Valentía segureña en el encierro de Torres de Albanchez
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Los niños de Torres de Albanchez cuchichean entre sí sobre lo que sucederá en el primer gran encierro de los festejos. Apenas faltan unos minutos para que las reses echen a correr sembrando el riesgo en todo su camino. La “cantera”, precisamente, hace alusión a esos mayores valientes que se cruzan en el camino de los animales, y que animan la tarde con movimientos imposibles. Aunque alguno de los pequeños se sienta más cómodo “mirando los toros desde la barrera”, otros sueñan con, más pronto que tarde, compartir carreras con aquellos que llevan viendo formar parte de esta fiesta durante toda su vida. El primer encierro comenzó, como es habitual, en el campo, en la parte baja del municipio, y desde allí las reses emprendieron el camino hacia la plaza con un recorrido que fue más bravo y limpio que otros años. Arriba, en las singulares calles de la población, esperaba un nutrido grupo de aficionados procedentes de distintos puntos de la geografía provincial y naciona. Una vez en la plaza, con lleno absoluto, se soltó una novilla de la Ganadería Benito García, y un novillo por parte de un grupo de amigos de la Ganadería Don José Martínez Vivo.
En este templo taurino torreño se vivieron quiebros infartantes y fintas espectaculares. La brisa hacía más agradable la tarde en este rincón natural segureño, que volvió a vivir una jornada inolvidable ante la valentía de los recortadores. Mención especial merece el Torneo 4x4 de fútbol, donde diversos grupos de jóvenes se disfrazaron para jugar varios partidos mientras trataban de sortear las embestidas de la vaquilla. Una iniciativa pionera en Torres de Albanchez que causó diferentes momentos de diversión en el público, aunque el animal realizó alguna entrada por detrás que bien podía haberle costado la “tarjeta roja”. Estos festejos taurinos son la esencia del municipio segureño y crecen con el paso del tiempo, gracias especialmente a la colaboración de las instituciones y el papel de las peñas taurinas.
“Somos de Génave y nos gusta venir mucho a este encierro, tiene mucha tradición en toda la sierra y cada vez traen mejores reses”, apostilló Sergio Rodríguez. Jesús Muñoz comenta que el “encierro se vive con mucha alegría e ilusión en el pueblo”. “Algunos encierros salen bien y otros mal, pero logramos que una tradición de hace ya muchos años se mantenga a pesar del paso del tiempo”, subrayó Pedro Ruiz. Aunque Antonio Peralta reside en Cataluña el resto del año, todos los años vuelve para los encierros: “Lo haré hasta el día que me muera”. “Lo que más me gusta de estas fiestas son los encierros. Mientras que pueda, seguiré viniendo para disfrutar de este rincón natural”, explica Campos Hurtado.