23 años de progreso, calidad, madurez y proyección internacional

24 feb 2016 / 09:44 H.

23 años de progreso, de éxitos, de madurez, de calidad y de proyección, tanto nacional como internacional. Así definió Lorenzo Morillas, rector de la Universidad de Granada en 1993, las más de dos décadas de historia de una institución académica que, a sus ojos, es joven. “Recordar esto es muy importante, porque lo que fue una apuesta inicial, sólida, de muchas personas e instituciones, tenía una perspectiva de futuro que había que ver y trabajarla, y creo que ese camino se ha hecho muy bien y los resultados son obvios”, defendió Morillas, que no dudó en reconocer que la Universidad es lo mejor que le ha pasado a Jaén en los últimos tiempos.

El jiennense confesó que su vida discurre, en parte, de forma paralela a la de la Universidad. “Cuando comenzó el Colegio Universitario, y después el campus, yo era vicerrector de Ordenación Académica y me encargaba de llevar todas estas cuestiones”, recordó. Lorenzo Morillas siguió con su intervención con la puesta en marcha de la Facultad de Derecho. “Veníamos relevantes catedráticos para que impartieran docencia y para formar una infraestructura docente adecuada”, evocó el exrector de la Universidad de Granada. Fue entonces cuando llegó el año 1993, “clave”, en el que se gestionó “adecuadamente” la transferencia y creación de la nueva Universidad. “Fue una revolución consensuada entre las dos partes, porque era imprescindible y necesario”, apostilló Morillas.

De esta manera, el académico, especialista en el ámbito jurídico, destacó los éxitos cosechados en cuanto al desarrollo con compromiso y trabajo, gracias, también, a un trabajo conjunto por una universidad pública mejor. Dos instituciones unidas de la mano en pro de un objetivo que benefició, y lo sigue haciendo, a miles de personas.

Lorenzo Morillas hizo hincapié en que él está vinculado a la institución como rector de Granada que fue pero, también, como investigador. Tengo el honor de que en mi ámbito jurídico, en el Derecho Penal, la mayoría de los excelentes docentes e investigadores son discípulos míos y han generado un grupo de referencia de ámbito nacional e internacional en Derecho Penal y en toda la estructura universitaria en Jaén”, aplaudió orgulloso. Pero si de algo sacó pecho, especialmente, fue de la insignia que portaba en la solapa. Un pin que le recuerda que forma parte del claustro universitario, como doctor Honoris Causa, un nombramiento que fue “trascendente” en su vida. “Soy cinco veces Honoris Causa por otras universidades, pero esta me toca el corazón”, dijo, llevándose la mano a la insignia.

Como el propio Lorenzo Morillas reconoció, podría seguir hablando de sentimientos, emociones y de valoraciones objetivas que, a sus ojos, no hacen más que certificar la grandeza, el desarrollo y lo positivo que se ha dado la Universidad de Jaén, una institución joven y, a sus ojos, con alcance y prestigio. “Ha apostado por la calidad y está en la línea de fortalecimiento, de progreso, de compromiso e implicación con la universidad española y andaluza”, concluyó.

Como jiennense, también tuvo palabras para Diario JAÉN. “En mis tiempos jóvenes, cuando era un activo juvenil en el Real Jaén o estaba en Primera División de baloncesto, acudía al periódico para ver lo que decían de nosotros”, bromeó. Confesó que es una referencia importante en la vida de muchos y aplaudió la idea de llevarlo a los lugares de veraneo de los jiennenses. Finalmente, apostó por una larga vida para la prensa escrita.