para miles de hombres y mujeres en el campo, que verán cómo cae nieve de los olivos cuando comiencen a varearlos y hasta sentirán cómo cruje el suelo debido a las placas de hielo que se formarán.

Muchas cuadrillas ya han abordado este problema, que no solo perjudica a los temporeros, que serán los que sentirán el frío en sus carnes, sino también a los propios agricultores, ya que, generalmente, están con ellos y, encima, saben que varear con el olivo prácticamente congelado hace que se rompan muchos retallos y que esos árboles den menos cosecha el año que viene. Por eso, tampoco son muy propensos a trabajar así. Hay quienes ya han puesto el tema sobre la mesa y han decidido comenzar una hora más tarde, es decir, no arrancar a las ocho y media o a las nueve de la mañana, sino esperar hasta las nueve y media o las diez. En cambio, otros seguirán tan cual, pese al intenso frío, que consideran un fenómeno habitual de la campaña aceitunera.

El vicesecretario de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, Antonio Marcos, indica: “Sabemos que el campo es duro, pero hay que analizar las condiciones excepcionales y cumplir con la normativa de prevención. Lo idóneo es comenzar un poco más tarde y evitar las zonas cercanas a los ríos o las más llanas en las primeras horas hasta que el sol comience a calentar”. Además, recuerda que quien marca la organización del trabajo es el agricultor y puede decidir la hora a la que comenzar.

En cambio, el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila, afirma que las cuadrillas familiares sí que se adaptan mucho mejor a las bajas temperaturas y acuerdan un inicio posterior e, incluso, recortes en la jornada o una hora de salida algo posterior al del resto de los días —para compensar el retraso en el comienzo—. En cambio, revela que en muchas cuadrillas no es fácil cambiar la jornada: “Muchos jornaleros están hechos a una hora de salida determinada. Si se retrasa una hora la recolección, no quieren, ya que rechazan salir más tarde y llegar de noche a su casa”. Además, continúa: “Es mejor empezar a las nueve y media o las diez cuando los olivos ya no tienen hielo. Varear con el campo congelado nos cuesta romper muchas ramas y retallos. En cambio, esto es una batalla que muchos agricultores tienen desde hace tiempo, ya que los jornaleros prefieren empezar pronto y acabar también temprano”. Asimismo, indica: “Algunos optan por hacer suelos hasta que el sol calienta y se va el hielo, pero otros, con la mecanización, no les queda otro remedio que varear”.